FriendsSerie
1994 

David Crane (Creador), Marta Kauffman (Creadora) ...
8.2
144,006
Serie de TV. Comedia
Serie de TV (1994-2004). 10 temporadas. 236 episodios. "Friends" narra las aventuras y desventuras de seis jóvenes de Nueva York. Rachel (Jennifer Aniston), Monica (Courteney Cox), Phoebe (Lisa Kudrow), Ross (David Schwimmer), Chandler (Matthew Perry) y Joey (Matt LeBlanc) forman una unida pandilla de amigos que viven en Manhattan y que suelen reunirse en sus apartamentos o en su bar habitual, el Central Perk. A pesar de los numerosos ... [+]
26 de septiembre de 2008
26 de septiembre de 2008
314 de 383 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy muy partidario de que Filmaffinity añada el mundo televisivo en sus secciones de la página. La televisión agrede al cine y la considero un "arte" que con el tiempo desaparecerá. Lo discutí con Pablo Kurt y eligió pistolas. Yo sable. Le devolví el balazo de un mandoble y la bala rebotada terminó con su padrino mientras la hoja rota de mi estoque viró en un giro imposible y decapitó al mío. Es decir, no hay manera de que las series televisivas se eliminen de esta noble página.
Realizar una crítica sobre una serie de televisión se convierte a menudo en esta web en un ejercicio cachondo y mordaz para ver quién es más cabrón (sobre todo si la serie es española). Por allí danzan las grandes críticas de soieldani, por mentar al usuario que ahora mismo me viene a la cabeza, escurridizo y esporádico miembro de la página con el que poder deleitarse observando como carga sin piedad contra sus demonios interiores mientras los demás nos partimos los huesos de risa. Es lo que tiene la televisión: un bajo coste, guiones a menudo absurdos y pseudoactores que viven a cuerpo de rey porque un día les tocó la lotería de integrarse en el proyecto de algún publicista vicioso y transtornado.
Incluso genios de esta página han realizado sus pinitos en el campo televisivo. Uno de ellos, el amigo Pas, nos regaló una de sus críticas más destructivas aunque ojo!!, mejores que se han escrito sobre nuestros amigos neoyorquinos. La atacaba con brío y argumentos, alejada del estilo destroyer que tanto nos agrada. Y es doloroso si eres fan de la serie descubrir como la mayoría de amigos y almas gemelas le otorgan valores muy inferiores al tuyo.
Lo duro es defenderla cuando ya ha caducado e intentar transimitir sus valores antes de que el spoiler te devore o Pablo Kurt te acierte con su magnum entre ceja y ceja.
Adoro las risas enlatadas.
Me encantan, me vuelven loco.
Olvido la tristeza cuando escucho a la gente reír.
Revitalizan, me desestresan.
Esté al tanto o no de lo que la caja tonta vomita a cada momento, cada vez que oigo una risa enlatada me giro y fijo los ojos en la pequeña pantalla. Y casi siempre respondo igual: "mierda, no son las risas enlatadas de Friends." Conozco esas interminables y repetitivas risas como si fuesen propias, ya que al escucharlas se funden con la mía dibujando en el éter un binomio indisoluble.
La principal virtud de Friends es contemplar temporada tras temporada como el personaje se ha impuesto al actor, se ha disfrazado de él y ha absorbido lentamente el cuerpo del que se alimentaba, es decir, la mimetización gradual de la imaginación sobre los sujetos pensantes.
Hablando en plata: actores que dieron lo mejor de sí mismos en un momento puntual de sus vidas y que otorgaron credibilidad a unos personajes en principio dispuestos para el sacrificio. Levantaron el match ball del episodio piloto y de la primera temporada vendiendo su alma al personaje para conseguir la mejor comedia televisiva de todos los tiempos.
Realizar una crítica sobre una serie de televisión se convierte a menudo en esta web en un ejercicio cachondo y mordaz para ver quién es más cabrón (sobre todo si la serie es española). Por allí danzan las grandes críticas de soieldani, por mentar al usuario que ahora mismo me viene a la cabeza, escurridizo y esporádico miembro de la página con el que poder deleitarse observando como carga sin piedad contra sus demonios interiores mientras los demás nos partimos los huesos de risa. Es lo que tiene la televisión: un bajo coste, guiones a menudo absurdos y pseudoactores que viven a cuerpo de rey porque un día les tocó la lotería de integrarse en el proyecto de algún publicista vicioso y transtornado.
Incluso genios de esta página han realizado sus pinitos en el campo televisivo. Uno de ellos, el amigo Pas, nos regaló una de sus críticas más destructivas aunque ojo!!, mejores que se han escrito sobre nuestros amigos neoyorquinos. La atacaba con brío y argumentos, alejada del estilo destroyer que tanto nos agrada. Y es doloroso si eres fan de la serie descubrir como la mayoría de amigos y almas gemelas le otorgan valores muy inferiores al tuyo.
Lo duro es defenderla cuando ya ha caducado e intentar transimitir sus valores antes de que el spoiler te devore o Pablo Kurt te acierte con su magnum entre ceja y ceja.
Adoro las risas enlatadas.
Me encantan, me vuelven loco.
Olvido la tristeza cuando escucho a la gente reír.
Revitalizan, me desestresan.
Esté al tanto o no de lo que la caja tonta vomita a cada momento, cada vez que oigo una risa enlatada me giro y fijo los ojos en la pequeña pantalla. Y casi siempre respondo igual: "mierda, no son las risas enlatadas de Friends." Conozco esas interminables y repetitivas risas como si fuesen propias, ya que al escucharlas se funden con la mía dibujando en el éter un binomio indisoluble.
La principal virtud de Friends es contemplar temporada tras temporada como el personaje se ha impuesto al actor, se ha disfrazado de él y ha absorbido lentamente el cuerpo del que se alimentaba, es decir, la mimetización gradual de la imaginación sobre los sujetos pensantes.
Hablando en plata: actores que dieron lo mejor de sí mismos en un momento puntual de sus vidas y que otorgaron credibilidad a unos personajes en principio dispuestos para el sacrificio. Levantaron el match ball del episodio piloto y de la primera temporada vendiendo su alma al personaje para conseguir la mejor comedia televisiva de todos los tiempos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Friends respalda la faraónica interpretación de su equipo de actores con la máxima por excelencia: la idea escrita o guión. Su principal acierto durante más de doscientos capítulos se basa en las relaciones sentimentales y/o guerreras entre el hombre y la mujer. Todas las variantes se han tocado y opino que los que han visto la serie parcialmente o en su totalidad, nos hemos sentido identificados en algún momento puntual con alguno de sus personajes. Al fin y al cabo, la idea original perseguía un retrato honesto del amor y de la vida lo más creativo y divertido posible.
Aunque si intentamos ser justos con una serie tan extensa como una década, sería absurdo afirmar que no se vició de su propia fama o que los roles primitivos de los personajes fuesen los más adecuados. Se le achaca, no sin cierta razón, aunque olvidando alegremente el factor ficticio de una obra que aspira a dibujar la realidad de los jóvenes que viven en esa franja de la vida, la imposibilidad de subsistir en el centro de Manhattan con algunos sueldos y salarios que por ahí pululan. También que únicamente dos personajes de los seis (Fibi y Joey) reflejaran con cierta verosimilitud a la baja burguesía de la gran manzana y los otros cuatro tuvieran el sustento asegurado a pesar de la independencia económica de la que presumían sobre sus progenitores. O cómo no, el acercamiento en muchas ocasiones superficial y desbocado hacia miembros del sexo contrario.
Claro que tiene fallos. Y quién no se ríe sino que sonríe con Friends los encontrará más a menudo y de mayor rango. Y a pesar de la fantasía que supone la relación entre Rachel y Ross, no puedo evitar entristecerme o alegrarme cuando los vaivenes de la vida los vuelven a unir o a separar. Y no puedo sino elogiar, la apabullante lección de amistad lejos del entorno familiar que 6 personajes nos brindaron en aquellos años, como si en cada capítulo nos dijeran... tú también puedes encontrar con quién ser feliz. No estás solo. Y eso, en los egoístas tiempos en que vivimos... me parece muy grande. Grandísimo.
¿Mi favorito? Chandler, sin duda.
Aunque si intentamos ser justos con una serie tan extensa como una década, sería absurdo afirmar que no se vició de su propia fama o que los roles primitivos de los personajes fuesen los más adecuados. Se le achaca, no sin cierta razón, aunque olvidando alegremente el factor ficticio de una obra que aspira a dibujar la realidad de los jóvenes que viven en esa franja de la vida, la imposibilidad de subsistir en el centro de Manhattan con algunos sueldos y salarios que por ahí pululan. También que únicamente dos personajes de los seis (Fibi y Joey) reflejaran con cierta verosimilitud a la baja burguesía de la gran manzana y los otros cuatro tuvieran el sustento asegurado a pesar de la independencia económica de la que presumían sobre sus progenitores. O cómo no, el acercamiento en muchas ocasiones superficial y desbocado hacia miembros del sexo contrario.
Claro que tiene fallos. Y quién no se ríe sino que sonríe con Friends los encontrará más a menudo y de mayor rango. Y a pesar de la fantasía que supone la relación entre Rachel y Ross, no puedo evitar entristecerme o alegrarme cuando los vaivenes de la vida los vuelven a unir o a separar. Y no puedo sino elogiar, la apabullante lección de amistad lejos del entorno familiar que 6 personajes nos brindaron en aquellos años, como si en cada capítulo nos dijeran... tú también puedes encontrar con quién ser feliz. No estás solo. Y eso, en los egoístas tiempos en que vivimos... me parece muy grande. Grandísimo.
¿Mi favorito? Chandler, sin duda.
3 de septiembre de 2006
3 de septiembre de 2006
233 de 291 usuarios han encontrado esta crítica útil
Os echo de menos; han sido diez años inolvidables. No puedo imaginar seis amigos mejores que estos seis neoyorquinos: Un profesor chiflado y enamoradizo como Ross; un tan pésimo actor como estupendo seductor, Joey; un enloquecido y divertido oficinista como Chandler; una adorable niña pija como Rachel; una desquiciada cantante-masajista como Phoebe; y mi cocinera preferida, la perfecta Mónica. Han sido diez años de ratitos de diversión que siempre sabían a poco. De ligues de una noche, de flirteos, de bodas, de divorcios. De Navidades entrañables y de inolvidables Dias de Acción de Gracias. De bocadillos de Joey, de cenas de Mónica. De canciones horribles de Phoebe y de chistes delirantes de Chandler. De encuentros y desencuentros de Rachel y Ross. Lo siento mucho pero "¡¡¡ESTÁBAMOS TOMÁNDONOS UN DESCANSO!!!"
Me temo que ya es definitivo. Hasta pronto, amigos.
Me temo que ya es definitivo. Hasta pronto, amigos.
19 de marzo de 2009
19 de marzo de 2009
185 de 199 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta crítica va dirigida a todos aquellos que le sacan mil defectos a esta serie de forma despiadada y analítica; yo respeto su objetividad, pero creo que hablo en nombre de muchos de los miles y miles de fans de Friends cuando digo que no somos idiotas, y que no es que nos vaya el humor facilón y yanqui de risas enlatadas; es que esta serie tiene algo que nos hace sentir bien, y ese algo es bastante universal. No sé qué es en el caso de los demás fans, pero en mi caso consiste en lo siguiente:
Friends es mi lugar feliz. Ese refugio seguro donde todo tiene solución y donde se plantean problemas universales de un modo desdramatizado y ligero. Es un universo inamovible enmarcado en un escenario amable, con personajes simpáticos y cercanos; es un mundo irreal al que siempre puedo acudir, como cuando uno es pequeño y su madre le cuenta un cuento para que deje de llorar. Uno se sabe el cuento de memoria, y precisamente esa familiaridad, esa cercanía, le hace sentir reconfortado.
Precisamente por no plasmar la realidad, Friends ha triunfado; su mayor logro es hacer que millones de espectadores se evadan de sus vidas por un rato, olvidando sus preocupaciones reales y asumiendo las ficticias, que no duran más allá de 20 minutos. Y si algo queda por resolver, sabemos con seguridad que, tarde o temprano, se resolverá… porque 10 temporadas dan para mucho. En la vida real, en cambio, no todos los problemas tienen solución.
Es por eso por lo que he visto tantas veces esta serie hasta saberme los diálogos de memoria. No es porque yo sea frívola, ni porque sea tan ingenua como para creer que existe gente con vidas así; es porque me gustaría que existiera, y dejo que me lo cuenten para sentirme reconfortada por un rato.
Y si aun así les parezco tonta, será que no me he explicado bien; pido disculpas.
Friends es mi lugar feliz. Ese refugio seguro donde todo tiene solución y donde se plantean problemas universales de un modo desdramatizado y ligero. Es un universo inamovible enmarcado en un escenario amable, con personajes simpáticos y cercanos; es un mundo irreal al que siempre puedo acudir, como cuando uno es pequeño y su madre le cuenta un cuento para que deje de llorar. Uno se sabe el cuento de memoria, y precisamente esa familiaridad, esa cercanía, le hace sentir reconfortado.
Precisamente por no plasmar la realidad, Friends ha triunfado; su mayor logro es hacer que millones de espectadores se evadan de sus vidas por un rato, olvidando sus preocupaciones reales y asumiendo las ficticias, que no duran más allá de 20 minutos. Y si algo queda por resolver, sabemos con seguridad que, tarde o temprano, se resolverá… porque 10 temporadas dan para mucho. En la vida real, en cambio, no todos los problemas tienen solución.
Es por eso por lo que he visto tantas veces esta serie hasta saberme los diálogos de memoria. No es porque yo sea frívola, ni porque sea tan ingenua como para creer que existe gente con vidas así; es porque me gustaría que existiera, y dejo que me lo cuenten para sentirme reconfortada por un rato.
Y si aun así les parezco tonta, será que no me he explicado bien; pido disculpas.
25 de agosto de 2010
25 de agosto de 2010
91 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
Os he conocido a lo largo de diez años de vuestras vidas. Diez años maravillosos que rápidamente se dicen y difícilmente se olvidan.
Han sido 10 años de chistes malos de Chandler, 120 meses de citas de Joey, 520 semanas de cánticos desentonados de Phoebe, 3650 días de intensas y aburridas charlas prehistóricas de Ross, 87600 horas de compras con Rachel, 5256000 minutos de desesperaciones histéricas de Mónica....315360000 segundos de risas,lágrimas y emociones que aún fluyen por mis venas tras vuestra maravillosa y triste despedida de aquel año 2004. (Siento no haber contado los años bisiestos)
Ha sido tanto tiempo a vuestro lado, un tiempo tan efímero y disfrutado, que he sentido la necesidad de escribir sobre cada uno de vosotros, queridos amigos.
RACHEL GREEN
Recuerdo verte en aquel episodio piloto con tu vestido de novia a la fuga y tu carácter de niña pija y mimada. ¿Cuánto has cambiado a lo largo de estos diez años, no crees?
La que más de vosotros seis. Gracias por habernos divertido tanto con tus continuas torpezas que cabrean a Monica y por habernos emocionado con tus idas y venidas en la relación con Ross
MONICA GELLER
La cocinera más neurótica y perfecta de todo Nueva York, la mujer más ordenada y organizada de las tres que componen el grupo, la hermana que no acepta una derrota, la chica a la que tanto queremos por ser tal y como es, desquiciante. Gracias, mi anfitriona.
PHOEBE BUFFAY
La más curiosa y extraña persona que he conocido jamás. Recuerdo verte en aquel café Central Perk, cantando unas canciones fuera de lo común sobre cerdos que se convierten en hamburguesas y gatos olorosos y pensar que estabas loca, y así era y es. Gracias por aportar esas toneladas de locura a este grupo de amigos, realmente eres maravillosa.
(Continúo en Spoiler)
Han sido 10 años de chistes malos de Chandler, 120 meses de citas de Joey, 520 semanas de cánticos desentonados de Phoebe, 3650 días de intensas y aburridas charlas prehistóricas de Ross, 87600 horas de compras con Rachel, 5256000 minutos de desesperaciones histéricas de Mónica....315360000 segundos de risas,lágrimas y emociones que aún fluyen por mis venas tras vuestra maravillosa y triste despedida de aquel año 2004. (Siento no haber contado los años bisiestos)
Ha sido tanto tiempo a vuestro lado, un tiempo tan efímero y disfrutado, que he sentido la necesidad de escribir sobre cada uno de vosotros, queridos amigos.
RACHEL GREEN
Recuerdo verte en aquel episodio piloto con tu vestido de novia a la fuga y tu carácter de niña pija y mimada. ¿Cuánto has cambiado a lo largo de estos diez años, no crees?
La que más de vosotros seis. Gracias por habernos divertido tanto con tus continuas torpezas que cabrean a Monica y por habernos emocionado con tus idas y venidas en la relación con Ross
MONICA GELLER
La cocinera más neurótica y perfecta de todo Nueva York, la mujer más ordenada y organizada de las tres que componen el grupo, la hermana que no acepta una derrota, la chica a la que tanto queremos por ser tal y como es, desquiciante. Gracias, mi anfitriona.
PHOEBE BUFFAY
La más curiosa y extraña persona que he conocido jamás. Recuerdo verte en aquel café Central Perk, cantando unas canciones fuera de lo común sobre cerdos que se convierten en hamburguesas y gatos olorosos y pensar que estabas loca, y así era y es. Gracias por aportar esas toneladas de locura a este grupo de amigos, realmente eres maravillosa.
(Continúo en Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
JOEY TRIBBIANI
Siempre fuiste el que menos cerebro tuvo del grupo, pero a pesar de eso, eras el de más grande corazón. Tu significado de la amistad, tu pasión por los Knicks, tu cortesía con las mujeres por la noche, tu descortesía con ellas por la mañana, tu glotonería, tu inocencia, tu “cómo va eso”…simplemente tú. Eres genial, Joey.
CHANDLER BING
Chandler, he de confesarte algo, han pasado diez años y sigo sin saber qué es tu trabajo exactamente. Desde el comienzo me caíste bien, porque sabía que a pesar de que decías que no sabías dar consejos, cuando los dabas eras el mejor. No solo eso, tu irónico sentido del humor consiguió que en el primer momento en que te ví te convirtieses en mi mejor amigo. Espero que sigas sacando nimios errores a todas las mujeres que te cruces y que odies el resto de días de acción de gracias que se avecinan.
DOCTOR ROSS GELLER
Eres el más inteligente y culto de todos, tanto que nos llegas a aburrir con tus largas conversaciones sobre paleontología. Tras el divorcio con tu ex mujer lesbiana te tocó empezar a ligar y nos demostraste que no es tu punto fuerte. Gracias por tu espíritu enamoradizo y el amor que llevas contigo por Rachel desde hace tantísimo tiempo.
Se que todo esto no es nada en relación a lo que me habéis dado a mí, pero solo quería mostrar mi agradecimiento…Y os voy a decir algo curioso, a pesar de que todos vosotros sois tan absolutamente diferentes, os parecéis en algo…
TODOS VOSOTROS SOIS LOS MEJORES
Y, ¿Sabéis por qué?
Porque le distéis un sentido a la televisión.
Porque habéis conseguido hacer reír a una cantidad inimaginable de personas.
Porque habéis emocionado a otras tantas.
Porque habéis estado ahí para nosotros.
Porque sois únicos.
Porque os queremos.
Porque nos hacéis felices.
Porque nuestras vidas no son lo mismo desde que os conocimos.
Porque sois vosotros.
Porque sois F•R•I•E•N•D•S
Un grandísmo abrazo de vuestro gran admirador y, sobre todo, amigo.
Manuel.
Pc: Me encanta como te ríes, Chandler.
Siempre fuiste el que menos cerebro tuvo del grupo, pero a pesar de eso, eras el de más grande corazón. Tu significado de la amistad, tu pasión por los Knicks, tu cortesía con las mujeres por la noche, tu descortesía con ellas por la mañana, tu glotonería, tu inocencia, tu “cómo va eso”…simplemente tú. Eres genial, Joey.
CHANDLER BING
Chandler, he de confesarte algo, han pasado diez años y sigo sin saber qué es tu trabajo exactamente. Desde el comienzo me caíste bien, porque sabía que a pesar de que decías que no sabías dar consejos, cuando los dabas eras el mejor. No solo eso, tu irónico sentido del humor consiguió que en el primer momento en que te ví te convirtieses en mi mejor amigo. Espero que sigas sacando nimios errores a todas las mujeres que te cruces y que odies el resto de días de acción de gracias que se avecinan.
DOCTOR ROSS GELLER
Eres el más inteligente y culto de todos, tanto que nos llegas a aburrir con tus largas conversaciones sobre paleontología. Tras el divorcio con tu ex mujer lesbiana te tocó empezar a ligar y nos demostraste que no es tu punto fuerte. Gracias por tu espíritu enamoradizo y el amor que llevas contigo por Rachel desde hace tantísimo tiempo.
Se que todo esto no es nada en relación a lo que me habéis dado a mí, pero solo quería mostrar mi agradecimiento…Y os voy a decir algo curioso, a pesar de que todos vosotros sois tan absolutamente diferentes, os parecéis en algo…
TODOS VOSOTROS SOIS LOS MEJORES
Y, ¿Sabéis por qué?
Porque le distéis un sentido a la televisión.
Porque habéis conseguido hacer reír a una cantidad inimaginable de personas.
Porque habéis emocionado a otras tantas.
Porque habéis estado ahí para nosotros.
Porque sois únicos.
Porque os queremos.
Porque nos hacéis felices.
Porque nuestras vidas no son lo mismo desde que os conocimos.
Porque sois vosotros.
Porque sois F•R•I•E•N•D•S
Un grandísmo abrazo de vuestro gran admirador y, sobre todo, amigo.
Manuel.
Pc: Me encanta como te ríes, Chandler.
5 de octubre de 2007
5 de octubre de 2007
91 de 120 usuarios han encontrado esta crítica útil
El humor es algo muy subjetivo sobre todo por el receptor que lo asimila. Un chiste puede ser muy bueno para algunos, y una chufa para otros. Es por eso entendible que las críticas y opiniones de las comedias sean tan dispares. Pero yo no conozco a nadie que haya dicho que nunca se ha reído con Friends. No digo que le encante la serie, pero que por lo menos una carcajada ha echado. Esto se debe más que nada a la cantidad de chistes variados que posee, la cantidad inmensa de historias disparatadas e hilarantes que cuenta y las magníficas actuaciones del conjunto.
Friends es una sit-com excelente, que ha sabido variarse a lo largo de los diez años que estuvo emitida. Por eso, a pesar de que la serie repite gags (la ignorancia de Joey, las paridas de Phoebe) las situaciones son frescas, y el modo de enfocarlas es novedoso. La serie está enfocada más que nada para los jóvenes, pero nadie debería perdérsela, lo aseguro. En lo referente a si es humor estúpido o humor inteligente... pues mira tiene de ambas. Y si te ríes aunque el chiste sea una mierda es que ha hecho lo que se le pedía. Por eso la estúpida polémica del tipo de humor me parece fuera de lugar, porque por ejemplo el humor de los Monty Phynton es absurdo y estúpido, pero hilarante.
La actuación de los seis protagonistas me parece excelente en las diez temporadas, aunque fuera de la serie sean unos actores bastante deficientes: Jennifer Aniston como Rachel, Lisa Kudrow como Phoebe, Matt le Blanc como Joey, Courteney Cox como Monica, David Schwimmer como Ross y Matthew Perry como Chandler bordaron sus papeles y nos regalaron momentos antológicos e impagables; me costaría mucho decidir cual era el que actuaba mejor o el personaje que mejor me caía.
La serie acabó en un buen momento, y recordarla es como cuando te regalaron tu primera bici o te dieron el primer beso: inolvidable. Porque ya no soy el mismo sin Friends.
Friends es una sit-com excelente, que ha sabido variarse a lo largo de los diez años que estuvo emitida. Por eso, a pesar de que la serie repite gags (la ignorancia de Joey, las paridas de Phoebe) las situaciones son frescas, y el modo de enfocarlas es novedoso. La serie está enfocada más que nada para los jóvenes, pero nadie debería perdérsela, lo aseguro. En lo referente a si es humor estúpido o humor inteligente... pues mira tiene de ambas. Y si te ríes aunque el chiste sea una mierda es que ha hecho lo que se le pedía. Por eso la estúpida polémica del tipo de humor me parece fuera de lugar, porque por ejemplo el humor de los Monty Phynton es absurdo y estúpido, pero hilarante.
La actuación de los seis protagonistas me parece excelente en las diez temporadas, aunque fuera de la serie sean unos actores bastante deficientes: Jennifer Aniston como Rachel, Lisa Kudrow como Phoebe, Matt le Blanc como Joey, Courteney Cox como Monica, David Schwimmer como Ross y Matthew Perry como Chandler bordaron sus papeles y nos regalaron momentos antológicos e impagables; me costaría mucho decidir cual era el que actuaba mejor o el personaje que mejor me caía.
La serie acabó en un buen momento, y recordarla es como cuando te regalaron tu primera bici o te dieron el primer beso: inolvidable. Porque ya no soy el mismo sin Friends.
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