El origen
2010 

8.0
159,853
Ciencia ficción. Thriller. Intriga. Acción
Dom Cobb (DiCaprio) es un experto en el arte de apropiarse, durante el sueño, de los secretos del subconsciente ajeno. La extraña habilidad de Cobb le ha convertido en un hombre muy cotizado en el mundo del espionaje, pero también lo ha condenado a ser un fugitivo y, por consiguiente, a renunciar a llevar una vida normal. Su única oportunidad para cambiar de vida será hacer exactamente lo contrario de lo que ha hecho siempre: la ... [+]
9 de agosto de 2010
9 de agosto de 2010
29 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Perplejo me he quedado con este inclasificable tour de force onírico. Pasmado y avasallado por su complejidad estructural y formal, su concepción de la psique humana y su laberinto narrativo. Debe ser el film de arte y ensayo más caro de la historia, porque esto de blockbuster veraniego tiene lo que yo de monja. ¿Cuánto hacía que un film supuestamente comercial trataba al espectador de forma inteligente, sin concesiones a la galería? Pues tal vez desde “El caballero oscuro”. De esta manera se confirma Christopher Nolan como uno de los cineastas más interesantes del último Hollywood, junto con otros maestros incipientes como David Fincher.
“Origen” trata de… mejor no saberlo. Lo mejor es ir y ver esta historia de sabotaje neuronal lo más vírgenes posibles, con la mente abierta y despejada, pues va a requerir de toda vuestra atención para ser paladeada como merece por la cantidad de elementos que maneja: su concepción de inmersión en los diferentes niveles del subconsciente, la materia de la que están hechos los sueños, la naturaleza de las ideas, los simbolismos arquetípicos y un largo etc.
Nolan elabora un thriller de ciencia ficción que bebe de diferentes influencias científicas (con una concepción de lo onírico y la fase delta del sueño que parece abrazar la psicología analítica de Carl Jung), literarias (“Neuromante” de William Gibson, “Las ruinas circulares“ de Borges) y cinematográficas (“Matrix”, “Misión Imposible”, “Dark City”, “El truco final”...) creando un ecléctico y superlativo microcosmos con sus propias reglas y (i)limitaciones.
No es film de evasión para verse y ser olvidado al salir de la sala, sino que permanece días después dando vueltas en la memoria. Un ejercicio de monumental arquitectura cinematográfica multidimensional, fascinante e imprescindible para los amantes de la ciencia ficción; es muy pronto como para afirmarlo, pero posiblemente ha nacido un nuevo clásico referencial, un genial juego de Morfeo con muñecas rusas de un sueño dentro de otro sueño, dentro de otro sueño, dentro de otro sueño…
(Análisis del esqueleto básico de “Origen” en spoiler)
“Origen” trata de… mejor no saberlo. Lo mejor es ir y ver esta historia de sabotaje neuronal lo más vírgenes posibles, con la mente abierta y despejada, pues va a requerir de toda vuestra atención para ser paladeada como merece por la cantidad de elementos que maneja: su concepción de inmersión en los diferentes niveles del subconsciente, la materia de la que están hechos los sueños, la naturaleza de las ideas, los simbolismos arquetípicos y un largo etc.
Nolan elabora un thriller de ciencia ficción que bebe de diferentes influencias científicas (con una concepción de lo onírico y la fase delta del sueño que parece abrazar la psicología analítica de Carl Jung), literarias (“Neuromante” de William Gibson, “Las ruinas circulares“ de Borges) y cinematográficas (“Matrix”, “Misión Imposible”, “Dark City”, “El truco final”...) creando un ecléctico y superlativo microcosmos con sus propias reglas y (i)limitaciones.
No es film de evasión para verse y ser olvidado al salir de la sala, sino que permanece días después dando vueltas en la memoria. Un ejercicio de monumental arquitectura cinematográfica multidimensional, fascinante e imprescindible para los amantes de la ciencia ficción; es muy pronto como para afirmarlo, pero posiblemente ha nacido un nuevo clásico referencial, un genial juego de Morfeo con muñecas rusas de un sueño dentro de otro sueño, dentro de otro sueño, dentro de otro sueño…
(Análisis del esqueleto básico de “Origen” en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A continuación, a grandes rasgos y obviando muchos detalles y desarrollos de personajes, explico mi visión de la dinámica básica en la que se desarrolla el puzzle de Nolan, del cual desgranar toda su riqueza y detalle sería asunto de muchas más páginas…
Esta es la historia de un sabotaje mental, al igual que films bélicos tipo “Los cañones de Navarone” donde un equipo de especialistas se dispone a penetrar en un territorio enemigo para bombardear un objetivo; este “Dream Team” hace lo propio pero dentro del territorio de la mente (dentro de la fase delta del sueño, la más profunda) del heredero de un imperio (Cillian Murphy), para implantarle una simple idea (bomba) en lo más hondo de su psique: renunciar a la herencia de su padre, para así impedir el desarrollo de un monopolio energético que desequilibraría el orden mundial. Para ello intentan llevar a cabo el rocambolesco proyecto “Origen”, descendiendo a través de los niveles del subconsciente de su víctima, pero claro, las cosas no son tan simples y la mente del líder del equipo Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) lleva cierto bagaje que interferirá en la misión.
Y ese bagaje no es otro que la culpabilidad que acarrea por haber implantado mediante “Origen” una idea en la mente de su propia mujer (Marion Cotillard), con trágicos resultados. En el pasado, ambos compartieron un sueño dónde eran demiurgos felices que construían su propio mundo a su antojo. Volver a la insípida vida cotidiana tras esto es harto difícil para la mujer, por lo que él trata de devolverla a la realidad inyectándole la idea de tener que suicidarse dentro del sueño que ambos compartían para despertarse, ya que ella no quería salir del perfecto mundo onírico. El inesperado efecto (“las ideas son como virus") es que al despertar, la idea sigue arraigada independientemente del nivel de consciencia que uno esté, pues esta se aferra en lo más profundo de la psique, por lo que aún en el nivel real, ella sigue convencida de que es otro nivel de sueño y se suicida para poder despertarse. Esta culpabilidad se materializa en la proyección destructiva de la mente de Cobb de su propia mujer, que aparece constantemente para desmantelarlo todo como figura hostil.
A partir de estas premisas, el film es una alambicada sucesión de niveles dentro de niveles interdependientes entre sí, a modo de fichas de dominó en que si cae la primera, caen todas, en los que cada vez que se pasa a una fase de sueño más profunda, el tiempo se dilata y el peligro aumenta. Cada nivel se distingue por su clima, lapso temporal y ambientación (La furgoneta en la lluvia, el interior del hotel, el paraje nevado y la ciudad en ruinas), creando una diferenciación que ayuda a seguir la fascinante y enrevesada trama, cuyo final abierto con peonza ¿basculante? es la guinda que colma esta obra cumbre de la ciencia ficción.
Esta es la historia de un sabotaje mental, al igual que films bélicos tipo “Los cañones de Navarone” donde un equipo de especialistas se dispone a penetrar en un territorio enemigo para bombardear un objetivo; este “Dream Team” hace lo propio pero dentro del territorio de la mente (dentro de la fase delta del sueño, la más profunda) del heredero de un imperio (Cillian Murphy), para implantarle una simple idea (bomba) en lo más hondo de su psique: renunciar a la herencia de su padre, para así impedir el desarrollo de un monopolio energético que desequilibraría el orden mundial. Para ello intentan llevar a cabo el rocambolesco proyecto “Origen”, descendiendo a través de los niveles del subconsciente de su víctima, pero claro, las cosas no son tan simples y la mente del líder del equipo Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) lleva cierto bagaje que interferirá en la misión.
Y ese bagaje no es otro que la culpabilidad que acarrea por haber implantado mediante “Origen” una idea en la mente de su propia mujer (Marion Cotillard), con trágicos resultados. En el pasado, ambos compartieron un sueño dónde eran demiurgos felices que construían su propio mundo a su antojo. Volver a la insípida vida cotidiana tras esto es harto difícil para la mujer, por lo que él trata de devolverla a la realidad inyectándole la idea de tener que suicidarse dentro del sueño que ambos compartían para despertarse, ya que ella no quería salir del perfecto mundo onírico. El inesperado efecto (“las ideas son como virus") es que al despertar, la idea sigue arraigada independientemente del nivel de consciencia que uno esté, pues esta se aferra en lo más profundo de la psique, por lo que aún en el nivel real, ella sigue convencida de que es otro nivel de sueño y se suicida para poder despertarse. Esta culpabilidad se materializa en la proyección destructiva de la mente de Cobb de su propia mujer, que aparece constantemente para desmantelarlo todo como figura hostil.
A partir de estas premisas, el film es una alambicada sucesión de niveles dentro de niveles interdependientes entre sí, a modo de fichas de dominó en que si cae la primera, caen todas, en los que cada vez que se pasa a una fase de sueño más profunda, el tiempo se dilata y el peligro aumenta. Cada nivel se distingue por su clima, lapso temporal y ambientación (La furgoneta en la lluvia, el interior del hotel, el paraje nevado y la ciudad en ruinas), creando una diferenciación que ayuda a seguir la fascinante y enrevesada trama, cuyo final abierto con peonza ¿basculante? es la guinda que colma esta obra cumbre de la ciencia ficción.
6 de agosto de 2010
6 de agosto de 2010
25 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
La industria cinematográfica esperaba el estreno de este filme con una gran (y justificada) expectación. Y es que mucho puede cambiar en aquélla si, como parece, la película de Nolan acaba siendo un éxito. Efectivamente, en un momento de crisis profunda (en cuanto a calidad, no a recaudación) del 7º arte (revisen las últimas ganadoras de los Oscar...), el éxito de esta película es casi la única oportunidad para que pueda invertirse esta situación. ¿Por qué? Pues porque después de 'Inception' y su éxito, los directivos de la Industria empezarán a financiar con grandes sumas de dinero guiones arriesgados y originales.
Además, hace tiempo que se viene percibiendo un cierto hastío en el público, que empieza a estar cansado (al fin) de constantes 'remakes', héroes de cómics, vampiros cursis y hombres-lobo con la testosterona a punto de ebullición. Y esta película puede cambiar todo eso. ¡Hurra! Ahora bien, eso no quiere decir que 'Inception' sea la obra maestra que apuntan algunos. No way!
La idea central de la película (el análisis del mundo de los sueños) no es original, como algunos ya han apuntado por aquí. Pero sí me lo parece el tratamiento que le da Nolan. Además, es más o menos entretenida (sobre todo al principio). Pero no basta. Para ser una película excelente hace falta mucho más.
Por ejemplo, que los personajes estén trabajados, para que puedas implicarte emocionalmente con ellos. Y no, aquí no sucede. Di Caprio es el que tiene más enjundia, pero Ellen Page vuelve a hacer de 'Juno' (o sea, de superdotada-repelente-sabelotodo), y Marion Cotillard vuelve a explotar la supuesta fragilidad y glamour 'Made in France' que tanto chifla a los Usamericanos. ¿Alguien recuerda a Watanabe y Caine?
Además, Nolan intenta forzar tanto esa supuesta idea brillante y original llevándola tan al límite... que acaba por descarrilar. Y algo parecido sucede con los efectos sonoros. Son estupendos, sí, ¿pero es necesario que estén a volumen 11 todo el tiempo, lo que hace que casi ni puedas entender los diálogos finales? El señor Nolan cree, en síntesis, que todos los excesos están justificados, sólo porque su idea es maravillosa.
Y es por eso por lo que, a pesar de que el director ha puesto especial empeño para que su película se entienda (concesiones ineludibles al cine comercial), es inevitable soltar alguna que otra carcajada con las pajas mentales (subconscientes o incosncientes... o tal vez conscientes, vaya ud. a saber) que se monta más de un personaje del filme. Porque es también excesivamente pretenciosa. Demasiado. Parece como si Nolan quisiera demostrar constantemente que es el más listo de la clase.
En resumen: una película normalita, subida a los altares por una crítica que espera con verdaderas ansias que Nolan pueda ser el salvador del Cine en esta década ominosa, como Coppola y sus colegas (Cimino, Scorsese o Lucas) lo fueron en los 70's. Sólo que éstos (sobre todo alguno) eran mucho mejores que el director de 'Memento'...
Además, hace tiempo que se viene percibiendo un cierto hastío en el público, que empieza a estar cansado (al fin) de constantes 'remakes', héroes de cómics, vampiros cursis y hombres-lobo con la testosterona a punto de ebullición. Y esta película puede cambiar todo eso. ¡Hurra! Ahora bien, eso no quiere decir que 'Inception' sea la obra maestra que apuntan algunos. No way!
La idea central de la película (el análisis del mundo de los sueños) no es original, como algunos ya han apuntado por aquí. Pero sí me lo parece el tratamiento que le da Nolan. Además, es más o menos entretenida (sobre todo al principio). Pero no basta. Para ser una película excelente hace falta mucho más.
Por ejemplo, que los personajes estén trabajados, para que puedas implicarte emocionalmente con ellos. Y no, aquí no sucede. Di Caprio es el que tiene más enjundia, pero Ellen Page vuelve a hacer de 'Juno' (o sea, de superdotada-repelente-sabelotodo), y Marion Cotillard vuelve a explotar la supuesta fragilidad y glamour 'Made in France' que tanto chifla a los Usamericanos. ¿Alguien recuerda a Watanabe y Caine?
Además, Nolan intenta forzar tanto esa supuesta idea brillante y original llevándola tan al límite... que acaba por descarrilar. Y algo parecido sucede con los efectos sonoros. Son estupendos, sí, ¿pero es necesario que estén a volumen 11 todo el tiempo, lo que hace que casi ni puedas entender los diálogos finales? El señor Nolan cree, en síntesis, que todos los excesos están justificados, sólo porque su idea es maravillosa.
Y es por eso por lo que, a pesar de que el director ha puesto especial empeño para que su película se entienda (concesiones ineludibles al cine comercial), es inevitable soltar alguna que otra carcajada con las pajas mentales (subconscientes o incosncientes... o tal vez conscientes, vaya ud. a saber) que se monta más de un personaje del filme. Porque es también excesivamente pretenciosa. Demasiado. Parece como si Nolan quisiera demostrar constantemente que es el más listo de la clase.
En resumen: una película normalita, subida a los altares por una crítica que espera con verdaderas ansias que Nolan pueda ser el salvador del Cine en esta década ominosa, como Coppola y sus colegas (Cimino, Scorsese o Lucas) lo fueron en los 70's. Sólo que éstos (sobre todo alguno) eran mucho mejores que el director de 'Memento'...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final te acaba importando un pito si Watanabe muere o no, o si tienen éxito en la misión. Lo único que quieres es que despierten de una vez y acaben la angustia...¡y los ruidos!
Y para colmo, cuando ya esperas que Nolan no la vuelva a liar más... ¡¡te planta ese final!! ¡¡Noooooooooo!!
Sr. Nolan... ¿para cuándo la próxima de Batman?
Y para colmo, cuando ya esperas que Nolan no la vuelva a liar más... ¡¡te planta ese final!! ¡¡Noooooooooo!!
Sr. Nolan... ¿para cuándo la próxima de Batman?
10 de agosto de 2010
10 de agosto de 2010
34 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que fue a finales del siglo pasado, cuando los hermanos Lumiere inventaron el cine. Supongo que, en sus orígenes, la finalidad de la proyección de una película era predominantemente lúdica. En mi caso, sin embargo, más de un siglo después, en ocasiones me cuesta mantener la templanza viendo cine; sobre todo, cuando las expectativas que me había hecho quedan irreparablemente defraudadas.
Acabo de ver la última película de Christopher Nolan: “Origen”. Sé que los hermanos Lumiere me disculparán conceptuando como película a esta vanidosa tomadura de pelo, pero creo que esta monumental vacuidad se proyecta habitualmente en salas de cine. Por eso, y por ningún otro motivo, me referiré a "Origen" como película de cine.
Y es que, si lo que me ha enamorado viendo a Fellini, Hitchcock, Scorsese o Francis Ford Coppola es (o era) cine, esta fatua sucesión de imágenes, con alma de videojuego, que se llama “Origen”, no… no lo es.
Para aquellos que desde la sobrevalorada “El caballero oscuro”, consideran que Christopher Nolan es un Dios, me gustaría recordarles a modo de ejemplo, que por mucho que una hez se envuelva en papel de celofán, no pierde su intrínseca condición hedionda. “Origen”, en mi humilde opinión, es un bodrio, un bodrio petulante si se quiere, pero un bodrio al fin y al cabo.
Aun perteneciendo a géneros distintos, comparar a “Origen” con “Uno de los nuestros”, “El Padrino” o “La lista de Schindler” es directamente blasfemo. Estas últimas son obras maestras. La primera, un refrito pretencioso que copiando vilmente ideas de “Matrix” y “Abre los ojos”, pretende compensar con montañas de dólares las evidentes carencias de talento.
Quizá no haya quedado muy clara mi opinión, pero no recomendaría a nadie ir al cine y pagar en taquilla por ver esta película, salvo a aquellos que obtengan algún tipo de placer insano tirando seis euros por el inodoro.
Acabo de ver la última película de Christopher Nolan: “Origen”. Sé que los hermanos Lumiere me disculparán conceptuando como película a esta vanidosa tomadura de pelo, pero creo que esta monumental vacuidad se proyecta habitualmente en salas de cine. Por eso, y por ningún otro motivo, me referiré a "Origen" como película de cine.
Y es que, si lo que me ha enamorado viendo a Fellini, Hitchcock, Scorsese o Francis Ford Coppola es (o era) cine, esta fatua sucesión de imágenes, con alma de videojuego, que se llama “Origen”, no… no lo es.
Para aquellos que desde la sobrevalorada “El caballero oscuro”, consideran que Christopher Nolan es un Dios, me gustaría recordarles a modo de ejemplo, que por mucho que una hez se envuelva en papel de celofán, no pierde su intrínseca condición hedionda. “Origen”, en mi humilde opinión, es un bodrio, un bodrio petulante si se quiere, pero un bodrio al fin y al cabo.
Aun perteneciendo a géneros distintos, comparar a “Origen” con “Uno de los nuestros”, “El Padrino” o “La lista de Schindler” es directamente blasfemo. Estas últimas son obras maestras. La primera, un refrito pretencioso que copiando vilmente ideas de “Matrix” y “Abre los ojos”, pretende compensar con montañas de dólares las evidentes carencias de talento.
Quizá no haya quedado muy clara mi opinión, pero no recomendaría a nadie ir al cine y pagar en taquilla por ver esta película, salvo a aquellos que obtengan algún tipo de placer insano tirando seis euros por el inodoro.
9 de agosto de 2010
9 de agosto de 2010
67 de 115 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Llevamos décadas trabajando en este proyecto. Un sistema de clasificación de aptitudes que nos permitirá distinguir a un sujeto intelectualmente defectuoso de uno normal. El proyecto, bautizado por nuestros hombres como "Looking for the monguer", consta de dos fases:
-Primera fase: lanzamiento de la pulsera Power Ballance: de este modo podremos distinguir a los sujetos mentalmente ineptos de los útiles con una certeza del 70%.
-Segunda fase: apoyada en una operación de márketing sin precedentes, un guión tan denso y confuso que haga sentir al espectador medio que en el fondo sabe que no ha entendido nada, pero que lo mismo le pasa con los libros de Paulo Coelho y es mejor no decir nada y limitarse a sonreir, lanzaremos la película "Origen". La superposición en el estudio de los resultados de los portadores de la Power Ballance y los fans de esta película nos dará una fiabilidad de rastreo de monguers de un 99,9% de acierto.
El otro 0,01% lo obtendremos de aquellos que respondan afirmativamente a la pregunta: ¿sigue usted pensando que sin presupuesto para efectos especiales esta película merece algo más que un 2?"
Michelle Obama en una parada de Taxis de Granada. Oído por mí. Os lo juro.
-Primera fase: lanzamiento de la pulsera Power Ballance: de este modo podremos distinguir a los sujetos mentalmente ineptos de los útiles con una certeza del 70%.
-Segunda fase: apoyada en una operación de márketing sin precedentes, un guión tan denso y confuso que haga sentir al espectador medio que en el fondo sabe que no ha entendido nada, pero que lo mismo le pasa con los libros de Paulo Coelho y es mejor no decir nada y limitarse a sonreir, lanzaremos la película "Origen". La superposición en el estudio de los resultados de los portadores de la Power Ballance y los fans de esta película nos dará una fiabilidad de rastreo de monguers de un 99,9% de acierto.
El otro 0,01% lo obtendremos de aquellos que respondan afirmativamente a la pregunta: ¿sigue usted pensando que sin presupuesto para efectos especiales esta película merece algo más que un 2?"
Michelle Obama en una parada de Taxis de Granada. Oído por mí. Os lo juro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Después de ver la densidad de esta patochada que parece escrita por un Pipi Estrada puesto de peyote durante 4 dias en los que visionó 14 veces Matrix...¿soy el único que piensa que hubiese sido mejor trasladar toda este pedo pseudointelectual a una mini-serie de 25 o 26 capítulos para vender más merchandising?
28 de mayo de 2011
28 de mayo de 2011
41 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé que me pasa últimamente con el cine actual, las películas que dicen que son una obra maestra no sé por donde cogerlas. No las entiendo, bueno, perdón, sí las entiendo y me parecen una memez, me da rabia que me tomen por tonta porque me están explicando una solemne tontería y quieran hacerme creer que es lo más de lo más. Es lo que me ha pasado con Origen, leo las críticas, algunas, y parece que estoy ante una obra maestra, luego la veo y me da la impresión que me han tomado el pelo. Pero ¿qué se han creido estos intelectualillos de pacotilla ? que porque expliquen una historia de sueños que no hay por donde pillarla y que en el fondo está vacía de contenido ¿es lo más de la ciencia - ficción ? Apaga y vámonos.
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