Esta película cierra la trilogía de la venganza de Park Chan-Wook, tras “Sympathy For Mr. Vengeance” y “Old Boy”. Aquellas dos son grandes películas, esta no. En primer lugar, la historia no está a la altura: tiene cosas buenas, como el tema de la redención de la protagonista y su castigo, pero la historia está cogida con alfileres (sobre todo el principio), además hay demasiados personajes en la parte de la cárcel, y el final resulta decepcionante... Se alarga mucho la película y al final se hace pesada, al contrario de los otros dos films de la trilogía, con finales escalofriantes e impactantes. Aunque esto no ocurre sólo al final, durante toda la película se echa en falta la fuerza y el impacto de las otras dos películas. La protagonista cumple pero podría haberlo hecho mejor. En general, y si no se compara con las películas ya citadas no está mal, pero lamentablemente es un mal broche para una trilogía que podría haber sido muy grande.

Si Chan-Wook Park había cautivado unánimemente a crítica y público en todo el mundo tras la genial Oldboy, muchos van a ser los decpcionados con este colofón a su trilogía sobre la venganza que es Sympathy for Lady Vengeance. No nos engañemos, no es un problema de calidad, ni técnica, ni interpretación; al contrario, esta tragedia salpicada de humor negro casi a cada secuencia no tiene nada que envidiar a su predecesora (sin duda más épica). Sympathy for Lady Vengeance no es la historia de una venganza, si no la de una vengadora, la de sus miedos camuflados por una sombra de ojos rojo sangre. Sin despreciar el tratamiento del protagonista y su profundización en Oldboy, hay que reconocer que en esta dignísima continuación Park se ha enamorado de una madre adolescente que se niega a perdonarse y quiere que nosotros también lo hagamos, dejándo su calculada y desbarrada venganza en un segundo plano, utilizándola para desmontar poco a poco la imagen de femme fatale con la que comienza la película.
Gracias en gran parte a una Lee Youn-ae extraordinaria este intento de thriller acaba siendo un film íntimo cuyo objetivo es diseccionar a la protagonista; probablemente por ésto Park no haya podido evitar olvidarse de la historia de su venganza llegando en algun momento a descuidarla pues es obvio que, si en el plano personal esta es su película más profunda y en el estético nos encontramos ante un film maravilloso con secuencias que no se pueden calificar más que de pura poesía, la historia en ocasiones flojea. Posiblemente ésta sea la causa de que el clímax de lo que venía siendo una pelicula preciosista íntima e irónica, sea brutal y asqueroso. Los veinte minutos más duros de la historia del cine que se recuerdan desde... (¿desde nunca?), por su realismo atroz (geniales interpretaciones), hacen debatirse al espectador entre abandonar o no la sala (no estoy desvelando nada trascendente pero es necesario que el espectador sepa lo insólitamente violenta que es esta película). Menos mal que Park consciente de la bofetada que acaba de asestarnos nos regalará mágicas escenas antes de concluir el film.
Repleta de hermosas secuencias, originales y desconcertantes, Sympathy for Lady Vengeance nos descubre otra manera de hacer cine, otro modo de tratar la tragedia, otro modo de vengarse.

Muy interesante la primera parte de la película por su ritmo, su narrativa oblicua y la forma original de mezclar diferentes épocas. Tal vez por eso no se asista a una descripción mínimamente coherente de la evolución psicológica de la protagonista.
Desde que pone en marcha su venganza, es decir, más o menos en la segunda parte, se vuelve previsible y se va progresivamente enlenteciendo hasta llegar a un final presuntuoso que se hace eterno. No consigue plasmar el ambiente sacrificial que debía haber pretendido, aunque sean de agradecer las elipsis.
Resumiendo, buena en los detalles (puesta en escena, estética, dirección de actores,...) pero floja en el conjunto.

Salvo de la quema a Sympathy for Lady Vengeance por sus últimos veinte minutos, sin duda impactantes y provocadores a más no poder. Pero es una película con la que me costó mucho conectar, a pesar de que Park Chan-wook es un director con un poderío visual y un sentido de la narración poderosísimos. Tal vez no era mi día, pero Sympathy for Lady Vengeance no me gustó todo lo que yo quería que me gustara.
Tal vez fue error mío verla con la cabeza puesta en Old Boy, una de las películas que más me han impactado desde siempre. Esta tercera entrega de la trilogía de la venganza no está a la altura; de ella salvo los últimos veinte minutos, donde, como dice muy bien algún crítico, la ética se deja de lado y se nos muestran algunas escenas realmente duras no por lo que se ve, sino por la misma situación que se plantea.
Sympathy for Lady Vengeance es un buen ejemplo del virtuosismo y la imaginería de Park Chan-wook, pero creo que su obra maestra sigue siendo Old Boy. Aquella era pura poesía, pura narración, puro cine. Esta, lo siento, pero ni siquiera se le acerca.

No es comparable a "Oldboy", la otra cinta de este director que he podido ver, pero se nos presenta la oportunidad de tomar otra bocanada de aire fresco, de ver un thriller diferente...
Desde el inicio se pueden apreciar una forma de grabación novedosa con superposiciones y planos milimetrados y se nos presenta a la protagonista con algún tipo de desorden psicológico que se va despejando poco a poco a través de su imaginación delirante y hasta alucinógena, y de la narrativa de los diferentes testigos de su vida, también novedosa... en un ambiente caótico que no llego a comprender del todo, muchos detalles se escapan a mi inteligencia y básicamente a mi imaginación, de ahí que me empiece a aburrir un poco y a dejar pasar los minutos perdiendo mi concentración en numerosos detalles que siguen ocurriendo...
Grabación con saltos temporales, gran ingenio e infinitos detalles, en ocasiones pasajes de alta crueldad y acompañada de una más que mencionable banda sonora que a veces habla por sí sola.
Es aconsejable ver de nuevo la cinta, más bien su primera parte, porque después ya se va girando hacia un thriller puro, diferente, real, violento, cruel y desgraciado; donde se entra a valorar la naturaleza humana y cómo se hunden los valores con tal de encontrar la venganza y de acabar con el rencor, la desesperación y la desdicha... este es el principal mensaje que me queda y me llega de forma profunda, la miseria del humano, el ojo por ojo... en un final perfectamente detallado que no se yo si se hubiera dejado grabar en Hollywood, pero que pasa a uno de los asesinatos más completos del cine...