Sean Penn tiene aquí un estupendo conducto de lucimiento como actor y resulta convincente su esquizofrenia paulatina a lo largo del film.
La pena es que la falta de acción y ya no de acción, si no que pase algo lo más mínimamente interesante acaba marcando de "coñazo" esta película.
El guión no es del todo malo, tiene sus matices sobresalientes que quizás plasmados en un libreto quedarían bien, pero es la falta de esencia lo que peca aquí.
A partir de la mitad de la película prepárense a dormir porque lo que prometían ser fuegos artificiales acaba siendo un petardo de feria.
Harto acabé de los primeros planos de Penn, que sí, que expresa muy bien los sentimientos con una mirada, pero en una película tiene que haber mucho más.

Esta es una película que podía haber llegado a ser algo importante, pero se queda a medio camino. El estilo del novato director es atractivo, sabe crear atmósferas e imágenes atractivas. Pero en este caso falla en lo principal, que es el retrato del personaje protagonista, y eje central de la narración. Lo presenta como un palurdo que no hace nada por mejorar su situación, de la que él es el principal responsable. Es más, cada vez que tiene ocasión la empeora. De esta forma es difícil identificarse con él, entender sus motivaciones, y comprender la naturaleza de sus actos. Al contrario, piensas que cada cosa que le pasa se la merece. Ahí está el personaje de Don Cheadle, con el que uno se identifica mucho más.
Sean Penn tiene el protagonismo absoluto, y aquí se muestra muy alejado de la admirable contención que exhibía en 21 gramos o Mystic River.
En definitiva, un director que apunta buenas maneras, pero que no ha acertado del todo en el retrato de un personaje que podía haber sido mucho más interesante.

La verdad, no voy a decir que esta peli sea mala, pero por muy bien que lo haga Sean Penn la película es aburrida, parte es culpa de estos títulos inapropiados que te hacen entrar con otras expectativas al cine, porque digo yo, que si por ejemplo se rodara una peli de amor, y al final y sin venir a cuento se ve la bomba de hirosima 1 segundo antes de los créditos, no creo que la película debiera llamarse "La bomba de hirosima" ¿no?, de hecho es que no se entendería a santo de que viene eso ¿verdad?, pues eso es lo mismo que han hecho aqui, y en Pearl Harbour... otra mierda que tal baila, aunque en esa no fue tan exagerado, aqui ya se han pasado.

Soportar las elucubraciones de un "borderline" que padece la frustración de su propia incapacidad durante todo el filme, le faculta a uno obtener un merecimiento. Ya sea el de persona muy paciente o el de auto proclamado cinéfilo intelectual, que cada cual se ponga la medalla correspondiente.

La sucesión previsible de sucesos y experiencias, no son más que una excusa para una reconcentrada interpretación de Penn, que no dudo sea brillante, pues agota al más pintado.

Es de esas filmaciones que debes trasladar la excusa de calidad a la interpretación, ya que en otro lado es difícil buscar razones para recomendar su visionado. Como documental psicológico de un ser obtuso y con merma de materia gris, sería hasta cierto punto válido pero igualmente previsible.

Yo siempre he temido a los tontos más que a nadie. Por ello, paso de esta tontería.

Un sobresaliente como documental interpretativo y un cero como película= 5

Que desgracia de persona, todo le sale mal, todas las cosas que hace nunca consigue llevarlas a buen puerto, esta película no aporta nada, además trae a engaño, uno se piensa que será la planificación de un asesinato y cuando empiezas a verla ves que todo trata sobre la vida de un tío que se va deprimiendo día a día hasta no poder mas, llegando a pensar que otras personas son las culpable de todo lo que le pasa.
Todo el mundo miente, todo el mundo engaña, menos el que quieres ser la persona mas honrada del mundo.
Quien busque un drama para deprimirse esta es su película