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Lunas de hiel

Drama Nigel (Hugh Grant) y su mujer Fiona (Kristin Scott-Thomas) son un matrimonio británico de crucero para celebrar su séptimo aniversario de boda. A bordo conocen a la atractiva y deshinibida Mimi (Emmanuelle Seigner) y a su marido Oscar (Peter Coyote), un norteamericano que está inválido en una silla de ruedas. Nigel empieza a sentirse atraído por Mimi, y Oscar, que se da cuenta, le propone que intente seducirla, pero antes le cuenta cómo ... [+]
Críticas 94
Críticas ordenadas por utilidad
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8
11 de agosto de 2020 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inclasificable película sobre las relaciones de pareja en las que se recorre todo el abanico posible de sensaciones:
La magia, inocencia, enamoramiento, la pasión y la lujuria del principio.
La rutina, la tranquilidad y el comienzo del hastío de la fase media (si no has hecho nada por recuperar la pasión, claro).
La perversión, la crueldad, el sadismo y el masoquismo de la relación que no se recuperó y ahora es tóxica y enfermiza para todos.

Guión, muy bueno.
Por medio de la narración del inquietante protagonista (genialmente caracterizado por Peter Coyote) de su particular subida al Cielo y descenso a los infiernos en su enamoramiento de la exuberante Emmanuelle Seigner conocemos la historia de este seductor-vividor y a los de su calaña.
El pánfilo personaje interpretado por Hugh Grant (le pegan este tipo de personajes) es abducido y fascinado, a la vez que el espectador, por esa historia de amor/pasión/lujuria/perversión/humillación/desprecio/crueldad mientras escucha y mientras espera la ocasión de intentar seducir a Mimí, la mujer del narrador. Ya que en su relación pasadísima de rosca y totalmente abierta eso no supone ningún problema.
Pero la mujer de Hugh Grant, una serena Kristin Scott Thomas percibe la atracción de su marido por Mimí y no piensa quedarse en su camarote esperando a su maridín...

Dirección, brillante. Ahora tierna, ahora mágica. Luego será realista y más tarde enfermiza. Le da una fluidez y hasta cierta lógica a esta malsana descripción de una relación que se ha convertido en un cáncer afectivo. Consigue que se desarrollen las sensaciones en el espectador en esta sucesión casi estática de estados del enamoramiento. Por supuesto que no lo justificas pero se entiende perfectamente la sucesión de pasos que acaba llevando a situaciones humillantes y anulantes para los dos.

Actuaciones, brutales. Convincentes y arrasadoras: el mejor, Peter Coyote. Su partenaire Emmanuelle Seigner también convence con su mirada y sus cambios de registro en el rostro. El parecido razonable de Coyote (y el mismo peinado) que Polanski así como el parecido en alguna escena concreta de Seigner con un peinado y maquillaje que recuerdan mucho a Sharon Tate te hace plantearte hasta qué punto será una película autobiográfica.

Fotografía, buena. Aunque no es el plato fuerte de esta película. Escenas y composiciones fascinantes y crueles.
En una escena se hacen una fotografía Peter Coyote y Emmanuelle Seigner en unos decorados de feria.
El parecido de esa foto con la de Polansky y Sharon Tate en la vida real, me produce escalofríos. ¿Fue así su relación? ¿Casualidad? Las películas de Polansky traspasan a menudo lo provocador para instalarse en lo enfermizo...
7
13 de agosto de 2020 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buena película. Me sorprendió. Los personajes están muy bien perfilados y tienen magnetismo.
El argumento es simplón: pareja que se conoce en un crucero y los maridos "entablan" amistad.
Pienso que el film lanza mensajes (pero para eso tendréis que leer mi crítica con spoilers).
Vangelis a cargo de la BSO: creo que realizan muy buen trabajo.
Muy recomendable para verla en pareja.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Mensajes que lanza:
-Kristin, que conoce a su marido y sabe que va a caer en brazos de Emmanuelle, le dice " Todo lo que tú hagas, yo lo puedo hacer mejor". Pues sí, al final es ella quien se acuesta con Emmanuelle. ¡Toma ya! No sé si es un mensaje feminista o es que ese matrimonio ya estaba condenado al fracaso...porque yo no haría eso si de verdad quiero a mi marido.
-Dos tipos de matrimonios: el aburrido y el raro. El raro (Emmanuelle+Peter) basó su relación en el sexo. Cuando el sexo se acaba o aburre, es mejor dejarlo. Lo malo es que ella está enamorada y hace cambios (look, el trato con él...) porque se la ve ilusionada con lo de ser madre. Peter se porta mal con ella, la hace abortar, la humilla...y luego ella se venga (¡normal!). El matrimonio aburrido (Hugh+Kristen) parece que se aman, pero luego cuando ella se acuesta con Emmanuelle parece que no...¿Polanski no cree en el matrimonio? ¿No le importa que su mujer haga esas escenas delante de él? ¿Es morboso?
-Los hombres: sus bajos instintos les traen problemas. Otra vez: mensaje feminista. Ellos solo piensan con la entrepierna.
-El final: tragedia (¿cómo la vida de Polanski?). El matrimonio raro, pecaminoso acaba mal. El matrimonio aburrido, pero formal, acaba junto (¿en serio?) No entiendo su concepto de "matrimonio", para eso que no se case la gente...
Las mujeres: llevan por dónde quieren a los hombres, usando sus encantos. Ellos, para divertirse, prefieren a las ligeras de cascos (recordemos que al final se casan porque ella lo tiene "agarrado"), pero para casarse, prefieren las más formalitas (matrimonio aburrido). Volvemos a lo mismo: hay las guarras y las formales (que al final no lo son tanto = ¿todas son unas ligeras de cascos?).

Polanski es un director que no deja indiferente y me gusta ver sus películas por ser distintas. Seguiré viéndolas.
8
13 de septiembre de 2020 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Lunas de Hiel" es un destacable thriller erótico, dirigido por el legendario director franco-polaco Roman Polanski y protagonizada por Hugh Grant, Peter Coyote y Emmanuelle Seigner. Un film que aborda los alcances más perturbadores y escabrosos de las relaciones de pareja más enfermizas. Un destacable ejercicio narrativo descendiendo a la perversidad más seductora de las relaciones humanas cuyo mayor mérito es una interesante que nunca decae y un correctísimo manejo del ritmo y tensión narrativos por parte del director. Inspirada en la novela homónima (1981) de Pascal Bruckner, y con guión del propio Roman Polanski, Gérard Brach y John Brownjohn, la cinta sumerge al espectador en las profundidades más ocultas de esa pequeña y loca cosa llamada “amor”, a través de una verdadera disección de sentimientos humanos como el amor más puro e incondicional, el deseo y el vicio, la pasión y la rutina, la renuncia a la voluntad propia y el engaño, la depravación y la venganza. En cierta medida, es una contundente muestra del amor en todas sus facetas, desde la magia del enamoramiento y la belleza del amor, pasando por la obsesión y el engaño como variantes de un amor enfermizo hasta el traspado de los límites más perversos y perturbadores como consecuencia de la muerte del amor.

De hecho, la exposición de la historia es realmente efectiva, entretenida y fascinante, incluso para el espectador que no sea asiduo a los thrillers eróticos. Narrada en forma de dos líneas temporales, la actual que sitúa a los dos matrimonios opuestos conviviendo perversa e incómodamente en el crucero y la otra en la forma de flashbacks en donde Oscar le cuenta a Nigel su depravada historia de amor con Mimi, somos testigos entonces de una radiografía completa sobre los oscuros caminos del amor, siendo en la práctica la línea actual de narración incluso un viaje bastante más perverso que la historia de Oscar y Mimi, como descubrirá y aprenderá dolorosa y brutalmente Nigel en el epílogo. Otras de las virtudes del film es la construcción de los personajes y su evolución narrativa en la trama. En el caso de la primera pareja, Oscar y Mimi, seremos testigos de la más interesante evolución narrativa de caracteres con él como un machista, vulgar y prácticamente pederasta escritor estadounidense afincado en París y ella como una muy joven ingenua y frágil que queda prendida por la labia y el mundo que el maduro conquistador ostenta al cortejarla. Sin embargo, conforme avanza la trama, él dejará de lado todo el idilio romántico para terminar por cansarse de la fragilidad y dependencia que la chica va desarrollando hacia él, aparte de sentir aversión por la obsesión que la bella parisina finalmente desarrolla, que la lleva a renunciar a su propia voluntad.

Este proceso de anulación personal será asumido por Oscar de una forma egoísta y cruel al punto de humillar a su pareja de las formas más impresentables como seducir a otras delante de ella, despreciarla en público y más aún obligándola a abortar el hijo que esperan. Sin embargo, lejos de detenerse en ella, veremos como se cambian los roles de dominación y manipulación luego del accidente de Oscar y su posterior fractura vertebral, cuando él termine siendo humillado una y otra vez por una Mimi que ha dejado de ser inocente y frágil convirtiéndose en una despampanante femme fatale que no perderá oportunidad para devolverle a Oscar cada una de las humillaciones y vejación que éste le hizo. Más aún, la enfermiza relación tendrá en el matrimonio de la pareja el epítome de la depravación con dos seres humanos que se necesitan mutuamente para vivir su tortuosa existencia e incluso extenderla a terceras personas. Este punto nos llevará a la segunda pareja, Nigel y Fiona, un matrimonio británico aburrido y sostenido por la resignación a la rutina y la apariencia social. Nigel es el típico hombre inmerso en un matrimonio tan molestamente perfecto que se siente muy cómodo en la rutina y que sabe disfrutar sin problemas unas vacaciones al más puro estilo burgués.

Las actuaciones son correctas, cuenta con un reparto protagónico sólido e interesante, sin embargo, si hay una química realmente destacable ésa es indudablemente la de Peter Coyote y Emmanuelle Seigner. En la que es probablemente su más memorable y recordada actuación, Coyote interpretando a Oscar realiza uno de los viajes al infierno más recordados del cine europeo, siendo su vida el epítome del exceso y desenfreno en la noche parisina, pero también la conclusión de un karma de aquellos. Seigner se echa literalmente encima gran parte del film con la que es, la interpretación de su carrera: deseable, ingenua, perversa, piadosa y despiadada. La esposa de Polanski demuestra tener no sólo la actitud de la juventud, sino también las capacidades interpretativas para generar atracción y temor al mismo tiempo. Hugh Grant y Kristin Scott Thomas, interpretan correctamente al matrimonio “perfecto” de Nigel y Fiona, siendo la primera de sus colaboraciones juntos. Grant, que se forjaría una carrera en comedias y dramas románticos a partir de este film, interpreta a un satisfecho y confiado hombre de mediana edad que cree estar manejando a la perfección la relación con su esposa Fiona, sin saber que caerá en la tentación que Oscar y Mimí le propone, y más aún la sorpresiva conducta de su esposa. En tanto, Thomas experimenta la evolución de la esposa insatisfecha y sumisa a una desinhibida y valiente mujer que se atreve a experimentar lo prohibido.

En definitiva, una cruda, bestial y notable radiografía al amor de pareja, desde sus más tiernos e idealistas orígenes hasta la destrucción más total del amor y su desviación a los caminos más perversos de la venganza. Una de las películas más intimistas de Polanski en donde juega con total impunidad con la capacidad del espectador de aceptar las reglas del juego del amor, sin medias tintas. Un viaje que supone traspasar etapas que pueden llevarnos a un camino sin retorno.
10
27 de noviembre de 2021 2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo lo que creas saber sobre "Lunas de hiel" sin haberla visto, es nulo. Yo pensaba que tenía el argumento re contra aprendido de memoria y me puse a verla sin altas expectativas, ya que, a pesar de que Polanski es un director que me encanta, siempre supuse que esta era una cinta inferior, quizás mala. Para nada... y de lo que me estaba perdiendo...

A ver, vale aclarar algo: no es "China Town" (1974), que es una obra maestra. No, no... "Lunas de hiel" se disfruta como toda buena película, pero se disfruta de otra manera. Primero te encuentras en relax, puedes saciar tus ansias de morbo porque el filme posee secuencias de alto voltaje erótico pero una vez que eso pasa, lejos de aburrirte, comienzas a disfrutar de verdad porque escenas de sexo se encuentran en cualquier lado, pero una trama tan tórrida, nauseabunda, repugnante, cruel, y fascinante al mismo tiempo, sólo un director como Polanski te la puede brindar.

No estoy de acuerdo con mencionar en primer lugar a Hugh Grant quien está lejos de ser el protagonista, por lo menos, desde mi perspectiva. Tanto él como actor, como su "Nigel" son meros juguetes, un pretexto para llegar a los auténticos protagonistas que son: Mimi y Oscar: Emmanuelle Seigner y Peter Coyote, que tengo que decir que están geniales.
Basada en la novela "Evil Angels" de Pascal Bruckner (que ya quiero leer), yo creo que tiene como base la sed de venganza. Meditándola mientras la veía, y dándole vueltas una vez finalizado el visionado, es lo que se me viene a la mente. No es un relato sobre infidelidad o sobre deseos reprimidos, o una cinta erótica más del montón, va mucho más allá.
"Lunas de hiel" es de esos productos que cumplen y superan tus expectativas. Te dejan en estado de satisfacción y con una sonrisa en el rostro involuntaria. No dejas de preguntarte: "¿Pero qué he visto?", y sólo por eso vale la pena darle una oportunidad.

Defectos: se alarga un poco en el tramo final aunque yo me la estaba pasando genial. El doblaje es malísimo así que si la encuentran en versión original con subtítulos mejor.

"No has hecho nada malo. Existes, eso es todo..."
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me sorprende que Nigel aún sabiendo los detalles más escalofriantes sobre la tormentosa relación de Oscar y Mimi, aún siguiera interesado en ella. Sí, es muy bella pero te puede dejar en silla de ruedas. Un tipo normal saldría corriendo aunque claro, el personaje de Hugh Grant está años luz de ser un hombre coherente, y es tan ingenuo que por eso la esposa le hace lo que le hace... o mejor dicho, ya se lo había hecho y él ni enterado. La secuencia de la fiesta de año nuevo es sensacional. Con un soundtrack tan maravilloso que desentona con la sordidez de la historia, lo que está ocurriendo y lo que significa.

No hacía falta hacer que Emmanuelle se ponga esas pelucas en el tramo medio de la película que todos nos damos cuenta de que es cabello falso y además, un look apagado que no corresponde con la mujer que conocimos inicialmente... se tendría que haber resuelto mejor ese diseño de vestuario para que no choque tanto.
4
22 de septiembre de 2021
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Profundamente superflua, no aporta nada interesante a las miles de historias sobre parejas y las fases de una relación. Celos, discusiones, locuras matrimoniales... No empatizo con ninguno de los personajes. No me interesa la historia que cuenta y guía la trama. Eso sí, soberbia actuación de Peter Coyote. Lo único que salva una película sin alma.
Dos enamorados que pasan por las fases típicas, que están algo trastornados y acaban bastante más trastornados. No me interesa.
Película erótica que hace las delicias del ego del director y de los pedantes amantes de lo que se supone que tiene que gustar a los pedantes: películas de culto porque así lo deciden, arte contemporáneo que sólo entiende un drogado, música para fumar, amantes de la moda menos funcional... Todo fachada, todo muy falso.
Un ascal vamos.
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