Sympathy for Lady Vengeance
2005 

7.2
16,275
Thriller
La bella Kum-ja ha pasado trece años en prisión por el secuestro y asesinato de un niño de 6 años. El crimen había conmocionado a la opinión pública tanto por su brutalidad como porque la asesina tenía tan solo 20 años cuando realizó un hecho tan horrible. Una vez cumplida la pena y en libertad, Kum-ja sólo desea vengarse... pero ¿De quién? Última parte de la trilogía de la venganza de Chan-wook Park, tras "Sympathy For Mr. Vengeance" y "Oldboy". (FILMAFFINITY) [+]
19 de agosto de 2007
19 de agosto de 2007
125 de 142 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que la frase del título resume uno de los aspectos con los que Chang-wook Park filosofea en la película, la doble personalidad, y como ciertos hechos en la vida cambian a una persona. Al principio absolutamente dulce por fuera, hasta en la forma de sus actos y despiadada por dentro. Luego dura por fuera, de mirada cruel, es cuando mayor sentimentalidad muestra nuestra protagonista.
La narrativa de la película es prodigiosa (como diría Garci), empezando en un mismo punto inicial dos historias, la suya pasada como la presente, que va alternando mediente flash-backs. En esa narración metemos la maravillosa presentación de personajes y la inteligente voz en off, quizá algo efectista en frases, pero acertada de todas formas. A pesar de la arriesgada narración creo que no deja flecos y la historia es comprensible en todo momento. Visualmente es distinta que Old Boy, menos estética videoclip, algo mas cruda. Pero la intensidad en los planos me parece que aun sigue siendo la ventaja más clara de este director, incluso por encima de la experimentación narrativa. La escenas de violencia son más sutiles, que no menos impactantes. La puesta en escena por su parte también es espectacular. El humor negro característico de las otras dos películas de la trilogía también aparece. Lee Young-ae está espectacular, lleva el peso del film, tiene que cambiar de registro más de una vez durante la película y siempre está perfecta. Destacables también Choi Min-sik y la pequeña Kwon Yea-Young como Jenny, que tiene que hacer frente a la responsabilidad de un personaje más profundo de lo que aparenta. Por último la banda sonora otro acierto, como nos tiene acostumbrados.
En global, y aunque cuesta valorarlas en comparativa, esta película es más detallista que sus antecesoras, lo que no la convierte necesariamente en mejor, pero la pongo a la altura de Old Boy y por encima de Sympathy for Mr Vengeance (comparar en este caso es inevitable). Un final en apariencia sobresaturado pero que acaba resultando perfecto ponen la guinda a una gran película.
La narrativa de la película es prodigiosa (como diría Garci), empezando en un mismo punto inicial dos historias, la suya pasada como la presente, que va alternando mediente flash-backs. En esa narración metemos la maravillosa presentación de personajes y la inteligente voz en off, quizá algo efectista en frases, pero acertada de todas formas. A pesar de la arriesgada narración creo que no deja flecos y la historia es comprensible en todo momento. Visualmente es distinta que Old Boy, menos estética videoclip, algo mas cruda. Pero la intensidad en los planos me parece que aun sigue siendo la ventaja más clara de este director, incluso por encima de la experimentación narrativa. La escenas de violencia son más sutiles, que no menos impactantes. La puesta en escena por su parte también es espectacular. El humor negro característico de las otras dos películas de la trilogía también aparece. Lee Young-ae está espectacular, lleva el peso del film, tiene que cambiar de registro más de una vez durante la película y siempre está perfecta. Destacables también Choi Min-sik y la pequeña Kwon Yea-Young como Jenny, que tiene que hacer frente a la responsabilidad de un personaje más profundo de lo que aparenta. Por último la banda sonora otro acierto, como nos tiene acostumbrados.
En global, y aunque cuesta valorarlas en comparativa, esta película es más detallista que sus antecesoras, lo que no la convierte necesariamente en mejor, pero la pongo a la altura de Old Boy y por encima de Sympathy for Mr Vengeance (comparar en este caso es inevitable). Un final en apariencia sobresaturado pero que acaba resultando perfecto ponen la guinda a una gran película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A destacar el golpe de efecto de la venganza en grupo, con uno de los planos que más me impactó: la foto final en grupo después de la venganza. La escena de la disculpa de ella a la niña con la traducción del profesor es impresionante también.
El niño al final no deja a Lee Geum-ja disculparse, quizá ya no era necesaria esa disculpa. Quizá era el simbolo de que la venganza no redime.
Pd.- Hubo planos (cuando encienden las velas en particular) en los que, aunque parezca una locura, juro que me recordó a Kieslowski. Estare gilipollas seguramente, pero tenía que decirlo.
El niño al final no deja a Lee Geum-ja disculparse, quizá ya no era necesaria esa disculpa. Quizá era el simbolo de que la venganza no redime.
Pd.- Hubo planos (cuando encienden las velas en particular) en los que, aunque parezca una locura, juro que me recordó a Kieslowski. Estare gilipollas seguramente, pero tenía que decirlo.
21 de septiembre de 2007
21 de septiembre de 2007
108 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
En ‘Sympathy for lady vengeance’, Chan-wook Park vuelve a explicarnos que la venganza se sirve fría. En ‘Old boy’, que es la segunda parte de la trilogía, el protagonista espera quince largos años antes de tomarse la justícia por su mano. Aquí son trece, los mismos que Geum-ja, acusada de secuestrar y matar a un niño de cinco años, pasa entre rejas. La película es muy dura, en todos los sentidos. Hay escenas difíciles de olvidar. Son crueles y despiadadas. No destacan por su brutalidad ni por su exceso de sangre (que la hay), lo hacen por su gran carga psicológica. Situaciones tan extremas llevan a preguntarnos que haríamos en similares circunstancias.
Chan-wook Park no se para ante nada ni ante nadie. Dirigir una película como ésta no es fácil. Hay que tener mucho estómago y pocos perjuicios. ‘Sympathy for lady vengeance’ es mucho más directa y dura que las dos otras partes de la trilogía. Eso sí, el director coreano sigue obsesionado con la estética. Se nota en la misma presentación de la película: imágenes blancas e impolutas corrompidas poco a poco por un hilillo de sangre que se fusiona con el negro tizón de los tatuajes de un brazo. A lo largo de la película, Chan-wook Park se toma un buen número de licencias visuales: de vez en cuando nos presenta a Geum-ja como una ‘virgen’, desprendiendo una luz celestial; la fotografía de su hija cambia de cara como por arte de magia, construye una cárcel con barrotes imaginarios… todo para darle a la película un envoltorio fantástico y real a la vez, entre lo humano y lo divino.
Lee Young-ae, que ya colaboró con Chan-wook Park en ‘Joint Security Area (JSA)’ (2000), hace una interpretación extraordinaria. Nadie podía haber hecho de ‘Lady vengeance’ mejor que ella. Es una interpretación comedida, sin excesos, sin excentricidades. Compartes el odio de la protagonista desde el primer momento. Lo realmente difícil es entender su frialdad y su capacidad innata para mantener ‘viva’ la venganza. No es una mujer mala por naturaleza; ha sido corrompida sin poder impedirlo. Por este motivo, la venganza es la única salida viable. Al lado de Lee Young-ae nos volvemos a encontrar a Choi Min-sik, el principal y casi único protagonista de ‘Old boy’ (2003), al que también vimos en la discreta ‘Ebrio de mujeres y pintura’ (2002). Sufría en la segunda parte de la trilogía y sigue haciéndolo en ésta.
Chan-wook Park no se para ante nada ni ante nadie. Dirigir una película como ésta no es fácil. Hay que tener mucho estómago y pocos perjuicios. ‘Sympathy for lady vengeance’ es mucho más directa y dura que las dos otras partes de la trilogía. Eso sí, el director coreano sigue obsesionado con la estética. Se nota en la misma presentación de la película: imágenes blancas e impolutas corrompidas poco a poco por un hilillo de sangre que se fusiona con el negro tizón de los tatuajes de un brazo. A lo largo de la película, Chan-wook Park se toma un buen número de licencias visuales: de vez en cuando nos presenta a Geum-ja como una ‘virgen’, desprendiendo una luz celestial; la fotografía de su hija cambia de cara como por arte de magia, construye una cárcel con barrotes imaginarios… todo para darle a la película un envoltorio fantástico y real a la vez, entre lo humano y lo divino.
Lee Young-ae, que ya colaboró con Chan-wook Park en ‘Joint Security Area (JSA)’ (2000), hace una interpretación extraordinaria. Nadie podía haber hecho de ‘Lady vengeance’ mejor que ella. Es una interpretación comedida, sin excesos, sin excentricidades. Compartes el odio de la protagonista desde el primer momento. Lo realmente difícil es entender su frialdad y su capacidad innata para mantener ‘viva’ la venganza. No es una mujer mala por naturaleza; ha sido corrompida sin poder impedirlo. Por este motivo, la venganza es la única salida viable. Al lado de Lee Young-ae nos volvemos a encontrar a Choi Min-sik, el principal y casi único protagonista de ‘Old boy’ (2003), al que también vimos en la discreta ‘Ebrio de mujeres y pintura’ (2002). Sufría en la segunda parte de la trilogía y sigue haciéndolo en ésta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
“No existe la persona perfecta”. Ésta es la respuesta que el asesino escupe a la cara de un familiar de uno de los niños asesinados cuando le pregunta por qué lo ha hecho. No podía ser más cruel. El argumento de la película es perverso. Geum-ja cumple 13 años de cárcel por un asesinato que no ha cometido. No ha matado fuera de la prisión, pero sí que lo hace dentro: envenena poco a poco a una reclusa colocando lejía en su comida a lo largo de 13 años. La cuída y la mata a la vez.
Fuera de la cárcel, el único objetivo de Geum-ja era encontrar al profesor que mató al niño y que le obligó a declararse culpable a ella. Éste fue el precio que tuvo que pagar para que no asesinara a su hija, de apenas un año, a la que el hombre hizo desaparecer. Encuentra a la hija, adoptada por una família australiana y, posteriormente, encuentra al hombre que la hizo desgraciada. Se lo lleva a una escuela abandonada y se prepara para matarlo y culminar su venganza.
Pero Geum-ja quiere más. Reúne a los familiares de los cuatro niños asesinados (porque había tres más) y les muestra los vídeos en los que el profesor los mataba. Las escenas son escalofriantes. No por lo que se ve (que es poco), sobretodo por lo que te imaginas. Llegados a este punto, les expone la situación: entregarlo a la policía (y esperar un juicio eterno) o matarlo lentamente, por famílias, poco a poco… Es una venganza a la carta. Ataviados con impermeables (para no mancharse de sangre) y armas blancas, unos detrás de otros, todos se acaban vengando del asesino, con una crueldad sin límites.
La última és la abuela de uno de los niños. Su madre se había suicidado y su padre se había ido de la ciudad. Entra sigilosamente, sin impermeable, sin ninguna arma a la vista. Es la que está menos tiempo dentro de la sala de torturas. Sale limpia y tranquila, como si no hubiera hecho nada. Pero, sorprendentemente, es ella quien ha dado el golpe mortal, clavándole unas simples tijeras en la nuca. La venganza está servida; para los familiares de los niños muertos y para la propia Geum-ja.
A pesar de todo, Geum-ja no es feliz. Se ha perdido su propia juventud y la niñez de su hija. Demasiado castigo para una chica que, embarazada por un desconocido, busca refugio en los brazos de un exprofesor que, un día, le había dicho que la encontraba sexy. Maldito día. Maldita vida. Maldita muerte.
Fuera de la cárcel, el único objetivo de Geum-ja era encontrar al profesor que mató al niño y que le obligó a declararse culpable a ella. Éste fue el precio que tuvo que pagar para que no asesinara a su hija, de apenas un año, a la que el hombre hizo desaparecer. Encuentra a la hija, adoptada por una família australiana y, posteriormente, encuentra al hombre que la hizo desgraciada. Se lo lleva a una escuela abandonada y se prepara para matarlo y culminar su venganza.
Pero Geum-ja quiere más. Reúne a los familiares de los cuatro niños asesinados (porque había tres más) y les muestra los vídeos en los que el profesor los mataba. Las escenas son escalofriantes. No por lo que se ve (que es poco), sobretodo por lo que te imaginas. Llegados a este punto, les expone la situación: entregarlo a la policía (y esperar un juicio eterno) o matarlo lentamente, por famílias, poco a poco… Es una venganza a la carta. Ataviados con impermeables (para no mancharse de sangre) y armas blancas, unos detrás de otros, todos se acaban vengando del asesino, con una crueldad sin límites.
La última és la abuela de uno de los niños. Su madre se había suicidado y su padre se había ido de la ciudad. Entra sigilosamente, sin impermeable, sin ninguna arma a la vista. Es la que está menos tiempo dentro de la sala de torturas. Sale limpia y tranquila, como si no hubiera hecho nada. Pero, sorprendentemente, es ella quien ha dado el golpe mortal, clavándole unas simples tijeras en la nuca. La venganza está servida; para los familiares de los niños muertos y para la propia Geum-ja.
A pesar de todo, Geum-ja no es feliz. Se ha perdido su propia juventud y la niñez de su hija. Demasiado castigo para una chica que, embarazada por un desconocido, busca refugio en los brazos de un exprofesor que, un día, le había dicho que la encontraba sexy. Maldito día. Maldita vida. Maldita muerte.
25 de abril de 2007
25 de abril de 2007
43 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chan-wook Park es un maestro, no hay duda. Sympathy For Lady Vengeance cierra su particular trilogía de la venganza. No es la mejor, creo que no puede haber discusión sobre esto, aunque para gustos...
Sympathy For Mr Vengeance, era más cruda, una película que duele verla. Un gran film.
Old Boy es una obra de arte, uno de los film más tensos que recuerdo.
Sympathy For Lady Vengeance, está realizada de un modo magistral, pero tal vez su guión es el más flojo de los tres.
Esto no quiere decir que sea la peor, está a la altura de Mr Vengeance.
El modo en el que se van presentando los personajes es muy bueno, pero lo mejor del film es la superposición de los planos. Dos secuencias diferentes puestas en el mismo plano de modo que lo que parece una secuencia, en realidad son dos. Esta característica la utiliza de modo soberbio en un tramo de la película en que la madre y la hija están hablando con la ayuda de un "traductor".
La venganza final es brutal, una oda a la vionecia como venganza. Una redención y un intento por recuperar una vida perdida. Algo que no se recupera pero que te libera durante unos minutos. Lady vengeance es algo más que una simple venganza.
Sympathy For Mr Vengeance, era más cruda, una película que duele verla. Un gran film.
Old Boy es una obra de arte, uno de los film más tensos que recuerdo.
Sympathy For Lady Vengeance, está realizada de un modo magistral, pero tal vez su guión es el más flojo de los tres.
Esto no quiere decir que sea la peor, está a la altura de Mr Vengeance.
El modo en el que se van presentando los personajes es muy bueno, pero lo mejor del film es la superposición de los planos. Dos secuencias diferentes puestas en el mismo plano de modo que lo que parece una secuencia, en realidad son dos. Esta característica la utiliza de modo soberbio en un tramo de la película en que la madre y la hija están hablando con la ayuda de un "traductor".
La venganza final es brutal, una oda a la vionecia como venganza. Una redención y un intento por recuperar una vida perdida. Algo que no se recupera pero que te libera durante unos minutos. Lady vengeance es algo más que una simple venganza.
25 de marzo de 2008
25 de marzo de 2008
55 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta tercera parte cierra Chan-wook Park su particular trilogía de la venganza. Es la peor de las tres, que sin ser malo, sólo se apoya en la técnica. Ni las actuaciones ni mucho menos el guión, están a la altura de sus predecesoras. “Sympathy…” no deja de ser un juego visual más que sabroso donde sobresale un dominio ejemplar de cómo colocar una cámara y como alumbrar una sombra. Sí, Chan-wook Park es un virtuoso de la cámara y tal vez por eso lo perdone porque al guión le falta mucho para alcanzar la calidad de las otras dos cintas.
Tampoco las actuaciones me han parecido algo sobresaliente y ese final tan poético, egocéntrico y absurdo resta puntos al conjunto. Personajes como el adolescente de la panadería, podían haberse quedado en casa.
“Sympathy…” tiene cosas muy interesantes. La escena en la que Choi Min-sik (el mejor de la película) es amenazado con una pistola para que vaya traduciendo es muy buena, como también la reunión de todas las familias.
A Park le salvan puntos de genialidad, pero no debe tentar mucho a la suerte, porque se dice que con la edad, los virtuosos del velocímetro dejan de importar y pesan más esos que saben de clasicismo y buenas maneras… y yo ya tengo una edad.
Tampoco las actuaciones me han parecido algo sobresaliente y ese final tan poético, egocéntrico y absurdo resta puntos al conjunto. Personajes como el adolescente de la panadería, podían haberse quedado en casa.
“Sympathy…” tiene cosas muy interesantes. La escena en la que Choi Min-sik (el mejor de la película) es amenazado con una pistola para que vaya traduciendo es muy buena, como también la reunión de todas las familias.
A Park le salvan puntos de genialidad, pero no debe tentar mucho a la suerte, porque se dice que con la edad, los virtuosos del velocímetro dejan de importar y pesan más esos que saben de clasicismo y buenas maneras… y yo ya tengo una edad.
30 de octubre de 2012
30 de octubre de 2012
27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me duele mucho no haber entendido esta vez a Park Chan-wook. Si bien disfruté mucho con el espectáculo que ofrecía en las dos anteriores entregas de su particular venganza esta vez no puedo decir que haya quedado precisamente satisfecho.
No es cuestión de que el listón estuviera muy alto o algo así. Tenemos muchas secuencias hechas para que perduren en tu memoria, hay dosis de violencia (menos que en otras) de esa que tan bien saben hacer los coreanos para que la veamos como necesaria y no como sangre por el placer de la sangre en pantalla. Park Chan-wook demuestra madurez en cada uno de sus planos. Todo está posicionado para cerrar una gran producción pero... me aburrí, y me aburrí mucho. En ningún momento conseguí empatizar con ningún protagonista ni me vi atraído por nada de lo que ocurría.
Pero he de ser honesto y subrayar el hecho de que no entendí bien la película. En algún momento me perdí, y no pude reencontrarme con la película. Terminé viéndola, sin más, disfrutando lo poco que pude disfrutar. Así que probablemente esta crítica no sea la más adecuada para tener en cuenta, siendo sinceros. El problema está no en el hecho de que me perdiera, si no en el hecho de que no tuve interés en darle la oportunidad. Hay otras películas que merece la pena volver a ver para atrapar pequeños matices, y Sympathy for Lady Vengeance, al pensar en volver a verla, solo me transmite sopor. Eso ya es más culpa de la propia película.
En cualquier caso, goza de todos los elementos necesarios para los que hemos admirado este tipo de cine. Yo, en particular, me aburrí mucho, pero no seré yo el que diga que es una mala película.
No es cuestión de que el listón estuviera muy alto o algo así. Tenemos muchas secuencias hechas para que perduren en tu memoria, hay dosis de violencia (menos que en otras) de esa que tan bien saben hacer los coreanos para que la veamos como necesaria y no como sangre por el placer de la sangre en pantalla. Park Chan-wook demuestra madurez en cada uno de sus planos. Todo está posicionado para cerrar una gran producción pero... me aburrí, y me aburrí mucho. En ningún momento conseguí empatizar con ningún protagonista ni me vi atraído por nada de lo que ocurría.
Pero he de ser honesto y subrayar el hecho de que no entendí bien la película. En algún momento me perdí, y no pude reencontrarme con la película. Terminé viéndola, sin más, disfrutando lo poco que pude disfrutar. Así que probablemente esta crítica no sea la más adecuada para tener en cuenta, siendo sinceros. El problema está no en el hecho de que me perdiera, si no en el hecho de que no tuve interés en darle la oportunidad. Hay otras películas que merece la pena volver a ver para atrapar pequeños matices, y Sympathy for Lady Vengeance, al pensar en volver a verla, solo me transmite sopor. Eso ya es más culpa de la propia película.
En cualquier caso, goza de todos los elementos necesarios para los que hemos admirado este tipo de cine. Yo, en particular, me aburrí mucho, pero no seré yo el que diga que es una mala película.
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