El día que la Tierra se detuvo
1951 

7.0
18,062
Ciencia ficción. Drama
Una nave extraterrestre llega a la tierra con la misión de entregar a los hombres un importante mensaje. El mundo entero queda conmocionado el día en que, sin previo aviso, un platillo aterriza en Washington y de él sale Klaatu, un alienígena de aspecto humano acompañado de Gort, un amenazante robot. La petición que Klaatu hace a todos los gobernantes del mundo es rechazada. Así las cosas, Klaatu decide observar cómo viven los humanos ... [+]
14 de junio de 2010
14 de junio de 2010
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Disintiendo un poco de la opinión generalizada, estimo que desde criterios puramente cinematográficos, "When the earth stood still" sólo mantiene con cierta vigencia un primer acto bien llevado. Cuando hablo de primer acto me refiero a lo que en teoría del guión viene a coincidir con el primer acto teatral que prepara todo. En esta película ese acto llega hasta el momento en que el protagonista extraterrestre llega a la casa de la familia. Este comienzo resulta aún a día de hoy bastante sólido, con elementos documentales y alguna que otra chispa de "chessy" ingenio que todavía cautiva al espectador. Sin embargo, lo que vemos de ahí en adelante es un desarrollo (segundo acto) completamente vulgar, casi de TV show, y un tercer acto simplemente lamentable, por no decir vergonzoso.
Simplemente por su magnífico planteamiento y su importancia histórica le doy un seis.
Simplemente por su magnífico planteamiento y su importancia histórica le doy un seis.
28 de mayo de 2010
28 de mayo de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me quedo de esta película, sobre todo, con el mensaje. No porque me emocione y no sea capaz de ver más allá (no deja de ser paradójico que su contenido censure la violencia con la promesa de más violencia, "si no dejáis de mataros os matamos"), sino porque todo el film está articulado al rededor de este y no viceversa. Tiene vocación pacificadora, y aunque es incapaz de prescindir de un par de escenas del tipo "invasión extraterrestre con monstruo", en este caso Gort, no es lo esencial, las partes más notables son las de un Klaatu de incógnito tratando de encontrar sentido a esa raza destructora pero capaz de sacrificios exentos de toda lógica. En lo tocantea los efectos visuales, la película no queda demasiado bien parada, pero se le perdona porque por esas fechas el cine aún no estaba muy ducho en eso de las invasiones extraterrestres.
3 de diciembre de 2010
3 de diciembre de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ultimátum a la tierra se sitúa en una época obsesionada con el fin de la humanidad, ya sea por visitantes de otro planeta como es el caso, por mutaciones gigantescas provocadas por radiación o por la amenaza nuclear en general. El caso es que parece ser que en aquella época, tras las atrocidades vividas recientemente, el ser humano se percató del poder que empezaba a atesorar, un poder que hasta podría acabar con el planeta Tierra y que dependía demasiado de la bondad del ser humano, algo que era fácilmente alterable.
El mensaje que pretendía hacer llegar Robert Wise está bien claro y va en sintonía con todo aquello. Lo ridículo del comportamiento humano y lo peligrosas que pueden ser sus consecuencias. Un claro grito de "no a la guerra" que reverberará en todo el universo cinematográfico con una chapa y pintura de Sci Fi que le valió para alzarse como uno de los indispensables del género.
Lo que Robert Wise pretendía hacernos llegar va más allá, no solo hace ver los peligros de la eterna estupidez humana, también nos deja como unas criaturas ridículas de las que el inolvidable Klaatu se mofa en varias ocasiones. Wise quiere que veámos lo ridículos que se pueden ver nuestros actos por entidades inteligentes de otros planetas, como si nos estuvieramos tirando piedras contra nuestro propio tejado. Por si fuera poco, el frustrado intento de reunión multinacional de los gobiernos ejemplifica lo estúpido de esos comportamientos hasta en situaciones límite, no pudiendo dejar de lado el protocolo o las diferencias, cosa que la comunidad científica parece comprender a su favor.
Aparte de este mensaje tan repetido hasta la saciedad futuramente y de mil maneras en el séptimo arte, Ultimátum a la Tierra es una reconfortante experiencia cinematográfica. Destaca la música y la personalidad de los personajes a pesar de que ahora veamos muchas situaciones muy ridículas. De todas formas, existen altas posibilidades de que dentro de 70 años nos riamos de la visión de los alienígenas que tenemos hoy en dia, basados en los insectos de nuestro propio planeta en la mayoría de los casos.
En cualquier caso, la visita del humanoide no dejará indiferente a nadie, y mucho menos la inquietante presencia del policia freelance Gort, que impone hasta con ese ridículo traje y que aporta esa dosis de diversión adicional, visual, e incluso intriga y miedo de la película. Quizá la película pierda un poco de ritmo hacia la mitad aunque luego lo recupere con creces, pero esto es más debido a lo malacostumbrados que estamos de ver muerte, caos y destrucción en el cine fantástico de la actualidad. Un perenne clásico.
El mensaje que pretendía hacer llegar Robert Wise está bien claro y va en sintonía con todo aquello. Lo ridículo del comportamiento humano y lo peligrosas que pueden ser sus consecuencias. Un claro grito de "no a la guerra" que reverberará en todo el universo cinematográfico con una chapa y pintura de Sci Fi que le valió para alzarse como uno de los indispensables del género.
Lo que Robert Wise pretendía hacernos llegar va más allá, no solo hace ver los peligros de la eterna estupidez humana, también nos deja como unas criaturas ridículas de las que el inolvidable Klaatu se mofa en varias ocasiones. Wise quiere que veámos lo ridículos que se pueden ver nuestros actos por entidades inteligentes de otros planetas, como si nos estuvieramos tirando piedras contra nuestro propio tejado. Por si fuera poco, el frustrado intento de reunión multinacional de los gobiernos ejemplifica lo estúpido de esos comportamientos hasta en situaciones límite, no pudiendo dejar de lado el protocolo o las diferencias, cosa que la comunidad científica parece comprender a su favor.
Aparte de este mensaje tan repetido hasta la saciedad futuramente y de mil maneras en el séptimo arte, Ultimátum a la Tierra es una reconfortante experiencia cinematográfica. Destaca la música y la personalidad de los personajes a pesar de que ahora veamos muchas situaciones muy ridículas. De todas formas, existen altas posibilidades de que dentro de 70 años nos riamos de la visión de los alienígenas que tenemos hoy en dia, basados en los insectos de nuestro propio planeta en la mayoría de los casos.
En cualquier caso, la visita del humanoide no dejará indiferente a nadie, y mucho menos la inquietante presencia del policia freelance Gort, que impone hasta con ese ridículo traje y que aporta esa dosis de diversión adicional, visual, e incluso intriga y miedo de la película. Quizá la película pierda un poco de ritmo hacia la mitad aunque luego lo recupere con creces, pero esto es más debido a lo malacostumbrados que estamos de ver muerte, caos y destrucción en el cine fantástico de la actualidad. Un perenne clásico.
30 de mayo de 2017
30 de mayo de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El día en que la tierra se paró" probablemente es junto con "El planeta prohibido" (Fred M. Wilcox / 1956) las dos películas más icónicas de la ciencia ficción con sabor pulp, por mucho que la segunda tuviera reminiscencias shakesperianas.
"Una más de platillos voladores de la época", pensaba su actriz protagonista Patricia Neal a la que le costaba tomarse en serio alguna de las escenas. Pero mira por donde el mensaje pacifista en tiempos de tensión popular con la guerra fría caló en el público y el ortopédico y todopoderoso robot Gort (Gnut en la historia original, "Adios al maestro", de Harry Bates) y su jefe el "marciano" (aunque no se especifica se deduce por la distancia de donde dice venir) llegaron para quedarse. Al menos en la memoria colectiva y cinematográfica.
Otros muchos factores coincidieron, como la acertada elección del actor teatral, primerizo en la pantalla que el jefe Zanuck supo elegir tras la renuncia de Claude Reims como primera opción y desestimar a Spencer Tracy por ser demasiado conocido como para creernos que era un E.T.
El semblante, la altura y el buen hacer de Michael Rennie inmortalizaron al personaje. Por altura (2,37) eligieron al portero del teatro chino de Grauman y figurante ocasional Lock Martin para que se embutiera en el asfixiante traje de Gort, a pesar de que tuvo que ser doblado y ayudado con cables y maniquíes para que pudiera llevar en brazos a cada uno de la pareja protagonista.
Klaatu / Rennie mezcla de Jesucristo y el científico de la bomba atómica Oppenheimer ejerce como haría pocos años después en el 56 Berlanga con el protagonista de "Calabuch" de sabio que se mezcla con el pueblo llano de incógnito para ayudarnos en nuestra ignorancia científica y vital. Aquí es donde la película juega sus mejores bazas con un plantel de secundarios acertados. Los todavía pedestres efectos especiales, funcionan y los theremin (peculiar instrumento electrónico) que utilizó Bernard Herrmann marcaron historia en la creación de la atmósfera sonora inquietante de los visitantes del espacio.
La historia, cuyo guión le da la vuelta al original en el que el "maestro" era Gnut y el humano un mandado, se sigue con interés, manteniendo la tensión a pesar de los cortes sufridos en el montaje final y la sobreabundancia de escenas de policías y militares moviendo sus vehículos.
"Una más de platillos voladores de la época", pensaba su actriz protagonista Patricia Neal a la que le costaba tomarse en serio alguna de las escenas. Pero mira por donde el mensaje pacifista en tiempos de tensión popular con la guerra fría caló en el público y el ortopédico y todopoderoso robot Gort (Gnut en la historia original, "Adios al maestro", de Harry Bates) y su jefe el "marciano" (aunque no se especifica se deduce por la distancia de donde dice venir) llegaron para quedarse. Al menos en la memoria colectiva y cinematográfica.
Otros muchos factores coincidieron, como la acertada elección del actor teatral, primerizo en la pantalla que el jefe Zanuck supo elegir tras la renuncia de Claude Reims como primera opción y desestimar a Spencer Tracy por ser demasiado conocido como para creernos que era un E.T.
El semblante, la altura y el buen hacer de Michael Rennie inmortalizaron al personaje. Por altura (2,37) eligieron al portero del teatro chino de Grauman y figurante ocasional Lock Martin para que se embutiera en el asfixiante traje de Gort, a pesar de que tuvo que ser doblado y ayudado con cables y maniquíes para que pudiera llevar en brazos a cada uno de la pareja protagonista.
Klaatu / Rennie mezcla de Jesucristo y el científico de la bomba atómica Oppenheimer ejerce como haría pocos años después en el 56 Berlanga con el protagonista de "Calabuch" de sabio que se mezcla con el pueblo llano de incógnito para ayudarnos en nuestra ignorancia científica y vital. Aquí es donde la película juega sus mejores bazas con un plantel de secundarios acertados. Los todavía pedestres efectos especiales, funcionan y los theremin (peculiar instrumento electrónico) que utilizó Bernard Herrmann marcaron historia en la creación de la atmósfera sonora inquietante de los visitantes del espacio.
La historia, cuyo guión le da la vuelta al original en el que el "maestro" era Gnut y el humano un mandado, se sigue con interés, manteniendo la tensión a pesar de los cortes sufridos en el montaje final y la sobreabundancia de escenas de policías y militares moviendo sus vehículos.
31 de enero de 2022
31 de enero de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: PASABLE.
Es una película impecable en cuanto a los precarios efectos visuales de la época, atenuados con el blanco y negro. Michael Rennie, en su primera aparición en la pantalla grande, inolvidable. Todo un acierto por su fisonomía. El mensaje vigente. La realización de Wise exigente, con planos muy estudiados; en una época en la que una película como la presente se tardaba 10 meses en dejarla lista, algo impensable hoy día. Sin embargo su planteamiento es infantil, y hoy día todavía más. Su encanto es innegable, pero esos grandes fallos, que pasan por ser enormes inverosimilitudes, estropean la función. La valoré positivamente en el 2014, pero en este nuevo visionado tengo que ser más objetivo, dejando de lado su carácter de título emblemático de la ciencia ficción de los 50. En la zona de spoiler paso a enunciar algunas de esas incongruencias, y no entiendo cómo un cineasta como Robert Wise pudo pasarlos por alto, y aún más si cabe toda la legión de entusiastas de la película.
Es una película impecable en cuanto a los precarios efectos visuales de la época, atenuados con el blanco y negro. Michael Rennie, en su primera aparición en la pantalla grande, inolvidable. Todo un acierto por su fisonomía. El mensaje vigente. La realización de Wise exigente, con planos muy estudiados; en una época en la que una película como la presente se tardaba 10 meses en dejarla lista, algo impensable hoy día. Sin embargo su planteamiento es infantil, y hoy día todavía más. Su encanto es innegable, pero esos grandes fallos, que pasan por ser enormes inverosimilitudes, estropean la función. La valoré positivamente en el 2014, pero en este nuevo visionado tengo que ser más objetivo, dejando de lado su carácter de título emblemático de la ciencia ficción de los 50. En la zona de spoiler paso a enunciar algunas de esas incongruencias, y no entiendo cómo un cineasta como Robert Wise pudo pasarlos por alto, y aún más si cabe toda la legión de entusiastas de la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es totalmente abstruso que un ser llegado del espacio exterior lo tengan en una habitación de lo que parece un hospital convencional y sin apenas seguridad. En la realidad lo tendrían dentro de un búnker y aquí intentarían curarlo.
Absolutamente ridículo que una nave llegada del espacio con un robot que muestra una capacidad de destrucción enorme, sea simplemente vigilada por dos soldados, como si fueran un par de seguratas custodiando una atracción de feria. De ser más realista, y caso de no poder mover la nave y el robot a un lugar como el Área 51, se habría desplegado toda una parafernalia militar alrededor y desalojado una importante área circundante.
Otro ridiculez es aquella en la que el enorme y vistoso robot, que además camina a paso de tortuga, se sobreentiende que cruza una parte de la ciudad para ir a rescatar al navegante, y luego vuelve a la nave con él en brazos, ¡sin que nadie lo vea! Por no hablar de que en lugar de estar encerrado en un sitio de extrema seguridad, está en una simple celda cuya pared es colindante a un callejón, idóneo para que el robot pueda desintegrar la pared y recatarlo, cual película de Oeste.
Hasta el mensaje final me deviene en poco menos que incongruente. Porque, en definitiva, los buenos alienígenas contrarrestan la violencia con otra mucho más brutal e inimaginable.
Absolutamente ridículo que una nave llegada del espacio con un robot que muestra una capacidad de destrucción enorme, sea simplemente vigilada por dos soldados, como si fueran un par de seguratas custodiando una atracción de feria. De ser más realista, y caso de no poder mover la nave y el robot a un lugar como el Área 51, se habría desplegado toda una parafernalia militar alrededor y desalojado una importante área circundante.
Otro ridiculez es aquella en la que el enorme y vistoso robot, que además camina a paso de tortuga, se sobreentiende que cruza una parte de la ciudad para ir a rescatar al navegante, y luego vuelve a la nave con él en brazos, ¡sin que nadie lo vea! Por no hablar de que en lugar de estar encerrado en un sitio de extrema seguridad, está en una simple celda cuya pared es colindante a un callejón, idóneo para que el robot pueda desintegrar la pared y recatarlo, cual película de Oeste.
Hasta el mensaje final me deviene en poco menos que incongruente. Porque, en definitiva, los buenos alienígenas contrarrestan la violencia con otra mucho más brutal e inimaginable.
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