La película podrán disfrutarla quienes entiendan el cine como un arte pictórico donde prima la composicion visual por encima de todo, al estilo de Terrence Malick, pero la trama, el diálogo, la música, la dinámica argumental son factores del todo deficientes cuando no completamente ausentes en esta obra. Recomendable sólo para fans de Malick y personas que consideran que el cine debe ser una extensión de la pintura

Si bien es cierto Peter Weir alcanza la gloria con Dead Poets Society y Truman Show, es con Picnic at Hanging Rock que logra ser conocido en el mundo del cine. Esta película que está basada en hechos reales, es una adaptación de la novela de Loan Lindsay y nos cuenta la extraña desaparición de un grupo de cuatro estudiantes de un colegio burgués en las montañas de origen volcánico en Australia.

Se ha ganado la etiqueta de culto por el misterio que envuelve la desaparición, muchos se rinden al tratar de dar una hipótesis. Por otro parte, tiene elementos muy destacables como la hermosa fotografía que destaca paisajes y naturaleza, la banda sonora cargada de música clásica y el reparto que aunque no sea de calidad, nunca defraudó para nada, además que fue compuesto por adolescentes de una belleza asombrosa.

Terminando de ver "Picnic at Hanging Rock" (1975) de Peter Weir con Anne-Louise Lambert, Helen Morse, Rachel Roberts, Vivean Gray y Dominic Guard. entre otros. IMPRESIONANTE drama de misterio y terror sobre una inocente excursión y picnic a la montaña, que se convirtió en pesadilla para todo un pueblo. La película tiene detalles de gran factura técnica, mostrando los límites de la realidad y lo onírico, con múltiples explicaciones, metáforas, alusiones, detalles narrativos y de Leyenda Urbana; la propuesta es impactante por su época de producción, muy adelantada en cuanto temas de sexualidad, ufología, y de crimen. Todo un suceso sin resolver que llega hasta nuestros días. Un reparto a la altura de una producción que merece ser vista y analizada.
RECOMENDADA
PRONTO en Lecturas Cinematográficas.
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Enigmática y extraña película, bien concebida, muy sutil y delicada, llena de misterio y de una agobiante represión sexual.

14 de febrero de 1900, en el estado de Victoria en Australia entre un paraje inhóspito se sitúa un elitista colegio para chicas bastante europeo. Para celebrar el día de San Valentín se organiza una excursión a Hanging Rock, monumental fenómeno geológico formado por grandiosas rocas que van formando una especie de fortaleza natural. Al finalizar la jornada cuatro de las presentes han desaparecido sin dejar rastro; su busqueda se vuelve en infructuosa y su desaparición en inexplicable. Peter Weir como ya hiciera en su posterior "La última ola", indaga, aunque de manera muchos menos explícita y concreta, en el misticismo presente en tierras australianas. Desconozco si Hanging Rock es lugar sagrado para los aborígenes como lo es el monolito Uluru, otros lugares o símbolos de la isla. Lo que sí parece indicar todo este misterio es que hay algo de ello en los acontecimientos. Película sugestiva y sugerentemente contemplativa, con largos silencios y planos hermosos, recrea notablemente la época victoriana integrada entre paisajes agrestes, la narración acaba abocada a las consecuencias y reacciones del trágico suceso entre los más allegados.