Brotherhood (Hermandad)
2009 

6.6
357
25 de octubre de 2010
25 de octubre de 2010
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quienes hayáis visto el film Eyes Wide Open (Eynaim pekukhot), encontrareis cierta similitud en Brotherhood. No obstante, el objetivo de esta breve crítica no es comparar ambos films, por muchas similitudes que podamos encontrar, como el tema tabú de la homosexualidad en sociedades cerradas y que tienen aversión al tema.
En esta ocasión nos encontramos con Lars, un joven exmilitar que se une a un grupo neonazi danés, que también ejerce la política. Allí conoce a Jimmy, un skin, también exmilitar, que pertenece a la cúpula del grupo ultraderechista. Aunque al principio no parecen llevarse muy bien, pronto quedará patente la tensión sexual entre ambos. La atracción es mutua. Comienza por tanto una relación sentimental de puertas a dentro, puesto que el movimiento no permite ese tipo de relaciones homosexuales, de hecho, se dedican a pegar a homosexuales y a inmigrantes.
Quizás el film no sea muy original en su argumento, pero a su favor diré que su sencillez, el garbo de los actores protagonistas que lo hacen muy bien, hacen de la película un inteligente relato sobre las contradicciones de los seres humanos, que en muchas ocasiones defendemos ciertas cuestiones, pero deseamos otras.
Desde luego, es una película que merece la oportunidad de ser vista, máxime si acompañamos su visionado con el film israelí Eyes Wide Open (Eynaim pekukhot).
En esta ocasión nos encontramos con Lars, un joven exmilitar que se une a un grupo neonazi danés, que también ejerce la política. Allí conoce a Jimmy, un skin, también exmilitar, que pertenece a la cúpula del grupo ultraderechista. Aunque al principio no parecen llevarse muy bien, pronto quedará patente la tensión sexual entre ambos. La atracción es mutua. Comienza por tanto una relación sentimental de puertas a dentro, puesto que el movimiento no permite ese tipo de relaciones homosexuales, de hecho, se dedican a pegar a homosexuales y a inmigrantes.
Quizás el film no sea muy original en su argumento, pero a su favor diré que su sencillez, el garbo de los actores protagonistas que lo hacen muy bien, hacen de la película un inteligente relato sobre las contradicciones de los seres humanos, que en muchas ocasiones defendemos ciertas cuestiones, pero deseamos otras.
Desde luego, es una película que merece la oportunidad de ser vista, máxime si acompañamos su visionado con el film israelí Eyes Wide Open (Eynaim pekukhot).
11 de junio de 2011
11 de junio de 2011
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Europa del S.XX se ha construido sobre el horror y la hipocresía. La necesidad de aceptar (que no olvidar) las atrocidades de las dos grandes guerras y la incertidumbre de los tiempos que vendrán ha dado una sociedad llena de contradicciones. El mapa de la Europa actual dibuja los trazos de la globalización, la inmigración y la variedad cultural. En Brotherhood tenemos un joven indeciso, recién salido de la escuela militar, que en un momento inestable de su vida recibe el impacto, cede a la fascinación banal e inmoral de un grupo nazi. La iconografía de antiguos regímenes y las acciones brutales de dictaduras reconocibles pero no aceptables pasan a formar parte de su día a día, primero con miedo, luego conviertiéndose en el centro de atención de sus 'amigos'.
En esta historia de contenido político, que podría haber sido la versión danesa de El creyente, American History X o La ola, se incluye una trama de romance homosexual entre los protagonistas de este grupo radical. Y es aquí cuando Brotherhood nos involucra a todos: el miedo, la frustración por ser diferentes lleva a muchos a esconderse en los discursos que paradójicamente atentan contra su propia naturaleza. El ideario nazi, que en su día fue utilizado para llevar a cabo la llamada persecución y ejecución de los homosexuales en la Alemania Nazi, es el mismo en el que se resguardan dos homosexuales reprimidos. Con eso, Brotherhood viene a decirnos que no hemos avanzado demasiado: sigue habiendo una tensión entre quienes somos y quienes queremos ser, muchos luchan contra sus propios intereses tirando piedras contra su tejado y eso nos sigue llevando a pequeñas guerras que podrían traducirse el día de mañana en los Holocaustos del futuro.
Brotherhood está protagonizada por dos personajes hijos de toda la estigmatización y silencio del mundo gay que se esconden en un entorno de machos. Pero la película va más allá y habla de las relaciones humanas en general, también las de poder: así, los dos chicos trabajan y viven en la casa del jefe de la organización cual sistema feudal en pleno año 2009. El cine danés parece muy interesado en investigar la violencia que sacude la nueva Europa: tanto esta Brotherhood, ganadora en el Festival de Roma, como En un mundo mejor, Oscar a la mejor película de habla no inglesa, no proponen soluciones, pero son suficientemente maduras para urgar en los posibles porqués. Una película dura, intensa, imprescindible para, si no entender, sí al menos ser conscientes del mundo en el que vivimos.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com
En esta historia de contenido político, que podría haber sido la versión danesa de El creyente, American History X o La ola, se incluye una trama de romance homosexual entre los protagonistas de este grupo radical. Y es aquí cuando Brotherhood nos involucra a todos: el miedo, la frustración por ser diferentes lleva a muchos a esconderse en los discursos que paradójicamente atentan contra su propia naturaleza. El ideario nazi, que en su día fue utilizado para llevar a cabo la llamada persecución y ejecución de los homosexuales en la Alemania Nazi, es el mismo en el que se resguardan dos homosexuales reprimidos. Con eso, Brotherhood viene a decirnos que no hemos avanzado demasiado: sigue habiendo una tensión entre quienes somos y quienes queremos ser, muchos luchan contra sus propios intereses tirando piedras contra su tejado y eso nos sigue llevando a pequeñas guerras que podrían traducirse el día de mañana en los Holocaustos del futuro.
Brotherhood está protagonizada por dos personajes hijos de toda la estigmatización y silencio del mundo gay que se esconden en un entorno de machos. Pero la película va más allá y habla de las relaciones humanas en general, también las de poder: así, los dos chicos trabajan y viven en la casa del jefe de la organización cual sistema feudal en pleno año 2009. El cine danés parece muy interesado en investigar la violencia que sacude la nueva Europa: tanto esta Brotherhood, ganadora en el Festival de Roma, como En un mundo mejor, Oscar a la mejor película de habla no inglesa, no proponen soluciones, pero son suficientemente maduras para urgar en los posibles porqués. Una película dura, intensa, imprescindible para, si no entender, sí al menos ser conscientes del mundo en el que vivimos.
Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com
2 de abril de 2013
2 de abril de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película empieza de forma muy contundente, presentando el conflicto que se va a desarrollar a lo largo de toda la película: la homosexualidad vivida desde dentro de un grupo neonazi.
Los dos aspectos que más valoro de la película son la interpretación de los dos protagonistas y la historia en sí misma. Las interpretaciones se me hacen creíbles y esto me permite ponerme en su lugar y creerme la historia que me están contando. También es cierto que hay algunas partes del guión que quedan flojas, como la relación de Lars con su familia, o el aislamiento que viven los dos protagonistas y que les empuja a formar parte del grupo neonazi.
Por otro lado la historia y los pequeños matices que se van desgranando a lo largo de la película me crean mucho interés y me hacen reflexionar. En especial tres temas que están relacionados entre sí: la necesidad de pertenecer a una comunidad, el discurso homófobo que nos lleva a vivir en el armario y la falta de pensamiento crítico.
Los dos aspectos que más valoro de la película son la interpretación de los dos protagonistas y la historia en sí misma. Las interpretaciones se me hacen creíbles y esto me permite ponerme en su lugar y creerme la historia que me están contando. También es cierto que hay algunas partes del guión que quedan flojas, como la relación de Lars con su familia, o el aislamiento que viven los dos protagonistas y que les empuja a formar parte del grupo neonazi.
Por otro lado la historia y los pequeños matices que se van desgranando a lo largo de la película me crean mucho interés y me hacen reflexionar. En especial tres temas que están relacionados entre sí: la necesidad de pertenecer a una comunidad, el discurso homófobo que nos lleva a vivir en el armario y la falta de pensamiento crítico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Jimmy queda con un chico homosexual en un parque a oscuras, dónde ya se entrevé que lo mira con unos ojos diferentes. “Eres hermoso” le dice, justo antes que el grupo de neonazis le den una paliza.
Por otro lado, a Lars, le deniegan su ascenso a sargento en el último momento porque intentó ligar con uno de sus subordinados en una noche de borrachera. Cuando llega a casa, nos encontramos con unos padres autoritarios que le presionan para que siga su carrera militar. En este punto, Lars toma consciencia del conflicto entre su homosexualidad y los deseos de su familia. Esto le crea una gran confusión que le sitúa en un callejón sin salida. ¿Quizá lo mejor sea eliminar la homosexualidad, uniéndose a un grupo neonazi?
Pero los sentimientos siguen ahí, a pesar que uno quiera ocultarlos o negarlos. Lars y Jimmy comparten casa y se enamoran. En una noche de borrachera, finalmente Lars se deja llevar por sus emociones y acaban juntos en la cama. Esto les lleva a una dinámica de doble personalidad, de vivir en el armario, que se muestra de forma contundente en la escena en la cama dónde se ve el símbolo nazi que tiene Jimmy tatuado en la espalda mientras mantienen relaciones sexuales.
Aquí nos encontramos con un tema interesante de la película, el miedo al aislamiento social. Todos necesitamos pertenecer a un grupo, ser parte de él. Esta necesidad puede llegar a ser tan fuerte como la negación de la propia orientación sexual. Al final de la película, este conflicto desemboca en una paliza que le propina el propio Jimmy a Lars. Después de esto, Jimmy quiebra su pertenencia con el grupo para marcharse junto con Lars. Para Jimmy, el grupo era su familia y sólo puede llegar a resolver esta cuestión, una vez llegado al límite. Aquí me pregunto si hay tanta diferencia entre el miedo de Jimmy de ser excluido de su comunidad y el miedo de una persona homosexual de ser excluido de la sociedad heterosexual en la que vivimos.
Por otro lado tenemos la xenofobia y la homofobia propias del grupo neonazi. En la película, estas dos formas de odio se muestran explícitamente mediante la violencia física en grupo. Por un lado, cuando un grupo de extranjeros entra en un bar, el grupo neonazi grita: “huele a rata del desierto” y luego Jimmy se enfrenta a puñetazos con uno de ellos. Por otro lado, la homofobia se muestra con las palizas que les dan a los homosexuales en el parque o en la puerta de su casa.
Aquí aparece otro de los temas interesantes de la película. Mientras el inmigrante no se puede ocultar, ya que una persona que es negra, lo será siempre, el homosexual sí puede vivir oculto. Lars y Jimmy viven su vida sexual en su casa del campo sin que nadie sepa nada.
Esta homofobia que se muestra en la película no dista mucho de la homofobia que tenemos hoy en día en nuestra sociedad, dónde domina el discurso heterosexual, empezando por el Ministro del Interior, pasando por la Iglesia Católica, las escuelas o la propia familia. La diferencia está que en lugar de dar palizas a los homosexuales, se utiliza el discurso como herramienta para discriminar y aislar las minorías sexuales, que va calando de forma constante y profunda en cada uno de nosotros. Un discurso que se transmite de boca a boca, hasta llegarse a encarnar dentro de los propios homosexuales. ¿Os imagináis a un negro dar una paliza a otro negro por ser más negro? Pero en cambio sí que hay homosexuales que son discriminados por otros homosexuales sólo por andar de forma diferente.
Otro de los aspectos que refleja la película es el bajo nivel cultural y la falta de pensamiento crítico del grupo de neonazis. Esto se ve plasmado en una de las conversaciones en las que Lars defiende la homosexualidad de la mano derecha de Hitler. El único en rebatirle es Fatty, el líder del grupo. En este sentido, creo que la película nos brinda pistas para combatir el autoritarismo y el pensamiento totalitario.
Por otro lado, a Lars, le deniegan su ascenso a sargento en el último momento porque intentó ligar con uno de sus subordinados en una noche de borrachera. Cuando llega a casa, nos encontramos con unos padres autoritarios que le presionan para que siga su carrera militar. En este punto, Lars toma consciencia del conflicto entre su homosexualidad y los deseos de su familia. Esto le crea una gran confusión que le sitúa en un callejón sin salida. ¿Quizá lo mejor sea eliminar la homosexualidad, uniéndose a un grupo neonazi?
Pero los sentimientos siguen ahí, a pesar que uno quiera ocultarlos o negarlos. Lars y Jimmy comparten casa y se enamoran. En una noche de borrachera, finalmente Lars se deja llevar por sus emociones y acaban juntos en la cama. Esto les lleva a una dinámica de doble personalidad, de vivir en el armario, que se muestra de forma contundente en la escena en la cama dónde se ve el símbolo nazi que tiene Jimmy tatuado en la espalda mientras mantienen relaciones sexuales.
Aquí nos encontramos con un tema interesante de la película, el miedo al aislamiento social. Todos necesitamos pertenecer a un grupo, ser parte de él. Esta necesidad puede llegar a ser tan fuerte como la negación de la propia orientación sexual. Al final de la película, este conflicto desemboca en una paliza que le propina el propio Jimmy a Lars. Después de esto, Jimmy quiebra su pertenencia con el grupo para marcharse junto con Lars. Para Jimmy, el grupo era su familia y sólo puede llegar a resolver esta cuestión, una vez llegado al límite. Aquí me pregunto si hay tanta diferencia entre el miedo de Jimmy de ser excluido de su comunidad y el miedo de una persona homosexual de ser excluido de la sociedad heterosexual en la que vivimos.
Por otro lado tenemos la xenofobia y la homofobia propias del grupo neonazi. En la película, estas dos formas de odio se muestran explícitamente mediante la violencia física en grupo. Por un lado, cuando un grupo de extranjeros entra en un bar, el grupo neonazi grita: “huele a rata del desierto” y luego Jimmy se enfrenta a puñetazos con uno de ellos. Por otro lado, la homofobia se muestra con las palizas que les dan a los homosexuales en el parque o en la puerta de su casa.
Aquí aparece otro de los temas interesantes de la película. Mientras el inmigrante no se puede ocultar, ya que una persona que es negra, lo será siempre, el homosexual sí puede vivir oculto. Lars y Jimmy viven su vida sexual en su casa del campo sin que nadie sepa nada.
Esta homofobia que se muestra en la película no dista mucho de la homofobia que tenemos hoy en día en nuestra sociedad, dónde domina el discurso heterosexual, empezando por el Ministro del Interior, pasando por la Iglesia Católica, las escuelas o la propia familia. La diferencia está que en lugar de dar palizas a los homosexuales, se utiliza el discurso como herramienta para discriminar y aislar las minorías sexuales, que va calando de forma constante y profunda en cada uno de nosotros. Un discurso que se transmite de boca a boca, hasta llegarse a encarnar dentro de los propios homosexuales. ¿Os imagináis a un negro dar una paliza a otro negro por ser más negro? Pero en cambio sí que hay homosexuales que son discriminados por otros homosexuales sólo por andar de forma diferente.
Otro de los aspectos que refleja la película es el bajo nivel cultural y la falta de pensamiento crítico del grupo de neonazis. Esto se ve plasmado en una de las conversaciones en las que Lars defiende la homosexualidad de la mano derecha de Hitler. El único en rebatirle es Fatty, el líder del grupo. En este sentido, creo que la película nos brinda pistas para combatir el autoritarismo y el pensamiento totalitario.
19 de abril de 2013
19 de abril de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que da la impresión de que quedan pocas historias que desarrollar, y de repente me encuenro con una cinta que une homosexualidad y skin heads, dando una pirueta argumental en una especie de mezcla entre "Brokeback Mountain" y "American History X".
Pues bien, a pesar de que tan estrambótico argumento pudiera presumir una película llena de efectismos e irrealidades, he de decir que la trama se desarrolla de forma veraz, honesta y contenida. Todo es más natural de lo que pudiera parecer, todo está matizado, y hasta los nazis parecen diferentes, tienen dudas y algún sentimiento, no son aquí tan arquetípicos, y dentro de su tara mental, alguno parece hasta medio civilizado.
Buen film, sosegado, mantiene un aceptable nivel de interés, no resulta escandaloso, sino natural, y por encima de todo, destacan las gloriosas interpretaciones de Thure Lindhardt (ya le he visto en alguna otra película y es un tipo a seguir) y David Dencik, bien apoyados por un más que solvente Niclas Bro.
Pues bien, a pesar de que tan estrambótico argumento pudiera presumir una película llena de efectismos e irrealidades, he de decir que la trama se desarrolla de forma veraz, honesta y contenida. Todo es más natural de lo que pudiera parecer, todo está matizado, y hasta los nazis parecen diferentes, tienen dudas y algún sentimiento, no son aquí tan arquetípicos, y dentro de su tara mental, alguno parece hasta medio civilizado.
Buen film, sosegado, mantiene un aceptable nivel de interés, no resulta escandaloso, sino natural, y por encima de todo, destacan las gloriosas interpretaciones de Thure Lindhardt (ya le he visto en alguna otra película y es un tipo a seguir) y David Dencik, bien apoyados por un más que solvente Niclas Bro.
5 de diciembre de 2011
5 de diciembre de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Las manifestaciones de odio como xenofobia y homofobia, podrían explicarse desde la existencia del mal? Para quienes hemos tenido el gusto de disfrutar esta película, creo que podríamos encontrar una respuesta a esta pregunta. Y no encontraremos una respuesta, si no por el contrario, creo que muchas.
El odio hacia el otro como ser humano ha sido latente desde la misma existencia del hombre, y es cuando nos encontramos con películas como Brotherhood que recordamos que (a pesar de las revoluciones pasadas y las luchas actuales) todavía existen manifestaciones que pueden ser consideradas como una experiencia más de vida e insignificantes para muchos, pero que lo único que muestran es que aún tenemos el mal como una banalidad.
En Brotherhood encontramos ideologías políticas de ultraderecha, odio, miedo y la desafortunada manera de tener que asumir las consecuencias de nuestros actos. Pero no todo es este film es desalentador, también existe un sentimiento tan antiguo como el mal: EL AMOR.
El odio hacia el otro como ser humano ha sido latente desde la misma existencia del hombre, y es cuando nos encontramos con películas como Brotherhood que recordamos que (a pesar de las revoluciones pasadas y las luchas actuales) todavía existen manifestaciones que pueden ser consideradas como una experiencia más de vida e insignificantes para muchos, pero que lo único que muestran es que aún tenemos el mal como una banalidad.
En Brotherhood encontramos ideologías políticas de ultraderecha, odio, miedo y la desafortunada manera de tener que asumir las consecuencias de nuestros actos. Pero no todo es este film es desalentador, también existe un sentimiento tan antiguo como el mal: EL AMOR.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here