Caballero sin espada
1939 

7.8
13,085
Drama
Jefferson Smith (James Stewart), un joven ingenuo e idealista, que parece fácilmente manipulable, es nombrado senador. Ignora que en Washington tendrá que vérselas con políticos y empresarios sin escrúpulos que le harán perder la fe. Sin embargo, gracias a su secretaria, una joven que conoce muy bien los entresijos de la política, protagoniza en el Senado una espectacular y maratoniana intervención en la que, además de defender ... [+]
5 de marzo de 2009
5 de marzo de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una demostración más de que el maestro "Capra" es capaz de sacar provecho de cualquier film y de cualquier categoría. James Stewart realiza un grandísimo papel y es que este actor es tan versatil y creíble que el sólo se basta para mantener viva una película. Pero además el gran "Capra" con una dirección impecable logra transmitirnos todo lo malo que existe en la política y en el capital que siempre trata de mover los hilos. Su mensaje sigue, por desgracia, hoy tan vivo como siempre. Y por desgracia no sólo son los estadounidenses los que lo padecen, es un mal endémico global y que nos afecta a todos. Pero siempre hay un mensaje de esperanza y luchadores por las causas perdidas.
1 de enero de 2012
1 de enero de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Valores como igualdad, derecho, verdad y justicia son pisoteados a diario en medio de una clase social y política corruptos. Y sin embargo, siempre habrá gente idealista dispuesta a luchar por esas causas. "Caballero sin espada" es una película cuyo contenido aún es totalmente vigente hoy en día -y quizás hoy más que nunca-, y que expone su mensaje y crítica con una claridad absoluta. Puede que el film peque de idealismo, patriotismo y cierta ingenuidad (lo mismo que su personaje protagonista), pero sin duda eso no hace su mensaje sea menos válido, al contrario, le da más valor al comprobar que no ha perdido su actualidad para nada. Es, sin duda alguna, una de esas películas que invitan al debate una vez vistas, y que nos hace pensar hasta que punto no sería aconsejable que en ciertos círculos su visionado fuera obligado, especialmente entre los políticos y la prensa, pues el retrato que se hace de éstos es bastante fiel a la realidad. Una de esas películas ante la cual me quito el sombrero.
28 de marzo de 2012
28 de marzo de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente obra de Capra que lleva a la honestidad a un nivel que hoy parece extremo, pero en realidad no le es. El hombre honesto es así de simple, solo honesto. Lo que pasa es que ya no se cree que sea posible, pero lo es. Indispensable para mostrársela a jóvenes para que crean en las causas perdidas. La lucha vale la pena, el resultado es indiferente. Dios va a juzgarnos no por el éxito de nuestras acciones sino por el esfuerzo en hacer lo que corresponde.
En cuanto al film, resalto la actuación del Senador Paine.
En cuanto al film, resalto la actuación del Senador Paine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aunque el filme hubiera terminado como en la vida real, y esto es con Smith preso o muerto, no le hubiera restado grandeza a la película. Sin embargo el mensaje esperanzador me parece muy adecuado a fin de animar a quienes bajan los brazos aún antes de empezar.
30 de mayo de 2017
30 de mayo de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra magnífica obra maestra de Frank Capra a la altura de "Sucedió una noche" o "Que bello es vivir". La película se inicia con la muerte de un senador, que estaba a punto de aprobar una ley para construir una presa bajo la cual se esconde un plan de corrupción para enriquecer a unos cuantos políticos, ante la dificultad de encontrar a un senador manejable acaba surgiendo el nombre de Jefferson Smith (James Stewart), un joven idealista e inocente a primera vista que acabará destapando toda la trama sin ser consciente de lo poderoso que es su enemigo. Frank Capra fue muy atrevido al filmar esta ácida crítica sobre la democracia americana y los medios de comunicación en una época donde la mayoría de películas mostraban una sociedad ideal llena de valores puros y honestos. La primera parte del film es la típica comedia de la época, explotando quizás demasiado la ingenuidad del protagonista, es solo una breve introducción y la única cómica que nos adentra en una segunda parte un poco más incómoda donde se destacan mucho los ideales patrióticos americanos, pero solo es un engaño de Capra para destacar todavía más si cabe la falta de escrúpulos de los políticos corruptos, llegando a convertir por momentos al senado y a los medios de comunicación en una especie de circo. Todo lo visto hasta entonces es una introducción para llegar a la larga secuencia final, probablemente una de las mejores de Frank Capra, la lucha de un hombre contra el sistema roto por la impotencia, despedazado y traicionado por el resto de senadores, un final de esos que se recuerdan sobretodo por las grandes interpretaciones de sus protagonistas, James Stewart realiza el primer gran trabajo de su filmografía perfectamente secundado por Jean Arthur, Claude Rains o Thomas Mitchell (uno de los mejores secundarios del Hollywood dorado).
En resumen, obra maestra de Capra, absolutamente imprescindible, el cine es grande gracias a películas como esta.
En resumen, obra maestra de Capra, absolutamente imprescindible, el cine es grande gracias a películas como esta.
2 de julio de 2011
2 de julio de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decía José Luis Garci en una reciente tertulia sobre esta película, que Frank Capra, por su sentimentalismo y moralina, era apodado en algunos mentideros de Hollywood como "la abuelita". Sin embargo, lo que en otros puede parecer en muchos casos ñoño o artificial, en su caso tiene el encanto de la sinceridad y el atractivo del utópico soñador.
De la mano de un gran James Stewart, estamos ante una pieza clave en la filmografía estadounidense, que incluso los propios Simpson parodiaron con genialidad en un capítulo donde Lisa hacía de Mr. Smith, un joven idealista que no sabe lo que se va a encontrar al representar a su tierra frente a experimentados senadores.
Entre el elenco de los secundarios, destacar y hacer sobresalir a una tremenda Jean Arthur, con una luminosidad muy especial. Por otro lado, Claude Rains funciona sin lugar a dudas, como siempre en su extraordinaria carrera, como un viejo y anciano caballero plateado que ya hace mucho olvidó por qué quiso meterse en política.
Un retrato de Washington en un año muy triste, 1939, cuando en España se acababa de terminar una guerra civil en España, mientras los totalitarismos avanzaban sin ninguna piedad por el mapa europeo, ante unas democracias tímidas y tibias ante su presencia. La figura de Smith en ocasiones pecaría de irreal, con algunas escenas absolutamente caducadas, aunque el talento de Stewart lo salva de esas tesituras.
Muchas realidades en una (periodismo, política, amor...), para una cinta con aroma clásico que sin embargo exigirá que al escuchar este cuento de (dicho con el mayor respeto a un gran director) la abuelita, nos dejemos llevar más por el corazón que por la cabeza.
De la mano de un gran James Stewart, estamos ante una pieza clave en la filmografía estadounidense, que incluso los propios Simpson parodiaron con genialidad en un capítulo donde Lisa hacía de Mr. Smith, un joven idealista que no sabe lo que se va a encontrar al representar a su tierra frente a experimentados senadores.
Entre el elenco de los secundarios, destacar y hacer sobresalir a una tremenda Jean Arthur, con una luminosidad muy especial. Por otro lado, Claude Rains funciona sin lugar a dudas, como siempre en su extraordinaria carrera, como un viejo y anciano caballero plateado que ya hace mucho olvidó por qué quiso meterse en política.
Un retrato de Washington en un año muy triste, 1939, cuando en España se acababa de terminar una guerra civil en España, mientras los totalitarismos avanzaban sin ninguna piedad por el mapa europeo, ante unas democracias tímidas y tibias ante su presencia. La figura de Smith en ocasiones pecaría de irreal, con algunas escenas absolutamente caducadas, aunque el talento de Stewart lo salva de esas tesituras.
Muchas realidades en una (periodismo, política, amor...), para una cinta con aroma clásico que sin embargo exigirá que al escuchar este cuento de (dicho con el mayor respeto a un gran director) la abuelita, nos dejemos llevar más por el corazón que por la cabeza.
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