Haz click aquí para copiar la URL

Wall Street: El dinero nunca duerme

Drama Secuela de la popular cinta de 1987 "Wall Street", ambientada 20 años después. Una vez puesto en libertad, después de cumplir una prolongada condena en prisión, el implacable tiburón de las finanzas Gordon Gekko (Michael Douglas) se siente desorientado dentro del mundo que en tiempos dominó. Buscando rehacer sus arruinadas relaciones con su hija, Gekko conoce por casualidad a Jakob (Shia LaBeouf), su prometido. Juntos proyectan apoyarse ... [+]
Críticas 104
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
8
2 de diciembre de 2011
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
He observado que muchos de los fans entusiastas de la primera "Wall Street" despotrican sin piedad de esta secuela. Yo confieso que la otra no la he visto, así que ni me domina la pasión ni puedo comparar. La única que conozco es ésta y a ella dedico esta crítica en cuerpo y alma.

A mí me parece una buena película. Y muy oportuna. La veo más en el contexto de la actual crisis y de todo lo que ha pasado y sigue pasando que en plan secuela de una peli casi de culto. Me gusta cómo trata el tema de los mercados, de los tiburones de las finanzas, del despiadado mundo del dinero y del poco prometedor futuro que se ve venir. No sé cómo sería la primera Wall Street pero ésta describe perfectamente todo lo que estamos viviendo y lo que mucho me temo que nos queda por vivir.

Para mí sobran unas cuantas cosas: la historia de amor de la hija de Gekko con el joven broker, las patéticas relaciones padre-hija, la madre especuladora del chico, interpretada por una Susan Sarandon en un papel supérfluo y prescindible que no la merece... Todo el aparataje sentimentaloide está de más, porque la ingeniería financiera que nos describe Stone es de por sí tan fascinante y sobrecogedora que no necesitaba nada más.

Para mí Oliver Stone se redime con esta historia de sus últimas cagadas ("W", su patetico homenaje a Fidel, etc.) y nos da una lección de buen cine y de finanzas en un pack "dos en uno" muy digno de agradecer.

Ni que decir tiene que Douglas se come todo y a todos y que la pantalla se le queda muy pequeña. Es un pedazo de actor y a su lado el resto no pueden ser otra cosa sino meras comparsas. Mención aparte merece un esmeradísimo Josh Brolin, que se lo curra un huevo y consigue llevarse su trozo del pastel, y hasta en algunas escenas en las que no aparece Douglas, logra imponer su avasalladora presencia.

En definitiva, una gran película, una tremenda historia, que para nuestra desgracia se parece bastante a la realidad, y una brillante secuela que merece ser vista y juzgada por sí misma.
5
2 de noviembre de 2010 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es un film de Oliver Stone, lo que no es poco, su habilidad para narrar la realidad en forma de cuento entretiene, ya sea como un documental nato o, como en este caso, como una película bien al estilo Hollywood.

Quizás porque ha cambiado la época y ya nada nos asusta o quizás porque Stone no supo, en éste film no se ve el ataque agresivo al sistema financiero de aquella primera parte en 1987, la historia en sí resulta inverosímil por momentos.

Los personajes parecen menos fuertes, Douglas no tiene tanta presencia y Susan Sarandon tiene un papel muy secundario. La aparición de Charlie Sheen, en su intento de “dar un toque” al espectador, resulta en una confusión del tono de la película, poco seria.

Desde lo audiovisual, podemos decir que es un film profundo, que marca una figuración muy fuerte con esos planos generales de la gran ciudad y los rascacielos infinitos. Stone, como de costumbre, hace uso de movimientos de cámara siempre llamativos y nunca puede olvidar su pasión por los documentales, insertando dentro del film algún que otro tape de noticias. Se ven varias animaciones, un recurso válido y atractivo. Mirala en criticasdecine2010.blogspot.
5
9 de enero de 2011 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
313/23(29/12/10) Oliver Stone parece empeñado en demostrar que su tiempo en el cine está agotado, que su deriva documentalista se lo ha comido, que sus demagógicas denuncias al capitalismo lo han devorado hasta dejar al maravilloso director de ‘Platoon’, ‘Nacido el 4 de julio’ o ‘JFK’ en un anhelado recuerdo, se ha visto consumido por una nadería simplona en que hace productos tan efímeros y pasables como ‘Alejandro Magno’, ‘WTC’ o ‘W’, y se le ocurre una buena idea, resucitar a Gordon Gekko y situarlo en nuestros convulsos tiempos, donde la economía va a la deriva, Stone decide dar su particular versión y utiliza este dinosaurio que tan bien encarno Michael Douglas para darnos una pueril lección, esta petulante lección se queda en una simplona historia de redención familiar, un melodrama carente de interés, en la que todo resulta demasiado blandengue, sin mala uva. La historia está poblada de personajes clichés, en el que el desarrollo narrativo desborda una candidez atroz por lo que cuenta, la trama recuerda a otras muchas, el único aliciente es ver como actúa el dedo acusador de Oliver al mundo de los negocios y esto es de lo más superficial, no tiene chicha, para más inri cuando podría haber terminado por lo menos con mala leche va y lo edulcora con un broche final pasteloso. Los personajes a los que dan vida Carey Mulligan/Winnie y Shia LaBoeuf/Jake son burdos arquetipos, la hija de un tiburón financiero dirige una web izquierdista pero paradójicamente es pareja de un bróker de Wall st., este a su vez es un infantil idealista que financia un proyecto de energías renovables, todo tan dulzón como un contenedor de azúcar, y si hablo de sus dos interpretaciones no es para algo bueno, Carey resulta insulsa, sin capacidad de empatía, y LaBoeuf es de lo más blandito, nulo para emitir sentimientos, es como una pluma que por mucho que te empuja jamás te moverá, es una cara bonita sin personalidad, no quiero dejar de mencionar al personaje de Susan Sarandon, la madre de Jake, a través de él Stone nos quiere dar una dura lección, en lo que es una colosal demagogia, ella es una enfermera que lo ha dejado para dedicarse a comprar viviendas y especular con ellas, con la crisis debe pedir ayuda a su retoño le saca del apuro y esta vuelve a su antiguo curro, moraleja <Ser especulador es muy malo, lo mejor es ser una persona sin ambiciones>, Por Dios, donde estaría el mundo si la humanidad no hubiera ambicionado ser más en todo, seguiríamos viviendo en cuevas. Para ver una clase economía amena y soberbiamente pedagógica recomiendo ‘Concursante’, de Rodrigo Cortés. En lo bueno esta Michael Douglas, que está inmenso, un tótem que se mueve por la pantalla ensombreciendo con su presencia a los demás, con los años ha ganado en presencia, domina magníficamente el lenguaje gestual, genial. Recomendable a los que gusten de lecciones morales infantiles con tufillo izquierdistas-buenistas. Fuerza y honor!!!
2
23 de enero de 2011 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Triste, muy triste lo de esta segunda parte.

Lo más destacado los cinco minutos iniciales y los dos finales (éstos ya en los créditos), y los guiños a la primera que aunque simpáticos no sirven para justificar las dos horas largas de un metraje que apenas pasados los primeros cuarenta y cinco minutos comienza a resultar tedioso.

Película fría que en buena parte del tiempo se limita a un relato de hechos más o menos literal (¿por qué entonces no utilizar los nombres reales de firmas y personas?), sin aportar nada que no aportase la lectura de los titulares de estos tres últimos años, y que allí en donde esto cambia el cambio sólo sirve para introducir ideología. La bella fotografía del skyline de Nueva York, atractiva al comienzo, comienza a resultar tediosa tan pronto como se revela como uno de los mejores puntos del film, hasta el punto de resultar cargante y repetitiva.

Lamentable sobre todo la realización de una segunda parte que en todo desmerece de la primera. Lamentable sombre sobre aquel magnífico film de los ochenta.
2
1 de junio de 2012 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decepcionante regreso de Oliver Stone a Wall Street, partiendo de una base tan atractiva como es la salida de la cárcel de Gordon Gekko y situándolo en el meollo especulativo que se da por hecho es el responsable de la actual crisis, y teniendo en cuenta la valentía con que este director defiende sus convicciones contra viento y marea, era de esperar una visión de ese mundo financiero mínimamente argumentada y en la que sus conjeturas y visión del asunto impregnaran la trama (algo así como los documentales de Fidel Castro, y/o la película sobre Bush), pero la sucesión de tópicos cuasi videocliperos que suponen las diferentes subtramas que componen tan pobre historia, dista mucho del buen hacer que se le supone y hermanan la función con la abundante lista de películas de lujoso envoltorio y pueril enfoque palomitero (no tengo nada contra ello siempre y cuando sea mínimamente entretenido y/o me cuente algo que me interese) con la que nos castiga Hollywood en los últimos tiempos.

Michael Douglas alegrándonos el día con sus escenas (aun en ese penoso Gordon Gekko aquí retratado), un cameo forzado de Charlie Sheen, junto con el prometedor arranque es lo único salvable (por su valor mitómano) de la función, quedando la maestría que tiene Stone para rodar impactantes imágenes y los brillantes apartados técnicos, sepultados por la floja y blanda historia personal de sus protagonistas, y por lo cobarde y cuasi servil de ese tibio retrato del mundo financiero.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para