Grupo 7
2012 

6.5
36,083
Thriller. Acción. Drama
Año 1987. La ciudad de Sevilla se prepara para acoger la Expo del 92. Ángel (Mario Casas), un joven inteligente y ambicioso, aspira a ser inspector de policía, y entró en el cuerpo intentando respetar la ley. Rafael (Antonio de la Torre), en cambio, es un policía expeditivo, contundente y arrogante. Junto con Miguel (José Manuel Poga) y Mateo (Joaquín Núñez) forman el Grupo 7, un conjunto de policías sin escrúpulos, dispuestos a todo ... [+]
15 de junio de 2013
15 de junio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que estamos ante una más que interesante película, pero... lastrada por los tópicos de siempre. Y es una lástima.
Empezaremos con sus puntos fuertes: extraordinaria ambientación, interpretaciones (salvando alguna) y secundarios. Se palpa la realidad en esas calles sevillanas, en los yonkis, en los policías. Los actores están en estado de gracia, hasta Mario Casas -porque de Antonio de la Torre es lo que se espera-. Esta cinta demuestra que cuando hay dinero y oficio detrás, en Andalucía se pueden rodar cosas muy interesantes, porque materia bruta hay más que suficiente para dotar de contenido a cualquier historia, aparte de esa gracia andaluza que, más veces de las deseadas, acaba derivando en gracietas sin sentido. Pero aquí no, aquí está muy bien llevada.
Los puntos flacos vienen, casi todos, del guión. Es tópica hasta el hartazgo, no te sorprende, prácticamente, nada de lo que ocurre y casos como el de la rubia que se encuentra en la calle el "jefe" del grupo... uff, es que parece sacado de una telenovela barata. Todo eso le resta a un film que podría apuntar mucho más alto.
Con todo, se ve con interés, es trepidante y merece la pena darle una oportunidad. Para terminar, algo que echo en falta y no termino de explicarme: ¿qué ha pasado con la banda sonora? Ambientada donde está, y en el momento en el que está, le hubiera venido como anillo al dedo acompañar a las imágenes con canciones de Camarón, los Calis, etc. Guste más o menos, le hubiera dado un toque muy auténtico...
Empezaremos con sus puntos fuertes: extraordinaria ambientación, interpretaciones (salvando alguna) y secundarios. Se palpa la realidad en esas calles sevillanas, en los yonkis, en los policías. Los actores están en estado de gracia, hasta Mario Casas -porque de Antonio de la Torre es lo que se espera-. Esta cinta demuestra que cuando hay dinero y oficio detrás, en Andalucía se pueden rodar cosas muy interesantes, porque materia bruta hay más que suficiente para dotar de contenido a cualquier historia, aparte de esa gracia andaluza que, más veces de las deseadas, acaba derivando en gracietas sin sentido. Pero aquí no, aquí está muy bien llevada.
Los puntos flacos vienen, casi todos, del guión. Es tópica hasta el hartazgo, no te sorprende, prácticamente, nada de lo que ocurre y casos como el de la rubia que se encuentra en la calle el "jefe" del grupo... uff, es que parece sacado de una telenovela barata. Todo eso le resta a un film que podría apuntar mucho más alto.
Con todo, se ve con interés, es trepidante y merece la pena darle una oportunidad. Para terminar, algo que echo en falta y no termino de explicarme: ¿qué ha pasado con la banda sonora? Ambientada donde está, y en el momento en el que está, le hubiera venido como anillo al dedo acompañar a las imágenes con canciones de Camarón, los Calis, etc. Guste más o menos, le hubiera dado un toque muy auténtico...
9 de mayo de 2015
9 de mayo de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy entretenido e intenso maratón por las calles de Sevilla que me maravilla a finales de los ochenta. Cuatro personajes y mucha droga; cuatro policías y todo corrupción.
Una solemnidad y ambición sostenidas a duras penas por unas interpretaciones limitadas y una trama cogida por los pelos.
Se pretende juntar la "reflexión" histórica (el auge español en aquellos años del socialismo de González y Guerra; aquella especulación salvaje y cambio de cara; tantos eventos y progreso, tanto pelotazo y nuevo rico..., aquellos polvos y estos lodos) con el thriller funcional, de alma norteamericana pero de formas europeas, con la seriedad yanqui pero rebajada la espectacularidad, intentando ser algo más cercanos y sinceros.
No es buena la elección de Casas para ese personaje, no es creíble (ni expresa bien con la voz, vocaliza mal, ni con el gesto, tiende a la mirada al suelo y la cara crispada, interpreta como si debiera mucho dinero, huyendo, escapando, escurriéndose, justo lo contrario de lo que debería ser un actor, no tiene ni la personalidad ni la experiencia necesarias), se hubiera requerido un actor más curtido y expresivo, a él hubiera sido mejor darle un secundario. Tampoco aciertan con el personaje de Antonio de la Torre, una misma idea y una misma cara de palo toda la función; este es un actor más capaz, por lo que quizás la responsabilidad sea del guion o sobre todo la dirección. A los dos personajes les faltan matices, recorrido, complejidad. Se quedan en esbozo. Y los otros dos son de acompañamiento; el "gordo" es más brillante que el compañero, que es un personaje casi de relleno.
Y la narración empieza con mucha fuerza (gran persecución inicial), pero va cayendo a medida que avanza. Es todo muy esquemático, muy rígido y envarado. Le falta evolución y desarrollo. Parece una suma de fotos fijas, de escenas crudas pero sin relación, sin alma. El conjunto es poderoso pero vacío, pequeño finalmente. Inteligente pero fallido.
Una solemnidad y ambición sostenidas a duras penas por unas interpretaciones limitadas y una trama cogida por los pelos.
Se pretende juntar la "reflexión" histórica (el auge español en aquellos años del socialismo de González y Guerra; aquella especulación salvaje y cambio de cara; tantos eventos y progreso, tanto pelotazo y nuevo rico..., aquellos polvos y estos lodos) con el thriller funcional, de alma norteamericana pero de formas europeas, con la seriedad yanqui pero rebajada la espectacularidad, intentando ser algo más cercanos y sinceros.
No es buena la elección de Casas para ese personaje, no es creíble (ni expresa bien con la voz, vocaliza mal, ni con el gesto, tiende a la mirada al suelo y la cara crispada, interpreta como si debiera mucho dinero, huyendo, escapando, escurriéndose, justo lo contrario de lo que debería ser un actor, no tiene ni la personalidad ni la experiencia necesarias), se hubiera requerido un actor más curtido y expresivo, a él hubiera sido mejor darle un secundario. Tampoco aciertan con el personaje de Antonio de la Torre, una misma idea y una misma cara de palo toda la función; este es un actor más capaz, por lo que quizás la responsabilidad sea del guion o sobre todo la dirección. A los dos personajes les faltan matices, recorrido, complejidad. Se quedan en esbozo. Y los otros dos son de acompañamiento; el "gordo" es más brillante que el compañero, que es un personaje casi de relleno.
Y la narración empieza con mucha fuerza (gran persecución inicial), pero va cayendo a medida que avanza. Es todo muy esquemático, muy rígido y envarado. Le falta evolución y desarrollo. Parece una suma de fotos fijas, de escenas crudas pero sin relación, sin alma. El conjunto es poderoso pero vacío, pequeño finalmente. Inteligente pero fallido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El epílogo está bien. Muy subrayado pero correcto.
P.D. : Hombre, lo del malo y las mil y un palizas que le dan para aparecer como si nada al final... No sé, una vendita, un poco de mercromina (la reina de las heridas, injustamente olvidada), una muletita, unos puntos mal puestos, una triste cicatriz, algo, por favor. Pues no, sano y bravo como un toro de lidia, lúcido y solvente como un funcionario con sus días de asuntos propios. En fin. Y así pasa un poco con todo. Lo que se cuenta en un momento dado, ahí queda, luego ya se verá qué se hace con ello, si se retoma, olvida, reinventa, cambia, todo como al azar, Baltasar, dejado a la improvisación y con la, supongo, esperanza de que el buen y sesudo espectador ya proveerá, ya se le ocurrirá una explicación/justificación que una tanto cabo suelto, o mal cosido, que suture tanto trozo unido sin demasiado fuste, confiando en que la vaga idea general sirva como argamasa para unos materiales dejados de la mano de Dios, arrojados al frío vacío sin un criterio que les dé sentido, abandonados con pereza fullera a la nada. Una pena.
P.D. : Hombre, lo del malo y las mil y un palizas que le dan para aparecer como si nada al final... No sé, una vendita, un poco de mercromina (la reina de las heridas, injustamente olvidada), una muletita, unos puntos mal puestos, una triste cicatriz, algo, por favor. Pues no, sano y bravo como un toro de lidia, lúcido y solvente como un funcionario con sus días de asuntos propios. En fin. Y así pasa un poco con todo. Lo que se cuenta en un momento dado, ahí queda, luego ya se verá qué se hace con ello, si se retoma, olvida, reinventa, cambia, todo como al azar, Baltasar, dejado a la improvisación y con la, supongo, esperanza de que el buen y sesudo espectador ya proveerá, ya se le ocurrirá una explicación/justificación que una tanto cabo suelto, o mal cosido, que suture tanto trozo unido sin demasiado fuste, confiando en que la vaga idea general sirva como argamasa para unos materiales dejados de la mano de Dios, arrojados al frío vacío sin un criterio que les dé sentido, abandonados con pereza fullera a la nada. Una pena.
8 de abril de 2012
8 de abril de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Expo de Sevilla, 1992; necesidad de limpiar las calles de drogadictos y dar buena imagen por parte de la policía. Así empieza este apasionante thriller policíaco, lleno de intensidad y gran potencia, con escenas de redadas y persecuciones que nada tienen que envidiar al propio Scorsese. Un muy curtido y siempre impresionante Antonio de la Torre encabeza el reparto de un equilibrado grupo de actores, todos ellos muy integrados en sus papeles, que funcionan excelentemente en pantalla; no obstante, es notable la gran diferencia entre éste y los demás, aún considerando el esfuerzo -demasiado exagerado en las escenas duras- de un Mario Casas que creces a pesar de sus limitaciones. De gran rapidez, te atrapa desde el minuto uno, creciendo en fuerza y energía conforme se va desarrollando la trama, llegando a situaciones tensas que te arrastran hasta su corrupto mundo y te integran totalmente en la escena. Contando con el anticipo del desprecio por el cine español y la mala fortuna que tienen para venderse de cara al público es completamente inaceptable su paso desapercibido por las salas de cine siendo un magnífico trabajo, en todos los sentidos, que logra aprisionar y alterar todas tus emociones, teniendo tus cinco sentidos en la misma cuerda floja en la que viven los protagonistas. Una ecuánime película sobre nosotros, nuestra manera de funcionar y de hacer las cosas, de gran viveza, realismo y autenticidad que debería ser valorada en su justa medida. Menos amor por lo de fuera y más aprecio por la calidad de nuestra tierra!
10 de abril de 2012
10 de abril de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine bien hecho. Acción constante sin llegar a saturar. Una trama sencilla pero bien desarrollada. Sevilla, como podría haberse localizado en otro lugar, da pie a que encontremos esos puntitos de humor, sobre todo en el lenguaje, en situaciones cotidianas como contrapeso a la violencia de la película. Sin recursos ilimitados pero con una base decente para rodar las escenas de acción, las persecuciones, hay planos muy buenos, y no busca el movimiento de cámara alocado o exagerado para dar sensación de movimiento. Se agradece. Crece el cine español.
Que se pueden hacer películas a lo Harry el sucio a lo español y queda demostrado. Pensaba en algún momento que la deriva psicológica o la investigación, o bien dar mayor peso a algún enemigo, iba a apoderarse de la narración, pero Alberto Rodríguez tenía bien claro que el Grupo 7 tenía unos métodos y que todo iba a girar alrededor de eso.
Sin ningún tipo de prejuicio hacia Mario Casas debo decir que defiende absolutamente bien su papel. Antonio de la Torre es ese tipo de actor que todas las generaciones cinematógraficas tienen, es ese tipo del que nadie se acuerda del nombre pero todos conocemos sus trabajos. Excelente actor. Buenos personajes, el compañero gordo graciosillo, putero, y todos los clichés que se le podría haber ocurrido, los estereotipos lo son desde el principio de las artes, esto no los hace buenos o malos, sino en el desarrollo de los mismos, la Caoba y Sevilla, la Sevilla de la droga, los yonquis, los traficantes, los chivatos, las gitanas, las tabernas, la época previa a la Expo 92.
Me parece fantástico el punto de vista de no ahondar en el dilema buenos-malos, en los métodos más o menos éticos para realizar el trabajo. Hay narración, hay una historia, una puesta en escena.
Y esta película está creciendo según pasan las horas, creo que el paso del tiempo la va a hacer crecer todavía más y que creará escuela.
Que se pueden hacer películas a lo Harry el sucio a lo español y queda demostrado. Pensaba en algún momento que la deriva psicológica o la investigación, o bien dar mayor peso a algún enemigo, iba a apoderarse de la narración, pero Alberto Rodríguez tenía bien claro que el Grupo 7 tenía unos métodos y que todo iba a girar alrededor de eso.
Sin ningún tipo de prejuicio hacia Mario Casas debo decir que defiende absolutamente bien su papel. Antonio de la Torre es ese tipo de actor que todas las generaciones cinematógraficas tienen, es ese tipo del que nadie se acuerda del nombre pero todos conocemos sus trabajos. Excelente actor. Buenos personajes, el compañero gordo graciosillo, putero, y todos los clichés que se le podría haber ocurrido, los estereotipos lo son desde el principio de las artes, esto no los hace buenos o malos, sino en el desarrollo de los mismos, la Caoba y Sevilla, la Sevilla de la droga, los yonquis, los traficantes, los chivatos, las gitanas, las tabernas, la época previa a la Expo 92.
Me parece fantástico el punto de vista de no ahondar en el dilema buenos-malos, en los métodos más o menos éticos para realizar el trabajo. Hay narración, hay una historia, una puesta en escena.
Y esta película está creciendo según pasan las horas, creo que el paso del tiempo la va a hacer crecer todavía más y que creará escuela.
21 de diciembre de 2012
21 de diciembre de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película correcta dentro de los límites de la dignidad cinematográfica a los que no estamos acostumbrados hoy en día. Quizás por eso, en el instante en el que vemos un atisbo de lucidez en la gran pantalla, tendemos a sobrevalorar el producto hasta el punto de que el mismo llegue a ser pre-seleccionado para los Oscar. ¿De verdad tenemos que confortarnos con tan poquita cosa?
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