John Wick
2014 

6.4
36,106
16 de junio de 2019
16 de junio de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta cinta contiene un argumento muy simple y predecible, pero si somos capaces de dejarnos llevar por la historia, disfrutaremos de 101 minutos de acción pura y dura.
La trama nos presenta a John Wick, un exasesino que acaba de perder a su esposa y como herencia recibe un adorable cachorro de perro. Sin embargo, unos matones se cuelan en su casa, matan a su mascota y le roban su coche. De modo que John Wick decide volver a su antigua vida para vengarse de aquellos que le arrebataron lo que su difunta mujer le había dejado.
Es cierto que la motivación del protagonista es bastante pobre. No obstante, debemos mirar más allá para valorar el filme que nos ocupa.
Las escenas de acción son bastante buenas y los personajes están bien interpretados. Además, hay detalles de la historia que son destacables como el hotel exclusivo para asesinos o los hombres que se encargan de limpiar todo.
Buena peli de acción que no decepcionará a los amantes del género.
La trama nos presenta a John Wick, un exasesino que acaba de perder a su esposa y como herencia recibe un adorable cachorro de perro. Sin embargo, unos matones se cuelan en su casa, matan a su mascota y le roban su coche. De modo que John Wick decide volver a su antigua vida para vengarse de aquellos que le arrebataron lo que su difunta mujer le había dejado.
Es cierto que la motivación del protagonista es bastante pobre. No obstante, debemos mirar más allá para valorar el filme que nos ocupa.
Las escenas de acción son bastante buenas y los personajes están bien interpretados. Además, hay detalles de la historia que son destacables como el hotel exclusivo para asesinos o los hombres que se encargan de limpiar todo.
Buena peli de acción que no decepcionará a los amantes del género.
23 de junio de 2019
23 de junio de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recién hago esta crítica, realmente después de ver las películas, la primera es de lejos la mejor, me recuerda a una película de Gibson, que desata un caos, destrucción y muerte; por una causa irrisible.
El inicio es algo lento, sirve como "introducción" pero realmente nunca se nos presenta el origen del protagonista, al parecer un hombre tranquilo y sin prejuicios, lidiando con la muerte de su ser amado que a la vez le hereda un Beagle, unos tipos le matan al perro y le roban el auto, no cualquier auto un Mustang Boss, cualquiera se enojaría por eso, pero nuestro personaje arma un caos desatando la muerte de sus causantes, como dije del inicio hasta cerca de los 50 min la historia transcurre lentamente, una vez inicia la acción se vuelve imparable hasta el final...
Por cierto no puede ser que estos villanos tengan peor puntería que los stormtrooper, es que no dan una, para mi ese es el peor punto de la película. Pero es muy entretenida, aunque no la vería más de dos veces.
El inicio es algo lento, sirve como "introducción" pero realmente nunca se nos presenta el origen del protagonista, al parecer un hombre tranquilo y sin prejuicios, lidiando con la muerte de su ser amado que a la vez le hereda un Beagle, unos tipos le matan al perro y le roban el auto, no cualquier auto un Mustang Boss, cualquiera se enojaría por eso, pero nuestro personaje arma un caos desatando la muerte de sus causantes, como dije del inicio hasta cerca de los 50 min la historia transcurre lentamente, una vez inicia la acción se vuelve imparable hasta el final...
Por cierto no puede ser que estos villanos tengan peor puntería que los stormtrooper, es que no dan una, para mi ese es el peor punto de la película. Pero es muy entretenida, aunque no la vería más de dos veces.
23 de octubre de 2020
23 de octubre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los grandes misterios de la década (en términos de cine) es cómo una película aparentemente cien por cien convencional con un argumento que se podría considerar pasado de moda a finales de los noventa, pudo poner de acuerdo a crítica y público hasta el punto de poder oír por ahí de ella en términos de «película de culto». Ojo, que no hablamos de las habituales películas de culto kazajistaníes o danesas sobre el misticismo de la infancia o el viento meciendo el trigo de la estepa. No. Hablamos de los habituales críticos rancios elogiando la típica historia del asesino a sueldo retirado que desencadena una sangrienta venganza contra unos mafiosos. Y en color. Y con peleas y tiroteos para aburrir. Y sin psicología ni silencios valorativos ni encuadres imposibles ni miradas trascendentes. Ni perspectiva de género ni estudios de diversidad. No. “John Wick” es lo que parece: Keanu Reeves repartiendo estopa y cientos de villanos recibiendo.
La explicación sólo puede estar en una tormenta perfecta de aciertos, empezando por la construcción del personaje y sus motivaciones (imposible hablar de eso sin romper la política anti-spoiler, pero de verdad que es imposible no conmoverse con su historia); continuando por una perfección técnica en la coreografía de las peleas y tiroteos y terminando por la construcción de un fascinante universo paralelo de ladrones y asesinos, con sus propias reglas y normas ubicado físicamente en un hotel de atmósfera irreal. A lo que añadiría dos cosas: primero, un decisivo sentido de la oportunidad para pulsar el sentir del público y entender que estaban demandando una película así, tan directa y noventera, para desintoxicarse de las tendencias actuales de películas independientes, intimistas, de protesta social, de reivindicación racial, de denuncia de esto o de lo otro en la que el único refugio del entretenimiento son las películas Marvel o DC.
Y, segundo, Él. Keanu. No se entiende John Wick sin ni, desde ahora, a él sin John Wick. Un papel que puede suponer a su carrera actual, algo paradilla, lo que supuso Neo al Keanu de los noventa. Su mirada de acero llena cada fotograma en una película en la que, probablemente, aparezca en el noventa por ciento de las escenas. Transmite más energía sin mover un músculo que muchos otros con todo su repertorio gestual y sigue con la vitalidad y derroche físico de siempre para saltar de secuencia a secuencia sin dejar de saltar, disparar, corer y asesinar con armas de fuergo, armas blancas, las manos desnudas o los dientes. Imposible no quererlo.
Cine de palomitas cien por cien. Acción continuada de una clase y elegancia pocas veces vista, si acaso en el cine chino o coreano, pero comprensible y con sentido. Y en las dosis adecuadas. Y por los motivos correctos. Película redonda.
La explicación sólo puede estar en una tormenta perfecta de aciertos, empezando por la construcción del personaje y sus motivaciones (imposible hablar de eso sin romper la política anti-spoiler, pero de verdad que es imposible no conmoverse con su historia); continuando por una perfección técnica en la coreografía de las peleas y tiroteos y terminando por la construcción de un fascinante universo paralelo de ladrones y asesinos, con sus propias reglas y normas ubicado físicamente en un hotel de atmósfera irreal. A lo que añadiría dos cosas: primero, un decisivo sentido de la oportunidad para pulsar el sentir del público y entender que estaban demandando una película así, tan directa y noventera, para desintoxicarse de las tendencias actuales de películas independientes, intimistas, de protesta social, de reivindicación racial, de denuncia de esto o de lo otro en la que el único refugio del entretenimiento son las películas Marvel o DC.
Y, segundo, Él. Keanu. No se entiende John Wick sin ni, desde ahora, a él sin John Wick. Un papel que puede suponer a su carrera actual, algo paradilla, lo que supuso Neo al Keanu de los noventa. Su mirada de acero llena cada fotograma en una película en la que, probablemente, aparezca en el noventa por ciento de las escenas. Transmite más energía sin mover un músculo que muchos otros con todo su repertorio gestual y sigue con la vitalidad y derroche físico de siempre para saltar de secuencia a secuencia sin dejar de saltar, disparar, corer y asesinar con armas de fuergo, armas blancas, las manos desnudas o los dientes. Imposible no quererlo.
Cine de palomitas cien por cien. Acción continuada de una clase y elegancia pocas veces vista, si acaso en el cine chino o coreano, pero comprensible y con sentido. Y en las dosis adecuadas. Y por los motivos correctos. Película redonda.
21 de marzo de 2022
21 de marzo de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No vi el resto de las películas de la saga, pero esta primera entrega me ha gustado lo suficiente como para compensar esa falta en breve.
En lo que respecta a esta primera entrega, he de decir que me gustó el personaje, tan entrenado, tan "máquina de matar", que se vuelve inhumano o posthumano, como una suerte de superhéroe (¿o supervillano?).
Hay un punto interesante en que no se entienda si John Wick es héroe o villano o ambas cosas o ninguna. Un lobo solitario.
La dirección es alucinante, se nota la influencia de los mejores, como John Woo. Escena tras escena de pura violencia física, que se convierte en una suerte de coreografía demente.
La parte que me parece más floja de la película es la excusa que da pie al argumento, una historia de venganza fuera de toda proporción, demasiado sobredimensionada, que parece más una parodia o una sátira, que una verdadera historia de venganza.
Tal vez el tono paródico es a propósito. Tal vez no.
En cualquier caso, me hizo ruido.
Todo lo demás es excelente.
En lo que respecta a esta primera entrega, he de decir que me gustó el personaje, tan entrenado, tan "máquina de matar", que se vuelve inhumano o posthumano, como una suerte de superhéroe (¿o supervillano?).
Hay un punto interesante en que no se entienda si John Wick es héroe o villano o ambas cosas o ninguna. Un lobo solitario.
La dirección es alucinante, se nota la influencia de los mejores, como John Woo. Escena tras escena de pura violencia física, que se convierte en una suerte de coreografía demente.
La parte que me parece más floja de la película es la excusa que da pie al argumento, una historia de venganza fuera de toda proporción, demasiado sobredimensionada, que parece más una parodia o una sátira, que una verdadera historia de venganza.
Tal vez el tono paródico es a propósito. Tal vez no.
En cualquier caso, me hizo ruido.
Todo lo demás es excelente.
23 de septiembre de 2023
23 de septiembre de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Típica película de acción a lo videoclip, vistosa y efectista, de argumento simple y que entretiene en todo momento gracias a un ritmo sin pausa, lo que ya es bastante.
Donde destaca respecto a otras producciones similares es en el protagonista. Keanu Reeves encarna un tipo duro de la vieja escuela. Apenas dice media docenas de frases en toda la película, se cura las heridas con bourbon y no se anda con tonterías. Mata a quien le toca los huevos, le falta al respeto o se mete en su camino, sin miramientos, pero sin por ello prescindir de cierto sentido del honor.
Ahora bien, la película es un compendio de todos los tópicos modernos de este género. La acción es exagerada e inverosímil. Wick es el mejor sicario de la zona pero no por estratega o inteligencia, sino porque básicamente es Neo fuera de Matrix. El tío se pilla un par de pistolas, entra en edificios con 200 mafiosos armados hasta los dientes y se los carga a todos, ya me contarás. Y así una y otra vez. Espectacular puede, pero absurdo y repetitivo también. Los villanos son lamentables, sin faltar el niñato imbécil que la lía parda con sus borracheras de niñato imbécil, y el capo de la mafia que habla mucho, y que por supuesto cuando tiene la ocasión de cargarse al protagonista decide dar rodeos, se pone a contar su puta vida y rebusca la forma del asesinato, el cual ni siquiera se molesta en presenciar. Por supuesto ya sabemos como termina eso.
Eso sí, está bien rodada. Me ha gustado la idea del hotel de asesinos, administrado por un Ian McShane breve pero magnético y misterioso. También aparece por ahí Willem Dafoe, un tanto desaprovechado.
El rato se pasa.
Donde destaca respecto a otras producciones similares es en el protagonista. Keanu Reeves encarna un tipo duro de la vieja escuela. Apenas dice media docenas de frases en toda la película, se cura las heridas con bourbon y no se anda con tonterías. Mata a quien le toca los huevos, le falta al respeto o se mete en su camino, sin miramientos, pero sin por ello prescindir de cierto sentido del honor.
Ahora bien, la película es un compendio de todos los tópicos modernos de este género. La acción es exagerada e inverosímil. Wick es el mejor sicario de la zona pero no por estratega o inteligencia, sino porque básicamente es Neo fuera de Matrix. El tío se pilla un par de pistolas, entra en edificios con 200 mafiosos armados hasta los dientes y se los carga a todos, ya me contarás. Y así una y otra vez. Espectacular puede, pero absurdo y repetitivo también. Los villanos son lamentables, sin faltar el niñato imbécil que la lía parda con sus borracheras de niñato imbécil, y el capo de la mafia que habla mucho, y que por supuesto cuando tiene la ocasión de cargarse al protagonista decide dar rodeos, se pone a contar su puta vida y rebusca la forma del asesinato, el cual ni siquiera se molesta en presenciar. Por supuesto ya sabemos como termina eso.
Eso sí, está bien rodada. Me ha gustado la idea del hotel de asesinos, administrado por un Ian McShane breve pero magnético y misterioso. También aparece por ahí Willem Dafoe, un tanto desaprovechado.
El rato se pasa.
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