La estrella azul
7.2
9,297
Drama
Años 90. Mauricio Aznar, un famoso rockero español recorre Latinoamérica buscando reencontrarse con su vocación dejando atrás el fantasma de la adicción. Allí conoce a Don Carlos, un anciano músico en horas bajas que, a pesar de ser autor de algunas de las canciones más famosas del folclore de su país, apenas consigue pagar sus facturas. Carlos acoge con generosidad al extraño visitante y de su encuentro nace un extravagante dúo quijotesco. [+]
28 de junio de 2024
28 de junio de 2024
42 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
Verdaderamente, ¿es necesaria esta película?; ¿acaso el personaje de Mauricio Aznar es tan paradigmático, relevante y emblemático? Hablo desde la perspectiva de músico guitarrista profesional. Y otra reflexión, la guitarra popular, en su vertiente folclórica suramericana, ¿simboliza la esencia pura de la guitarra "per se"?
Todas estás reflexiones, junto al sobrevalorado microcosmos musical de Mauricio, nos hacen afirmar que está película es una infula más sobre el pobre mundo musical castizo "indie rockabilly" de su protagonista, de Atahualpa Yupanqui (cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino), de las chacareras (danza tradicional argentina y boliviana) y de la guitarra folclórica argentina por extensión.
Todos los que hemos estudiado guitarra clásica española sabemos lo complejo y las grandes dificultades técnicas que se nos presentan en el estudio de este instrumento, cuya esencia no hay que buscarla en Sudamérica, ya que el origen de la guitarra es español-árabe medieval. La guitarra desde su versión renacentista española en forma de "vihuela" (laúd en el resto de Europa) rezuma complejidad, riqueza sonora, polifonía y técnica superior.
La guitarra no es poner cuatro acordes y hacer rasgueos (por cierto invento que es italiano (S. XVII)) y que será el más brillante músico del barroco español, Gaspar Sanz (1640/1710), quién lo desarrolle y lo utilice con precision clásica en su célebre "Instrucción de música sobre la guitarra española" significando la introducción de la guitarra en los ambientes cultos.
Banalizar la música de esta manera, prostituir el arte sonoro y su denso y complejo desarrollo histórico, y simplificar la esencia creativa y técnica musical al uso de unos simples ritmos, melodías y armonías de rock y chacareras o zambas es imperdonable, sesgado, falso y una demencial ofensa al trabajo de miles de horas de músicos profesionales "anónimos", verdaderos compositores/letristas geniales que se dejan la piel desde los conservatorios, bandas de jazz, orquestas o agrupaciones sonoras diversas.
En palabras de Mauricio Aznar, hay tres categorías de músicos: los malos, los buenos y los "hijos de puta". Pues, sin duda ninguna, el susodicho pertenece a la categoría de "los malos"; dejando la parcela de los virtuosos "hijos de puta" a Paganini, Andrés Segovia, Paco de Lucía, Bach, Vivaldi, Listz, Chopin, Mozart, Beethoven, Pablo Sarasate, Francisco Tárrega, Jimi Hendrix, Steve Vai, Ara Malikian, Héctor Villalobos, Leo Brouwer, Duke Ellington, Thelonious Monk, Charlie Parker, y cientos otros.
La película, en tono de docudrama musical tedioso, está a la altura del mediocre músico retratado, por cierto, con un sonido pésimo y con el empleo de una petulante y engreída "voz en off", junto a unos chistes situacionales grotescos y ridículos.
En resumen, tras el visionado de la película, nos surge la idea de rodar y plasmar nuestra propia vida y milagros (o la de nuestro vecino, maestro cuchillero de Albacete) en otra película más sobre "una estrella anónima".
Todas estás reflexiones, junto al sobrevalorado microcosmos musical de Mauricio, nos hacen afirmar que está película es una infula más sobre el pobre mundo musical castizo "indie rockabilly" de su protagonista, de Atahualpa Yupanqui (cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino), de las chacareras (danza tradicional argentina y boliviana) y de la guitarra folclórica argentina por extensión.
Todos los que hemos estudiado guitarra clásica española sabemos lo complejo y las grandes dificultades técnicas que se nos presentan en el estudio de este instrumento, cuya esencia no hay que buscarla en Sudamérica, ya que el origen de la guitarra es español-árabe medieval. La guitarra desde su versión renacentista española en forma de "vihuela" (laúd en el resto de Europa) rezuma complejidad, riqueza sonora, polifonía y técnica superior.
La guitarra no es poner cuatro acordes y hacer rasgueos (por cierto invento que es italiano (S. XVII)) y que será el más brillante músico del barroco español, Gaspar Sanz (1640/1710), quién lo desarrolle y lo utilice con precision clásica en su célebre "Instrucción de música sobre la guitarra española" significando la introducción de la guitarra en los ambientes cultos.
Banalizar la música de esta manera, prostituir el arte sonoro y su denso y complejo desarrollo histórico, y simplificar la esencia creativa y técnica musical al uso de unos simples ritmos, melodías y armonías de rock y chacareras o zambas es imperdonable, sesgado, falso y una demencial ofensa al trabajo de miles de horas de músicos profesionales "anónimos", verdaderos compositores/letristas geniales que se dejan la piel desde los conservatorios, bandas de jazz, orquestas o agrupaciones sonoras diversas.
En palabras de Mauricio Aznar, hay tres categorías de músicos: los malos, los buenos y los "hijos de puta". Pues, sin duda ninguna, el susodicho pertenece a la categoría de "los malos"; dejando la parcela de los virtuosos "hijos de puta" a Paganini, Andrés Segovia, Paco de Lucía, Bach, Vivaldi, Listz, Chopin, Mozart, Beethoven, Pablo Sarasate, Francisco Tárrega, Jimi Hendrix, Steve Vai, Ara Malikian, Héctor Villalobos, Leo Brouwer, Duke Ellington, Thelonious Monk, Charlie Parker, y cientos otros.
La película, en tono de docudrama musical tedioso, está a la altura del mediocre músico retratado, por cierto, con un sonido pésimo y con el empleo de una petulante y engreída "voz en off", junto a unos chistes situacionales grotescos y ridículos.
En resumen, tras el visionado de la película, nos surge la idea de rodar y plasmar nuestra propia vida y milagros (o la de nuestro vecino, maestro cuchillero de Albacete) en otra película más sobre "una estrella anónima".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final documental metafílmico totalmente anticlimático y las rupturas puntuales de la cuarta pared hacen que el film pierda todo su peso emocional y verismo.
28 de mayo de 2024
28 de mayo de 2024
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una ficción con trazas de documental (también introduce elementos oníricos y meta) que sirve de homenaje a las estrellas anónimas y al poder sanador de la música. El viaje por Argentina, a ritmo de chacarera para pasar de “guitarrista” a “guitarrero”, es hermosísimo. Destila amor por la música y el cine, y se palpa el cariño y respeto que su director, Macipe, siente hacia la quijotesca figura de Mauricio Aznar. Su socarronería es divertidísima. El desconocido Pepe Lorente está de Goya. Orgánica, veraz, auténtica… ¡Un milagro!
@pildoras_de_cine
@pildoras_de_cine
24 de junio de 2024
24 de junio de 2024
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es como un documental de esos de Saura pero dramatizado dentro de una subhistoria preciosa.
Muy bien llevado a cabo, incluso con actores no profesionales. Genial realización, sonorización, corte del.director.
No conocía ni el argumento ni la historia de Mauricio, por lo que la película dio un giro inesperado para mí
Aparte del maravilloso viaje que se realiza a la Argentina profunda, y a las raíces del maestro Atahualpa, es un viaje al interior de las almas perdidas.
Muy bien llevado a cabo, incluso con actores no profesionales. Genial realización, sonorización, corte del.director.
No conocía ni el argumento ni la historia de Mauricio, por lo que la película dio un giro inesperado para mí
Aparte del maravilloso viaje que se realiza a la Argentina profunda, y a las raíces del maestro Atahualpa, es un viaje al interior de las almas perdidas.
28 de junio de 2024
28 de junio de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine tiene esa magia que para mí representa una vía de escape de los problemas cotidianos y a la vez una fuente de inspiración. Es también ese cable que conecta con los sentimientos y que muchas veces nos hace no solo aprender, sino además identificarnos con situaciones, personajes y/o historias de todo tipo.
En 'La Estrella Azul' parece que no importa si uno no conoce la vida y obra de Mauricio Aznar; de hecho estoy casi seguro que es mejor no saber nada del tema, porque las sorpresas y el encanto propio de este film (que coquetea en varios tramos con el documental) permiten que el largo camino que se recorre sea más placentero.
La película es una oda a la transformación personal y a la sanación. Es un halo de luz ante tanta oscuridad, una búsqueda de nuestra mejor versión y una experiencia cálida, intimista, reconfortante, que nos da una lección sobre los buenos modales, la camaradería y la honestidad (parece que todavía no se extinguieron, aunque usted no lo crea).
Mientras Carabajal le sugiere a nuestro protagonista que para llegar al verdadero ritmo no debe imitar esa música, sino sentirla, uno se sumerge en esa paz que reina en Santiago del Estero, como si estuviera allí presente. Este es uno de los detalles más curiosos y destacables de la cinta de Javier Macipe: la sencillez con la que consigue transmitir lo que narra, al punto tal de que hasta quizá nos animemos a cazar una guitarra e improvisar una chacarera.
8,5 Alancitos Chacareros sobre 10
En 'La Estrella Azul' parece que no importa si uno no conoce la vida y obra de Mauricio Aznar; de hecho estoy casi seguro que es mejor no saber nada del tema, porque las sorpresas y el encanto propio de este film (que coquetea en varios tramos con el documental) permiten que el largo camino que se recorre sea más placentero.
La película es una oda a la transformación personal y a la sanación. Es un halo de luz ante tanta oscuridad, una búsqueda de nuestra mejor versión y una experiencia cálida, intimista, reconfortante, que nos da una lección sobre los buenos modales, la camaradería y la honestidad (parece que todavía no se extinguieron, aunque usted no lo crea).
Mientras Carabajal le sugiere a nuestro protagonista que para llegar al verdadero ritmo no debe imitar esa música, sino sentirla, uno se sumerge en esa paz que reina en Santiago del Estero, como si estuviera allí presente. Este es uno de los detalles más curiosos y destacables de la cinta de Javier Macipe: la sencillez con la que consigue transmitir lo que narra, al punto tal de que hasta quizá nos animemos a cazar una guitarra e improvisar una chacarera.
8,5 Alancitos Chacareros sobre 10
30 de junio de 2024
30 de junio de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sorpresón. La estrella azul ha caído en mis manos casi por casualidad, pero enseguida llamó mi atención. Conocía Más Birras de nombre más que otra cosa, así que fácilmente podría haber pasado de largo ante este título, sin embargo, en los últimos años he "coleccionado" películas o documentales sobre músicos más apartados de la primera plana o con historias mal o poco contadas. Es por eso que rápidamente decidí verla y no puedo estar más contento de no haber pasado de largo.
El trabajo que hace Javier Macipe es hipnótico y precioso. Aborda la historia de Mauricio Aznar con sencillez, haciendo que lo sombrío resulte luminoso y sin entrar en detalles escabrosos sobre el final de Mauricio. Salpica la cinta con licencias creativas que van desde lo imaginario a la magistral rotura de las paredes del cine, mezclando la historia con la representación y esta con la realidad, haciendo un fantástico lazo cuando el espectador ya está rendido a sus mañas. Muy bien jugado.
Sin destripar la historia, solo diré que el viaje se disfruta enormemente a cada momento y es porque la película está hecha con tremendo cuidado y cariño, se nota: más allá de que la historia en sí es bonita, el montaje de la película es notable y no lo es menos el sonido, que me pareció brillante; con grandes actuaciones y buena fotografía, lo tienes todo para disfrutar cada minuto de la película.
En resumen, muy buena película para ver (más allá del interés biográfico) pero, si además te gusta el "biopic" de músicos y en especial de aquellos que no salen en la tele, no puedes perderte La estrella azul.
Lo peor: me hubiera gustado un poco más de música en la película.
Lo mejor: El tono general de la película, exquisito. El bucle con el que el director cierra la película es magnífico. Cine español así.
El trabajo que hace Javier Macipe es hipnótico y precioso. Aborda la historia de Mauricio Aznar con sencillez, haciendo que lo sombrío resulte luminoso y sin entrar en detalles escabrosos sobre el final de Mauricio. Salpica la cinta con licencias creativas que van desde lo imaginario a la magistral rotura de las paredes del cine, mezclando la historia con la representación y esta con la realidad, haciendo un fantástico lazo cuando el espectador ya está rendido a sus mañas. Muy bien jugado.
Sin destripar la historia, solo diré que el viaje se disfruta enormemente a cada momento y es porque la película está hecha con tremendo cuidado y cariño, se nota: más allá de que la historia en sí es bonita, el montaje de la película es notable y no lo es menos el sonido, que me pareció brillante; con grandes actuaciones y buena fotografía, lo tienes todo para disfrutar cada minuto de la película.
En resumen, muy buena película para ver (más allá del interés biográfico) pero, si además te gusta el "biopic" de músicos y en especial de aquellos que no salen en la tele, no puedes perderte La estrella azul.
Lo peor: me hubiera gustado un poco más de música en la película.
Lo mejor: El tono general de la película, exquisito. El bucle con el que el director cierra la película es magnífico. Cine español así.
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