The Guest es digna heredera del cine de acción de los 80, el que iba directo al grano y era brusco, violento y estaba poblado de tíos que derrochaban testosteronapor todos sus poros. Dan Stevens, protagonista de la película, puede tener aspecto de ángel, pero su interpretación es deudora de la de los grandes héroes de acción de hace treinta años. Qué lejos queda su dulce Matthew Crawley de Downton Abbey. Stevens es aquí todo manipulación y sibilina inteligencia. Hasta la música, techno y con un aire a grupos tipo Limahl, traslada al espectador a una época y a un cine que ya se hace cada vez menos y que somo parecen mantner vivo tipos como Sylvester Stallone, Mel Gibson o Bruce Willis. No obstante, la acción tarda demasiado en llegar y las escenas de caracterización y descripción de la relación entre David y la familia ocupan demasiado metraje.
Digamos que la idea, aunque manida, es buena, pero no se desarrolla como debería. Y atención, porque hay sorpresa al final.

Lo mejor: El aire ochentero de la acción y la estupenda interpretación de Dan Stevens
Lo peor: Lo que tarda en llegar la acción...

Solo pasable película en donde un ex marine llega a una casa a visitar los padres de un supuesto compañero muerto en la guerra. Allí se hace amigo de la familia (todo es demasiado rápido y fácil) y logra al menos al principio conquistarla. Poco a poco veremos que es un personaje siniestro y que esconde algo que poco a poco intentara develar la película. ¿Intentara develar?. Las actuaciones son regulares con poco para destacar.

No es una historia que me haya sorprendido, pero el gran peso de la película se lo lleva el personaje principial. Es muy carismático y cae bien.
A la contra de eso tenemos un guión bastante típico, sin ninguna sorpresa. Y eso que podrían haber ideado un final mucho mas original... como por ejemplo: ¿Y si el protagonista, quien se ha hecho la cirujía plástica, resulta ser el hermano desaparecido? ¿Y si, la película, da un giro final donde resulta que la família son los psicópatas en vez de él?
Podrían haber inventado alguna cosa que no fuera tan evidente. Pero eso no quita que la película sea mala, ni mucho menos. Entretiene y te tiene enganchado hasta el final.
Un buen personaje hace que te olvides de que la história que te están contando la has visto mil veces.

Llevo siguiendo al bueno de Wingard desde you´re next. Que pese a que me dejara un poco frío me hizo callarme la boca con VHS1/VHS2. Con The guest deja el terror a un lado y nos plantea una historia, aunque poco novedosa, harto entretenida. Argumento sencillo: Familia que llora la muerte de su hijo soldado, acoge a un amigo de éste en su casa cuando va a presentar sus condolencias. ¿Pero es realmente quien dice ser?
La película engancha desde el principio. Se va calentando poco a poco hasta explotar en en sus últimos minutos. Especial mención al toque ochentero que se desprende tanto de la banda sonora como del sreenplay que recuerda un poco a drive. El papel de Dan Stevens está bastante logrado y ese toque de humor negro que tiene a veces te hace esbozar una sonrisa.

Extraño pero eficaz film de intriga. Extraña, no porque no se entienda su historia, sino por los varios recovecos que tiene argumentalmente, pasando de un posible género de "psychokiller" a un film de thriller de acción.
El resultado final, aunque puede que discutible, es atractivo y muy entretenido, siendo ágil e interesante hasta el final, aunque este, el final, no lo acepte yo sin más ni más, y es que resulta algo decepcionante además de ridículo tal y como han sucedido los hechos, además de imposible. Pero bueno, si se traga uno/a el epílogo es más que aceptable, pues indudablemente se ha pasado bastante bien el rato.
Bien dosificada los acontecimientos te dejan un tanto estupefactos, más si tenemos en cuenta que la explicación de todo el meollo no pueda ser más ambiguo y oscuro. Y es que no se nos dan datos como para comprender el intríngulis del cotarro. Como he dicho antes, te lo tragas y ya está. Esto, por supuesto, resta mucha o toda la credibilidad posible al conjunto general, pero aún así resulta bastante amena y te implica, lo que, repito, no quiere decir que al final no te pueda decepcionar.
Pero visualmente es brillante, Dan Stevens tiene magnetismo y la fotografía de Robby Baumgarthner es estupenda.

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