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España España · Barcelona
Voto de Cinezin:
6
Aventuras. Drama Plena Edad Media, en el siglo X. One-Eye (Mads Mikkelsen), un enigmático guerrero con una fuerza sobrehumana, que ha permanecido esclavizado durante años, mata a su amo y logra escapar con la ayuda de un niño al que lleva consigo. Tras enrolarse en un barco vikingo, emprenden un viaje que los lleva a una tierra desconocida, donde reinan el dolor y la sangre. (FILMAFFINITY)
21 de abril de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2009, Nicolas Winding Refn todavía no había saltado a la fama como lo hizo después con Drive o The Neon Demon. Sin embargo, ya llevaba unos años demostrando personalidad en la dirección con trabajos como la saga Pusher, Fear X o Bronson. Después de este drama biográfico, con un espléndido Tom Hardy, decidió hacer una incursión en el subgénero de las películas de vikingos con Valhalla Rising, un experimental descenso al Valhalla o infierno a través de un personaje enigmático, deshumanizado y casi monstruoso.

Entre el género de aventuras, el drama y, según se mire, el de ciencia-ficción, Winding Refn explica, por episodios, la historia de One-Eye, un guerrero esclavo en plena Edad Media que logra escapar del yugo en el que había permanecido durante años para vivir su vida en libertad. Aparentemente, parece una historia básica y convencional, pero el director y su equipo realizan un trabajo espléndido a nivel técnico para convertir dicha historia en un viaje introspectivo y reflexivo sobre la evolución del ser humano. Aunque parezca inverosímil y el film tenga un ritmo pausado, casi tedioso, la historia de One-Eye es la visión del director sobre la vida: nacemos ligados y esclavos, nos liberamos y andamos sin rumbo, topamos con la religión y el cristianismo, el cual nos nubla y aturde, pero nos motiva a seguir un rumbo hasta que se vuelve innecesario y ficticio y volvemos a liberarnos para, al final, acabar pereciendo.

Todo este relato está presente en el trabajo de Winding Refn. Debe avisarse, sin embargo, que consiste en un periplo extraño e inusual que a no todos los públicos les gustará. No es habitual visualizar proyectos así, tan personales y con elementos tan abstractos e interpretativos. Por momentos, recuerda a El Reverendo (Paul Schrader, 2017) o Los Últimos Días en el Desierto (Rodrigo García, 2015). En definitiva, Valhalla Rising no se trata de una película de acción y luchas entre vikingos sino, más bien, una visión muy personal y diferente de la evolución del ser humano adornada por una fotografía y un uso del color impactantes, y un Mads Mikkelsen imponente.

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