El hombre de al lado
2009 

6.8
7,256
Comedia. Drama
La película narra un conflicto entre vecinos que parece no tener fin. Una simple pared medianera puede dividir dos mundos, dos maneras de vestir, de comer, de vivir. De un lado Leonardo (Rafael Spregelburd), fino y prestigioso diseñador que vive en una casa realizada por Le Corbusier. Del otro lado Víctor (Daniel Aráoz), vendedor de coches usados, vulgar, rústico y avasallador. Víctor decide hacer una ventana para tener más luz, y ahí ... [+]
3 de agosto de 2024
3 de agosto de 2024
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Como recomendador serial de películas y series a veces me cuesta elegir que ver. Ayer antes de ver este film estaba hablando con un hermano de la vida y le dije que no sabía que película argentina ver, me recomendó esta, y cuando me dijo quienes actuaban, no lo dude. Sin duda una gran recomendación, una película que es cómica, pero el humor es oscuro y sutil, con grandes actuaciones.
Ya he dicho muchas veces que Rafael Spregelburd me parece un gran actor, en este film lo vuelve a demostrar. Hace un papel que, sin conocerlo personalmente, lo siento muy ajeno a él, por eso me pareció una gran actuación por su parte. Daniel Aráoz está espectacular, pareciera que no le hace falta mucho para transmitir miedo y respeto, logra capturar muy bien a este personaje, un personaje intenso, alguna vez me he cruzado con este tipo de gente y uno se debate entre lo bueno y lo malo. El resto del elenco acompaña bien.
Me gustó mucho como está filmada, la escena del comienzo es excelente. Las tomas a veces parecen extrañas, pero están muy bien, hay algo de esa cercanía o de esas tomas en las que vemos a dos personajes juntos, y a la vez lejos, que atrapa. La dirección me pareció muy buena, Mariano Cohn y Gastón Duprat están a cargo de la dirección y el guion, muy bien en todo sentido lo que hacen estos muchachos, a quiénes muchos habrán conocido por la serie ‘El encargado’.
La historia de estos dos polos opuestos peleando por algo tan simple y a la vez tan complejo como una ventana, está bien contada. Los polos están bien marcados y bien mostrados. La elección de los actores está muy bien también, no me imagino a otro en el lugar de Aráoz, con su particular voz, su particular forma de mirar y de hablar. El desarrollo de los personajes también es interesante, el que parece ser el ‘bueno’ no sabemos si realmente lo es, le pasan muchas cosas por dentro y demuestra otra cosa. El más simple es eso, un tipo simple que solo quiere unos rayitos de sol que entren en su casa, nada más. Quién complica las cosas es el ególatra, engreído que se cree mejor que todos y no puede permitir una ventana que dé a su casa, cuando su casa está hecha de vidrio prácticamente.
Una película argentina muy bien hecha, con una historia que no te viene a revolucionar nada, es de esas películas para ver y reír, también sentir un poco de cringe cuando se ve. Entender que estos dos personajes, estos dos seres, existen en nuestro día a día y quizás, solo quizás, vos podés ser uno de estos dos, fíjate cual querés ser.
Mi recomendación: Notable film nacional, buenos momentos divertidos.
Mi puntuación: 8/10
Donde Verla: Prime Video
Ya he dicho muchas veces que Rafael Spregelburd me parece un gran actor, en este film lo vuelve a demostrar. Hace un papel que, sin conocerlo personalmente, lo siento muy ajeno a él, por eso me pareció una gran actuación por su parte. Daniel Aráoz está espectacular, pareciera que no le hace falta mucho para transmitir miedo y respeto, logra capturar muy bien a este personaje, un personaje intenso, alguna vez me he cruzado con este tipo de gente y uno se debate entre lo bueno y lo malo. El resto del elenco acompaña bien.
Me gustó mucho como está filmada, la escena del comienzo es excelente. Las tomas a veces parecen extrañas, pero están muy bien, hay algo de esa cercanía o de esas tomas en las que vemos a dos personajes juntos, y a la vez lejos, que atrapa. La dirección me pareció muy buena, Mariano Cohn y Gastón Duprat están a cargo de la dirección y el guion, muy bien en todo sentido lo que hacen estos muchachos, a quiénes muchos habrán conocido por la serie ‘El encargado’.
La historia de estos dos polos opuestos peleando por algo tan simple y a la vez tan complejo como una ventana, está bien contada. Los polos están bien marcados y bien mostrados. La elección de los actores está muy bien también, no me imagino a otro en el lugar de Aráoz, con su particular voz, su particular forma de mirar y de hablar. El desarrollo de los personajes también es interesante, el que parece ser el ‘bueno’ no sabemos si realmente lo es, le pasan muchas cosas por dentro y demuestra otra cosa. El más simple es eso, un tipo simple que solo quiere unos rayitos de sol que entren en su casa, nada más. Quién complica las cosas es el ególatra, engreído que se cree mejor que todos y no puede permitir una ventana que dé a su casa, cuando su casa está hecha de vidrio prácticamente.
Una película argentina muy bien hecha, con una historia que no te viene a revolucionar nada, es de esas películas para ver y reír, también sentir un poco de cringe cuando se ve. Entender que estos dos personajes, estos dos seres, existen en nuestro día a día y quizás, solo quizás, vos podés ser uno de estos dos, fíjate cual querés ser.
Mi recomendación: Notable film nacional, buenos momentos divertidos.
Mi puntuación: 8/10
Donde Verla: Prime Video
17 de enero de 2025
17 de enero de 2025
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"El hombre de al lado" tiene como principal escenario la Casa Curutchet, el único edificio residencial que el arquitecto suizo Le Corbusier diseñó en todo América, ubicado en la ciudad argentina de La Plata y considerado una obra maestra de la arquitectura moderna. Esta singularidad arquitectónica marca el devenir del segundo largometraje de ficción de los realizadores argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat.
La película parte de un suceso aparentemente anecdótico (la construcción de una ventana en la pared medianera que colinda con semejante joya artística por parte de un vecino de diferente condición social) que pronto trasciende gracias a un sólido guión que, plagado de matices y dobles lecturas, elabora un notable relato familiar e interclasista a la vez que profundiza en un conflicto humano de naturaleza doméstica en el que se mezcla comedia, drama y sátira social con evidente acierto.
"El hombre de al lado" alcanza su mayor interés en la brillante descripción de personajes y situaciones y en su peculiar puesta en escena. Tanto el snob diseñador Leonardo (estupendo Rafael Spregelburd) y su burguesa y superficial familia, como el rudo y rústico vecino Víctor (espléndido Daniel Aráoz) componen una galería de arquetipos humanos fácilmente reconocibles, con todas sus miserias, frustraciones, aspiraciones y miedos. Todo ello narrado con gran sobriedad, dentro de una puesta en escena sin elementos decorativos ni artificios estéticos como corresponde a las líneas limpias y depuradas del edificio de Le Corbusier.
En resumen, un film notable que, dentro de su aparente tono de comedia intrascendente, contiene una sátira social de hondo calado que alcanza su clímax en el precipitado e inesperado desenlace.
La película parte de un suceso aparentemente anecdótico (la construcción de una ventana en la pared medianera que colinda con semejante joya artística por parte de un vecino de diferente condición social) que pronto trasciende gracias a un sólido guión que, plagado de matices y dobles lecturas, elabora un notable relato familiar e interclasista a la vez que profundiza en un conflicto humano de naturaleza doméstica en el que se mezcla comedia, drama y sátira social con evidente acierto.
"El hombre de al lado" alcanza su mayor interés en la brillante descripción de personajes y situaciones y en su peculiar puesta en escena. Tanto el snob diseñador Leonardo (estupendo Rafael Spregelburd) y su burguesa y superficial familia, como el rudo y rústico vecino Víctor (espléndido Daniel Aráoz) componen una galería de arquetipos humanos fácilmente reconocibles, con todas sus miserias, frustraciones, aspiraciones y miedos. Todo ello narrado con gran sobriedad, dentro de una puesta en escena sin elementos decorativos ni artificios estéticos como corresponde a las líneas limpias y depuradas del edificio de Le Corbusier.
En resumen, un film notable que, dentro de su aparente tono de comedia intrascendente, contiene una sátira social de hondo calado que alcanza su clímax en el precipitado e inesperado desenlace.
24 de marzo de 2017
24 de marzo de 2017
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relato sobrecogedor y descarnado de la esencia humana que subyace bajo la plácida apariencia de la clase media. Dilema moral que se ve con gran interés y es simiente de El ciudadano ilustre, también de Cohn y Duprat.
18 de abril de 2012
18 de abril de 2012
6 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veamos, de un lado tenemos a un pijo redomado, de oficio diseñador, con una hija adolescente con síntomas evidentes de autismo y una señora que le pide un piquito de vez en cuando pero que de follar ni hablamos. Por el otro tenemos a un friki, de oficio nisesabe, sin hijos y sin señora pero con muchas ganas de abrir una ventana a un patio interior que justamente va a dar a la casa de diseño del pijo.
En principio el asunto da juego. Con estos dos personajes contrapuestos se plantea un conflicto vecinal de difícil resolución: uno quiere la ventana y el otro no. Esto va a dar lugar a situaciones muy divertidas, planteadas desde un humor bastante negrillo y con mucha mala leche, sobre todo hacia el lado del diseñador pijo, que está claro que no goza de las simpatías de los directores-guionistas.
Hay, por tanto, un buen plan... pero un desarrollo muy pobre. A pesar de lo divertido y lo jugoso del asunto, se deja traslucir un tufo demagógico que echa bastante patrás. Por ejemplo, por qué la vida del pijo es tan desastrosa, la mujer tan frígida y la hija tan rarita? De verdad los pijos ricos y exitosos son tan desgraciados? Yo diría que en la vida real cualquier tipo de éstos hace muchos años que hubiera prescindido sin complejos ni remordimientos de la señora estirada y se hubiera liado con algún pibón de 20 años. Dinero, buena planta, prestigio social y glamour no le faltan. Pero claro, eso no serviría a la historia que nos quieren contar, en la cual es preciso que el rico sea muy desgraciado y el pobre, que sólo quiere una ventana para que le entre el sol, mucho más feliz, resolutivo, vividor y dicharachero.
Y no cuela porque en la vida real el señor que quiere su ventana está mucho más cabreado y difícilmente va a encontrar a un pepinaco como el de la película para refocilarse mientras discute con el vecino. Y en la vida real ya sabemos que el diseñador pijo hace mucho tiempo que habría cambiado de señora y a la niña autista la habría mandado a un internado suizo o a estudiar inglés en Australia mismo.
Creo sinceramente que la propuesta y la intención son buenas pero las trampillas estas de andar por casa para que el espectador polarice a los personajes y tome un clarísimo partido perjudican seriamente a la historia.
De todas formas es una peli que recomiendo. Se pasa un buen rato y tiene un inquietante tono thrillercómico que va in crescendo hasta llegar a un final que, bueno, a ver cómo lo digo... pega un tremendo planchazo. Y hasta aquí puedo contar
En principio el asunto da juego. Con estos dos personajes contrapuestos se plantea un conflicto vecinal de difícil resolución: uno quiere la ventana y el otro no. Esto va a dar lugar a situaciones muy divertidas, planteadas desde un humor bastante negrillo y con mucha mala leche, sobre todo hacia el lado del diseñador pijo, que está claro que no goza de las simpatías de los directores-guionistas.
Hay, por tanto, un buen plan... pero un desarrollo muy pobre. A pesar de lo divertido y lo jugoso del asunto, se deja traslucir un tufo demagógico que echa bastante patrás. Por ejemplo, por qué la vida del pijo es tan desastrosa, la mujer tan frígida y la hija tan rarita? De verdad los pijos ricos y exitosos son tan desgraciados? Yo diría que en la vida real cualquier tipo de éstos hace muchos años que hubiera prescindido sin complejos ni remordimientos de la señora estirada y se hubiera liado con algún pibón de 20 años. Dinero, buena planta, prestigio social y glamour no le faltan. Pero claro, eso no serviría a la historia que nos quieren contar, en la cual es preciso que el rico sea muy desgraciado y el pobre, que sólo quiere una ventana para que le entre el sol, mucho más feliz, resolutivo, vividor y dicharachero.
Y no cuela porque en la vida real el señor que quiere su ventana está mucho más cabreado y difícilmente va a encontrar a un pepinaco como el de la película para refocilarse mientras discute con el vecino. Y en la vida real ya sabemos que el diseñador pijo hace mucho tiempo que habría cambiado de señora y a la niña autista la habría mandado a un internado suizo o a estudiar inglés en Australia mismo.
Creo sinceramente que la propuesta y la intención son buenas pero las trampillas estas de andar por casa para que el espectador polarice a los personajes y tome un clarísimo partido perjudican seriamente a la historia.
De todas formas es una peli que recomiendo. Se pasa un buen rato y tiene un inquietante tono thrillercómico que va in crescendo hasta llegar a un final que, bueno, a ver cómo lo digo... pega un tremendo planchazo. Y hasta aquí puedo contar
18 de noviembre de 2010
18 de noviembre de 2010
3 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante propuesta del cine argentino con una sorpresiva labor de un cómico como Daniel Araoz en un papel que se lo muestra muy contenido. Humor inteligente, cínico y agridulce. Muy buen guión, a mi parecer lo más flojo es la fotografía.
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