En los tiempos que corren es complicado sorprender… y en ese sentido le reconozco el merito a esta película. Lo intenta con mucho ahínco pero recuerda demasiado a otras cosas y uno se pierde en simbolismos… quizás con una revisión de la película podría ponerles lugar a todos ellos y favorecer así la comprensión de lo que ocurre realmente... o quizás no y entonces habría perdido más tiempo aún del empleado en su visionado. Porque no… no merece dos horas de metraje.

Ella es magnífica, tanto, que sin ella no habría película alguna. Su esfuerzo por sacar adelante cada escena es discreto, pero eficaz. Sus Miradas, sus muecas, su entonación... cambian con sus emociones de forma tan sutil que consigue el tono documental que el director quiere imprimir a la película.

El problema viene de esa definición de realidad y ficción en la que no parecemos ubicarnos en ningún momento. En ese sentido llega a recordar a "Desconocidos" pero finalmente parece entrar en una deriva gore poco interesante, aunque sirve para despertar del letargo que produce.

En fin. Un buen intento de hacer “otra cosa” pero que no ha salido, por decirlo suavemente, del todo bien... puesto que ella esta sublime.

Si resumimos la historia que cuenta la película en un pocas de líneas la idea es muy buena, pero, desafortunadamente, el resultado no lo es.

Debe ser el guión, la dirección o un poco de todo. Al fin y al cabo cuando a una película le dan un premio, el que lo recoge suele decir que el premio es de todos, del equipo, pues aquí igual, el producto final es una película fallida y seguramente será culpa un poco de todos, bueno, de todos no, Malena Alterio está estupenda, sólo por ella la calificación de la película merece un aprobado, aunque sea un cinco.

El guion es muy "tibiamente" a "salto de mata". Se pasa de una situación laboral a otra sin secuencia de adaptación y ambientación contextual.
Malena Alterio no tiene hechuras de taxista, ni físicas, ni modales ni prácticas. No empasta con su "navegador" a partir de entonces para secuenciarse en un hilo que ya está con poco oxigeno al no llegar a impregnarnos su rol con credibilidad.
En cuanto a la fotografía y flashes de secuencia, deja mucho que desear.
El sonido en su totalidad es muy mejorable. Los sistemas de registro de audio, me da que no se han manejado bien a la par que no son de calidad para una producción de este tipo, eso es evidente.

Por último, la composición musical es pobre y excesivamente machacante. En muchos mixes de audio continuo con ambiente y registros de reparto, se hace inaudible. Muy defectuosamente tratado y mezclado.
Gracias Malena, pues te lo curras muchísimo, pero no me ha gustado el “vehículo de desempeño” en este film; en otro "confesionario" hubieras estado esplendida.

En cuanto a los demás actores/trices del reparto, un soberano 1,5 y por participar.
Saludos Sónicos.

Haciendo honor al aria de Puccini, son las 4 de la madrugada y ya no hay manera de pegar ojo tras la peli, así pues, escribamos algo sobre ella.

La pantalla se postra ante el inconmensurable trabajo de Malena Alterio y la odisea vital de su personaje, que atrapa con fuerza al espectador desde el principio y casi no deja tiempo para respirar de la angustia (ayns). La empatía con Lucía es inevitable, una mujer valiente que afronta de manera estoica los mil y un palos de su rocambolesca vida. La música, quizás algo excesiva, nos anuncia constantemente la evidente tragedia de esa olla a presión que tarde o temprano petará.

Una historia catastrofista en la que el mundo se dibuja hostil en todas sus formas, cargado de personajes despreciables a los que con gusto cualquiera pasaría por la katana.

Todo correcto en el apartado técnico y las interpretaciones. No he leído la novela de Millás y no sé cuan fiel es la adaptación. Es el tour de force de Malena Alterio el que destaca en la peli y seguramente le valdrá un merecido Goya (al menos eso espero).

Ahora, una ducha y a la lucha, que hay que llenar la hucha XD.

Película inquietante con una música desesperada de Zeltia Montes que te hace permanecer alerta.

Fabulosa Malena Alterio que se merece ese Goya que le dieron.

Película no recomendada para tardes tranquilas, ni momentos de incertidumbre en el trabajo. Una locura que solo podía salir de la mente de Juan José Millás.