Valhalla Rising
2009 

5.8
7,290
Aventuras. Drama
Plena Edad Media, en el siglo X. One-Eye (Mads Mikkelsen), un enigmático guerrero con una fuerza sobrehumana, que ha permanecido esclavizado durante años, mata a su amo y logra escapar con la ayuda de un niño al que lleva consigo. Tras enrolarse en un barco vikingo, emprenden un viaje que los lleva a una tierra desconocida, donde reinan el dolor y la sangre. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2012
1 de diciembre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es posible que me dejara llevar por lo que esperaba de la película y lo que encontré al final -aunque entiendo a la gente que le haya encantado-:
La presentación inicial de la película así como de One-eye es increíble, caracterizado de intocable, impasible y el hecho de la falta de diálogo por su parte a mí me cautiva, pero a medida que va avanzando la peli vas notando ciertas idas de olla que esperas entender al final pero que al menos en mi caso no terminé por pillar.
El sentido introspectivo de cada personaje a lo largo de la película engancha, pero lo que parece una búsqueda de ese ansiado Valhalla se convierte en una caminata constante a lo largo de paisajes vistosos que no llevan a ningún sitio; salvo a ver al inicialmente brutal e independiente One-eye dejándose llevar por cada situación que se presenta. Por otra parte y más notable de la película es la actuación de Mads Mikkelsen (que lo borda) y como se muestra a la pareja One-eye niño y lo que representa.
La presentación inicial de la película así como de One-eye es increíble, caracterizado de intocable, impasible y el hecho de la falta de diálogo por su parte a mí me cautiva, pero a medida que va avanzando la peli vas notando ciertas idas de olla que esperas entender al final pero que al menos en mi caso no terminé por pillar.
El sentido introspectivo de cada personaje a lo largo de la película engancha, pero lo que parece una búsqueda de ese ansiado Valhalla se convierte en una caminata constante a lo largo de paisajes vistosos que no llevan a ningún sitio; salvo a ver al inicialmente brutal e independiente One-eye dejándose llevar por cada situación que se presenta. Por otra parte y más notable de la película es la actuación de Mads Mikkelsen (que lo borda) y como se muestra a la pareja One-eye niño y lo que representa.
21 de abril de 2021
21 de abril de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2009, Nicolas Winding Refn todavía no había saltado a la fama como lo hizo después con Drive o The Neon Demon. Sin embargo, ya llevaba unos años demostrando personalidad en la dirección con trabajos como la saga Pusher, Fear X o Bronson. Después de este drama biográfico, con un espléndido Tom Hardy, decidió hacer una incursión en el subgénero de las películas de vikingos con Valhalla Rising, un experimental descenso al Valhalla o infierno a través de un personaje enigmático, deshumanizado y casi monstruoso.
Entre el género de aventuras, el drama y, según se mire, el de ciencia-ficción, Winding Refn explica, por episodios, la historia de One-Eye, un guerrero esclavo en plena Edad Media que logra escapar del yugo en el que había permanecido durante años para vivir su vida en libertad. Aparentemente, parece una historia básica y convencional, pero el director y su equipo realizan un trabajo espléndido a nivel técnico para convertir dicha historia en un viaje introspectivo y reflexivo sobre la evolución del ser humano. Aunque parezca inverosímil y el film tenga un ritmo pausado, casi tedioso, la historia de One-Eye es la visión del director sobre la vida: nacemos ligados y esclavos, nos liberamos y andamos sin rumbo, topamos con la religión y el cristianismo, el cual nos nubla y aturde, pero nos motiva a seguir un rumbo hasta que se vuelve innecesario y ficticio y volvemos a liberarnos para, al final, acabar pereciendo.
Todo este relato está presente en el trabajo de Winding Refn. Debe avisarse, sin embargo, que consiste en un periplo extraño e inusual que a no todos los públicos les gustará. No es habitual visualizar proyectos así, tan personales y con elementos tan abstractos e interpretativos. Por momentos, recuerda a El Reverendo (Paul Schrader, 2017) o Los Últimos Días en el Desierto (Rodrigo García, 2015). En definitiva, Valhalla Rising no se trata de una película de acción y luchas entre vikingos sino, más bien, una visión muy personal y diferente de la evolución del ser humano adornada por una fotografía y un uso del color impactantes, y un Mads Mikkelsen imponente.
Más reseñas en Cinezin.com.
Entre el género de aventuras, el drama y, según se mire, el de ciencia-ficción, Winding Refn explica, por episodios, la historia de One-Eye, un guerrero esclavo en plena Edad Media que logra escapar del yugo en el que había permanecido durante años para vivir su vida en libertad. Aparentemente, parece una historia básica y convencional, pero el director y su equipo realizan un trabajo espléndido a nivel técnico para convertir dicha historia en un viaje introspectivo y reflexivo sobre la evolución del ser humano. Aunque parezca inverosímil y el film tenga un ritmo pausado, casi tedioso, la historia de One-Eye es la visión del director sobre la vida: nacemos ligados y esclavos, nos liberamos y andamos sin rumbo, topamos con la religión y el cristianismo, el cual nos nubla y aturde, pero nos motiva a seguir un rumbo hasta que se vuelve innecesario y ficticio y volvemos a liberarnos para, al final, acabar pereciendo.
Todo este relato está presente en el trabajo de Winding Refn. Debe avisarse, sin embargo, que consiste en un periplo extraño e inusual que a no todos los públicos les gustará. No es habitual visualizar proyectos así, tan personales y con elementos tan abstractos e interpretativos. Por momentos, recuerda a El Reverendo (Paul Schrader, 2017) o Los Últimos Días en el Desierto (Rodrigo García, 2015). En definitiva, Valhalla Rising no se trata de una película de acción y luchas entre vikingos sino, más bien, una visión muy personal y diferente de la evolución del ser humano adornada por una fotografía y un uso del color impactantes, y un Mads Mikkelsen imponente.
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23 de enero de 2011
23 de enero de 2011
13 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante reflexión sobre la fe, el dolor, la muerte, la venganza, la redención.. No obstante, el peculiar modo de dotar a lo simbólico y paisajístico mayor protagonismo que a la propia historia, típico del último cine escandinavo, por poco se vuelve defecto.
Un grupo de guerreros cristianos vikingos, cuales guerreros templarios, se dirige a la Tierra Santa en pos de las riquezas de aquella, a cambio de la cristianización de los oriundos. Les acompaña un niño y un violento y misterioso guerrero, dotado de una fuerza y percepción extraordinaria y que acaba de ganarse la libertad.
Sin ningún tipo de ritmo, la hora y media de Valhalla Rising, a las 3 de la madrugada, no me ha dormido. Tras un comienzo muy prometedor, la peli se descuelga de cualquier camino posible, tipo Aguirre, la cólera de Dios, y te mece entre la niebla de la incertidumbre en la que navegan sus personajes (literal). Van sucediendo los minutos, que no los hechos (y es el segundo aviso, reitero pues, que nadie espera algo trepidante), en medio de paisajes verdaderamente sobrecogedores, del estilo de las tierras altas británicas. Los personajes buscan un destino incierto que se resiste, pero que terminará por aparecer.
Poética, reflexiva, dura y muy gris, como el tono de su color.
Le ponemos un 6.5
Un grupo de guerreros cristianos vikingos, cuales guerreros templarios, se dirige a la Tierra Santa en pos de las riquezas de aquella, a cambio de la cristianización de los oriundos. Les acompaña un niño y un violento y misterioso guerrero, dotado de una fuerza y percepción extraordinaria y que acaba de ganarse la libertad.
Sin ningún tipo de ritmo, la hora y media de Valhalla Rising, a las 3 de la madrugada, no me ha dormido. Tras un comienzo muy prometedor, la peli se descuelga de cualquier camino posible, tipo Aguirre, la cólera de Dios, y te mece entre la niebla de la incertidumbre en la que navegan sus personajes (literal). Van sucediendo los minutos, que no los hechos (y es el segundo aviso, reitero pues, que nadie espera algo trepidante), en medio de paisajes verdaderamente sobrecogedores, del estilo de las tierras altas británicas. Los personajes buscan un destino incierto que se resiste, pero que terminará por aparecer.
Poética, reflexiva, dura y muy gris, como el tono de su color.
Le ponemos un 6.5
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hay que resaltar que Valhalla es el lugar al que los guerreros se dirigen al morir en combate.
9 de diciembre de 2011
9 de diciembre de 2011
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con el curioso nombre de "Géneros Mutantes" se emite en la Filmoteca de València un ciclo de películas incatalogables e inclasificables y sin estrenar en España.
Atraído por el sonoro título, me dirigí a la cuarta planta del edificio del Teatre Rialto para visionar esta rareza.
Lo que cuenta la peli no es nada nuevo: un misterioso luchador prisionero de los vikingos (se supone que daneses) capaz de ver el futuro escapa de su cautiverio ayudado por un niño, embarcándose ambos en un drakar de vikingos cristianos que se dirigen a Tierra Santa, a las cruzadas. Sin embargo, el barco pierde la deriva y aparecen en América.
El argumento, como vemos, no es novedoso. La teoría de los vikingos como primeros descubridores del Nuevo Mundo ya aparece en cintas como la mediocre "El Guía del Desfiladero" (Marcus Nispel, 2007). En "Valhalla Rising" lo principal es la puesta en escena, el laconismo de sus personajes, las localizaciones (esas montañas del frío norte de Europa), la música, la atmósfera de alucinación de ciertas escenas, la desbordada ultraviolencia,...
Por lo visto, el bajo presupuesto de la peli hizo que no les llegara para los típicos cascos vikingos con cuernos y demás, y los efectos especiales se limitan a unos cuantos virados en rojo y un poco de hielo seco para simular la niebla. Así y todo, la película entretiene lo suyo.
Por último comentar que los parajes de montañas cubiertas de brezo en las que se desarrolla la parte final de la obra deben haber sido filmados en las Highlands escocesas, posiblemente las montañas Cullan. No es exactamente Canadá pero tambien es hermoso, ¿no?.
Atraído por el sonoro título, me dirigí a la cuarta planta del edificio del Teatre Rialto para visionar esta rareza.
Lo que cuenta la peli no es nada nuevo: un misterioso luchador prisionero de los vikingos (se supone que daneses) capaz de ver el futuro escapa de su cautiverio ayudado por un niño, embarcándose ambos en un drakar de vikingos cristianos que se dirigen a Tierra Santa, a las cruzadas. Sin embargo, el barco pierde la deriva y aparecen en América.
El argumento, como vemos, no es novedoso. La teoría de los vikingos como primeros descubridores del Nuevo Mundo ya aparece en cintas como la mediocre "El Guía del Desfiladero" (Marcus Nispel, 2007). En "Valhalla Rising" lo principal es la puesta en escena, el laconismo de sus personajes, las localizaciones (esas montañas del frío norte de Europa), la música, la atmósfera de alucinación de ciertas escenas, la desbordada ultraviolencia,...
Por lo visto, el bajo presupuesto de la peli hizo que no les llegara para los típicos cascos vikingos con cuernos y demás, y los efectos especiales se limitan a unos cuantos virados en rojo y un poco de hielo seco para simular la niebla. Así y todo, la película entretiene lo suyo.
Por último comentar que los parajes de montañas cubiertas de brezo en las que se desarrolla la parte final de la obra deben haber sido filmados en las Highlands escocesas, posiblemente las montañas Cullan. No es exactamente Canadá pero tambien es hermoso, ¿no?.
22 de agosto de 2011
22 de agosto de 2011
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Winding Refn quiere montar su particular Aguirre, la cólera de Dios en Valhalla Rising. Mads Mikkelsen es un guerrero con un solo ojo que mata a cualquiera que se le acerque. No habla: un niño le acompaña y parece saber lo que el luchador quiere expresar en cada momento. Con un grupo de cristianos inicia un viaje a lo largo del río. Pero el cauce, lejos de llevarles a Tierra Santa, les deja en un valle extraño, habitado por seres extraños, en el que ocurren cosas extrañas mientras los personajes dicen cosas rarísimas.
Durante toda la película intento no dormirme y pensar: 'venga, que la peli es corta y seguro que pasa algo que lo cambia todo'. Pero nada. Me maravillan sus imágenes, que son como salvapantallas naturales con colores saturados. Pero Refn niega a esos parajes naturales una historia. Todo parece un videojuego ridículo. Y en fin: ninguno de los hachazos de ese vikingo tatuado tiene sentido alguno, por muy estéticos que sean esos chorros de pringue rojo desgajándose de una falsa carne.
¿Metáfora sobre la vida y la muerte, la guerra y la religión, el cielo y el infierno? Me parece fenomenal: o no habré entendido nada, o Winding Refn no conecta con mi sensibilidad, o el señor se pasa con tanta metáfora. Una película bella pero vacía. ¿Qué habrá querido decir el señor Refn con todo esto? ¿No le habrá quedado demasiado grande esa Palma de oro al mejor director por Drive? Muchas sospechas. Me permito rebautizar la película: su título debería ser 'Phantomas Falling'.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
Durante toda la película intento no dormirme y pensar: 'venga, que la peli es corta y seguro que pasa algo que lo cambia todo'. Pero nada. Me maravillan sus imágenes, que son como salvapantallas naturales con colores saturados. Pero Refn niega a esos parajes naturales una historia. Todo parece un videojuego ridículo. Y en fin: ninguno de los hachazos de ese vikingo tatuado tiene sentido alguno, por muy estéticos que sean esos chorros de pringue rojo desgajándose de una falsa carne.
¿Metáfora sobre la vida y la muerte, la guerra y la religión, el cielo y el infierno? Me parece fenomenal: o no habré entendido nada, o Winding Refn no conecta con mi sensibilidad, o el señor se pasa con tanta metáfora. Una película bella pero vacía. ¿Qué habrá querido decir el señor Refn con todo esto? ¿No le habrá quedado demasiado grande esa Palma de oro al mejor director por Drive? Muchas sospechas. Me permito rebautizar la película: su título debería ser 'Phantomas Falling'.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
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