Carmina o revienta.
6.1
21,935
Comedia. Drama
Carmina es una señora de 58 años que regenta una venta en Sevilla donde se venden productos ibéricos. Tras sufrir varios robos y no encontrar el apoyo de la aseguradora, inventa una manera de recuperar el dinero para sacar a su familia adelante. Mientras espera el desenlace de su plan reflexiona en la cocina de su casa sobre su vida, obra y milagros. (FILMAFFINITY)
6 de enero de 2014
6 de enero de 2014
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
No, señores míos, no se me pongan ahora tan serios y tan estupendos, que a fin de cuentas esto es lo que es y aquí hemos venido para lo que hemos venido. Y si de paso por el camino nos echamos tres o cuatro risas, pues eso que nos llevamos a la tumba miren ustedes. Paco León siempre lo ha tenido muy claro, y por eso también ha sabido transmitirnos desde el principio y de forma natural esa imagen de tipo cercano y simpático que cae bien a todo el mundo. Un tipo sin complejos, sin vergüenza (separado esto último) y capaz de reírse hasta de su propia sombra. ¿O ya no se acuerdan de las descacharrantes no-críticas cinematográficas de su Raquel Revuelta en el irrepetible “Homo zapping”?
En su debut detrás de las cámaras, León sigue fiel a esa imagen que de él conocemos. Sigue siendo el Luisma o la Revuelta, solo que esta vez cediendo protagonismo a otros. Y nada menos que a su familia, a su hermana, la María, a su padre, y sobre todo a Carmina, su madre, la auténtica reina de la función (se supone que hecha desde el cariño y previo pacto entre todos los involucrados en ella). Será por eso de que no hay nada como reírse de uno mismo o de lo que tenemos más cerca para adquirir el derecho de poder reírnos a partir de ahí de todo lo demás. Confieso que durante la escasa hora y diez que dura esta película me he sonreído, me he reído e incluso carcajeado, he sentido vergüenza ajena y hasta propia, volviendo a sentir lo sano que es utilizar a otros como espejo de las miserias de uno mismo.
Y es que esta insólita opera prima opta por convertirse en una auténtica coctelera en la que cabe casi de todo. Su autor combina géneros tan tradicionalmente denostados como el “reallity show” (aquí más show que reallity), la sit com televisiva, que él tan bien conoce, o los espectáculos de monólogos. Aquí se dan la mano lo freak y lo choni con la caspa, lo zafio y lo hortera. Y el resultado de todo este mejunje, con apariencia de falso documental y hasta de falsa película, es algo extraña y asombrosamente sutil. Y bastante más digno de lo que en un principio pudiera parecer.
Hay también por supuesto mucho cachondeo, gracias sobre todo al talento de su protagonista, una no actriz con una vis cómica innata y una gracia en el cuerpo que no se pué aguantá. Ella solita se basta y se sobra para llevar el peso de la obra. Su hijo solo tiene que sentarla a la mesa de la cocina un día cualquiera a las seis de la mañana y dejar que empiece a largar por esa boquita. Y así, pitillo va, pitillo viene, la mujer nos va desgranando su vida y milagros hasta ese climax in crescendo en el que la cocina acaba convirtiéndose en una especie de pequeño confesionario. Y Carmina a su vez deviene en un cruce imposible entre Carmen Sotillo y Chiquito de la Calzada. No sé cómo los clubes de la comedia y demás no se fijan en ella ni porqué Paco León ha tardado tanto tiempo en descubrirnos esa joyita que tenía en casa.
Catherine y Martin Scorsese, Pedro Almodóvar y Paca Caballero, Geena Rowlands y Nick Cassavettes… Ahora esa exclusiva galería de hijos y mamis de cine se amplía con la llegada de Paco y Carmina. Queda por saber si el curioso experimento que ha sido su debut cinematográfico resiste bien el paso del tiempo. Y si la propia Carmina, lejos de reventarse, se reinventa y aguanta el tirón o acaba quemada como los sketches navideños de Martes y 13. De momento que nos quiten y le quiten lo bailao.
En su debut detrás de las cámaras, León sigue fiel a esa imagen que de él conocemos. Sigue siendo el Luisma o la Revuelta, solo que esta vez cediendo protagonismo a otros. Y nada menos que a su familia, a su hermana, la María, a su padre, y sobre todo a Carmina, su madre, la auténtica reina de la función (se supone que hecha desde el cariño y previo pacto entre todos los involucrados en ella). Será por eso de que no hay nada como reírse de uno mismo o de lo que tenemos más cerca para adquirir el derecho de poder reírnos a partir de ahí de todo lo demás. Confieso que durante la escasa hora y diez que dura esta película me he sonreído, me he reído e incluso carcajeado, he sentido vergüenza ajena y hasta propia, volviendo a sentir lo sano que es utilizar a otros como espejo de las miserias de uno mismo.
Y es que esta insólita opera prima opta por convertirse en una auténtica coctelera en la que cabe casi de todo. Su autor combina géneros tan tradicionalmente denostados como el “reallity show” (aquí más show que reallity), la sit com televisiva, que él tan bien conoce, o los espectáculos de monólogos. Aquí se dan la mano lo freak y lo choni con la caspa, lo zafio y lo hortera. Y el resultado de todo este mejunje, con apariencia de falso documental y hasta de falsa película, es algo extraña y asombrosamente sutil. Y bastante más digno de lo que en un principio pudiera parecer.
Hay también por supuesto mucho cachondeo, gracias sobre todo al talento de su protagonista, una no actriz con una vis cómica innata y una gracia en el cuerpo que no se pué aguantá. Ella solita se basta y se sobra para llevar el peso de la obra. Su hijo solo tiene que sentarla a la mesa de la cocina un día cualquiera a las seis de la mañana y dejar que empiece a largar por esa boquita. Y así, pitillo va, pitillo viene, la mujer nos va desgranando su vida y milagros hasta ese climax in crescendo en el que la cocina acaba convirtiéndose en una especie de pequeño confesionario. Y Carmina a su vez deviene en un cruce imposible entre Carmen Sotillo y Chiquito de la Calzada. No sé cómo los clubes de la comedia y demás no se fijan en ella ni porqué Paco León ha tardado tanto tiempo en descubrirnos esa joyita que tenía en casa.
Catherine y Martin Scorsese, Pedro Almodóvar y Paca Caballero, Geena Rowlands y Nick Cassavettes… Ahora esa exclusiva galería de hijos y mamis de cine se amplía con la llegada de Paco y Carmina. Queda por saber si el curioso experimento que ha sido su debut cinematográfico resiste bien el paso del tiempo. Y si la propia Carmina, lejos de reventarse, se reinventa y aguanta el tirón o acaba quemada como los sketches navideños de Martes y 13. De momento que nos quiten y le quiten lo bailao.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Momentos delirantes y antológicos: la persecución en taxi a los chorizos de la furgoneta, el episodio del lavado vaginal y el de la amiga de Mayra Gómez Kemp y de la reina.
10 de agosto de 2012
10 de agosto de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta que Paco León sea valiente. Es indudable el talento que tiene, desde Homozapping se le veía que era un genio. Es indudable que le ha plantado cara a todo aquel que ha tenido que plantársela. Es indudable que ahora es respetado y querido; sin embargo, no es indudable que su ópera prima es mejorable y aún es menos indudable el sentido de la película.
Hay películas (por suerte una minoría a mi entender) que es necesario saber que ha querido hacer el director para puntuarlas mejor o peor. En este sentido, si Paco León quiso mostrar lo guay que es ser como su madre pues me parece lamentable, si quiso criticar a la sociedad sevillana, entonces ya voy estando más de acuerdo.
Leyendo críticas he podido ver como un usuario decía que si Almodovar ha triunfado con su cine en todo el mundo, porque no Paco León puede hacerlo. A mi no me gusta Almodovar, Paco León me encanta salvo en esta película en la que sin ser horrible no me termina de encandilar.
Mi máximo apoyo a Paco León y a su forma de hacer las cosas en el mundo del cine. Ojalá su próxima película me guste más.
Hay películas (por suerte una minoría a mi entender) que es necesario saber que ha querido hacer el director para puntuarlas mejor o peor. En este sentido, si Paco León quiso mostrar lo guay que es ser como su madre pues me parece lamentable, si quiso criticar a la sociedad sevillana, entonces ya voy estando más de acuerdo.
Leyendo críticas he podido ver como un usuario decía que si Almodovar ha triunfado con su cine en todo el mundo, porque no Paco León puede hacerlo. A mi no me gusta Almodovar, Paco León me encanta salvo en esta película en la que sin ser horrible no me termina de encandilar.
Mi máximo apoyo a Paco León y a su forma de hacer las cosas en el mundo del cine. Ojalá su próxima película me guste más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Carmina regenta una venta de productos ibéricos en las afueras de Sevilla, ella va tirando como puede y saca adelante a su familia como mejor sabe. Sus chanchullos y tejemanejes no tienen límite, dándose situaciones verdaderamente graciosas y que realmente ocurren a día de hoy (como revierte la situación en el choque que tiene su hija con el coche y como "espanta" al cobrador del frac es bastante gracioso). Luego hay muchas cosas que de lo toscas que son no me terminan de hacer reír tanto, me rio pero no tanto (como el pedo con cagalera incluida en el coche). El chanchullo de los jamones dejando dos pa la comunión del niño es una cosa que tiene su gracia, pero da más verguenza que gracia (repito que no se la intención del gran Paco León, y casi prefiero no saberla).
9 de octubre de 2012
9 de octubre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paco León tiene gracia y aquí lo demuestra. Una gracia andaluza que quizá no se entienda bien fuera de allí, no digamos en otros países. Pero Paco León no demuestra tener mucho dentro, porque no emociona en ningún momento.
Hay escenas que hacen reír, mucho. Y otras que dan asco, como la cagada en el coche.
Todo es muy artesanal, sin ritmo, pero se salva por la interpretación, muy buena gente que se merecería un guión y una dirección con más arte.
No pienso que se merezca la absoluta descalificación de algunas críticas, pero tampoco los elogios de otras.
Es un experimento interesante, que muestra aunque parcialmente aspectos de la cultura andaluza o, mejor, seviillana.
Y ese abuso de los tacos llega a hacerlos inexpresivos. Paco León no tiene contención y eso le pierde.
Hay escenas que hacen reír, mucho. Y otras que dan asco, como la cagada en el coche.
Todo es muy artesanal, sin ritmo, pero se salva por la interpretación, muy buena gente que se merecería un guión y una dirección con más arte.
No pienso que se merezca la absoluta descalificación de algunas críticas, pero tampoco los elogios de otras.
Es un experimento interesante, que muestra aunque parcialmente aspectos de la cultura andaluza o, mejor, seviillana.
Y ese abuso de los tacos llega a hacerlos inexpresivos. Paco León no tiene contención y eso le pierde.
30 de abril de 2014
30 de abril de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Paco León es una de esos actores que nada tienen que ver con los personajes que interpreta, el personaje del "Luisma" o los personajes que interpreta en Homozapping le han dado gran fama de actor de comedia, merecido por cierto, pues tienen realmente mucha gracia, sin embargo nada tiene que ver esos personajes con Paco León como persona. Paco León no es una persona "graciosa" como sus personajes, tampoco es alguien con chispa sino más bien todo lo contrario, cuando es entrevistado no es dado a salir con chistes o bromas sino que casi hay que robarle las palabras de la boca. A simple vista parece una persona tímida o introvertida con un sentido del humor muy medido y nada amigo de la improvisación o la espontaneidad. Este caracter (perfectamente respetable por cierto...) se plasma diréctamente en esta película, Carmina o Revienta es aburrida, no tiene gracia, se hace muuuuy lenta y sus personajes son "dificiles" de empatizar, sin entrar ya en el mal gusto de "ensalzar" los tópicos del Andaluz vago-maleante, o la normalización de comportamientos desagradables y groseros. Lo siento pero creo que Paco León debería dedicarse a lo que realmente hace muy bien que es interpretar el guión que escriben otros.
6 de febrero de 2015
6 de febrero de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acabó la película ? Si ? De verdad ? Porque durante 70 minutos yo solo he visto lo que veo a diario en muchos barrios de este país, no aporta nada que no veas 20 veces a la semana, así que yo no entendi si la película empezó o termino ya.
Yo cuando veo cine quiero ver historia que me lleven a otros mundos lejos del mío, no quiero ver la cotidianidad que veo siempre en el dia.
Yo cuando veo cine quiero ver historia que me lleven a otros mundos lejos del mío, no quiero ver la cotidianidad que veo siempre en el dia.
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