Entran ganas de decir que sí, que qué malo es el cine español, pero no hay que exagerar. Hay muchas malas películas españolas, un montón de mediocres y algunas grandiosas. Pero esta es una pena.
Una pena, porque es una producción importante, con un gran despliegue. Pero una trama absurda, pasada de rosca, con chistes trillados, con interpretaciones sobreactuadas, de las que se salvan solo Pepón Nieto y Raphael.
Pero se ve con disgusto, por el desorden, los giros tontos.
A Alex de la Iglesia le gusta la exageración, pero hasta en la exageración hay que ser medido. Y aquí casi todo es pasarse, sin gracia alguna.
Hace tiempo que no veía algo tan malo.

Confieso que nunca me ha gustado el cine de Álex de la Iglesia, un chico que se cree muy listo, muy gamberro y muy rompedor, pero desde que adelgazó y Carolina ¡Bang Bang! le sorbe el seso la cosa ha ido a peor. Mi gran noche es una película histérica, deslavazada, deshilvanada, aullada al oído del sufrido espectador, mal interpretada, ramplona, hortera , definitivamente olvidable. El director, que ya jugueteaba con Raphael en la más conseguida Balada triste de trompeta, le convierte aquí en el hilo conductor del relato (?), y Raphael no le defrauda: es lo único que me interesó de toda la cinta. El divo, al cual no soporto como cantante, da lo mejor de sí en una autoparodia feroz y cargada de cinismo. Por lo demás, esta parodia de los programas televisivos de fin de año, que se acaba convirtiendo en una parodia de sí misma, carece del menor interés. Ver a Mario Casas parodiando a Chayanne, otro insufrible berreador latino, da ganas de apretar el botón de stop y marcharte a una buena coctelería. Y encima sale Santiago Segura. Sólo faltaba Rajoy.

Bueno... Ahí vamos.

¿Y que os esperabais de una película con Raphaël y Mario Casas a la cabeza? Se me hace imprescindible recordar a la distinguida audiencia que el cine es, principalmente, entretenimiento y que si todo fuese "cine de autor" habría muchos más bostezos de los que produce este film.

En fin, para echarse una tarde de risas y locuras está buena. No será Allen, pero tampoco es Juanito de los palotes.. Que es Alex, cojones!

Solo se salvan las escenas entre Areces y Raphael, geniales los dos.
El resto es un caos de lujo sin intención ni interés.
La historia de Pepón Nieto (muy buen actor) es desconcertante por insulsa y pueril.
Un gasto innecesario y una pérdida de tiempo cinematográficamente hablando.

Es una pena que Álex de la Iglesia no sepa como renovar su estilo, es un estilo personal, tan característico, su sello, pero empieza a ser caótico y desordenado y poco original, y por lo tanto aburrido.

Tiene películas redondas, La Comunidad, El día de la bestia, por ejemplo, el resto de películas tienen su esencia, su sello, pero ya no le está funcionando, tiene que cambiar en algo, pero no sabe por donde tirar.

Esta película tiene momentos muy graciosos, brillantes ideas pero falla una cosa esencial de sus películas, el montaje, todo pasa demasiado rápido y no se pueden seguir las infinidades de historias que hay entre medio, es demasiado para el espectador.

Las ideas son muy buenas, todo es brillante y muy divertido, pero el espectador acaba demasiado saturado y al final, como yo, acabo tirando la toalla, me rindo, es demasiado, aunque termino de verla por respeto a Álex, lo considero de lo mejor del cine español.

Espero que mi amigo Álex reflexione sobre sus películas.