Haz click aquí para copiar la URL

Companys, proceso a Cataluña

Drama Los restos del ejército republicano cruzan la frontera francesa. Entre los exiliados están Lluis Companys, presidente del Gobierno catalán, y Aguirre, presidente del Gobierno vasco. Tras la invasión de Francia por las tropas alemanas, la Gestapo entrega a Companys al gobierno de Franco. Conducido por el Conde de Mayalde es trasladado a Madrid y posteriormente a Barcelona. Tras un juicio sumarísimo, es condenado a muerte y fusilado. (FILMAFFINITY) [+]
1 2 >>
Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
30 de marzo de 2016
14 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de Lluis Companys y su triste final son una cuenta pendiente de nuestro cine, dado su enorme potencial tanto humano como político. La versión que Forn realizó de ella, por desgracia, deja mucho que desear. Maniquea en todo momento, y con una pésima elección de actores (Iriondo está entre mal y muy mal, por mucho que se parezca físicamente al Companys real), deambula como biopic sin alma, con unas cuantas frases grandilocuentes y quizá dos únicas verdades: la lectura de las actas del juicio real a Companys recreadas en escena, y el momento en que se comunica a Franco las peticiones de clemencia e indulto existentes hacia el condenado: Forn lo rueda desde la distancia, puede que por no distraer al público con el razonable o no parecido con el dictador del actor que lo encarna, sino -prefiero pensar- como muestra de la distancia conque el propio Franco, frío e insensible, veía las cosas.
Música pobre, pobre ambientación, fotografía "a la fea", como se estilaba en los setenta (esto no es culpa de Paniagua, gran operador), y un reparto donde sólo brillan algunos secundarios, como Ovidi Montllor. Ni siquiera el gran Agustín González está como suele.
En fin, película para descubrir, pues forma parte de nuestra propia historia, tanto política como del cine, mal que nos pese en ambos casos por sus sendos malos resultados finales.
Fendetestas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de marzo de 2016
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucha tela que cortar en esta película de un Forn en horas bajas. A pesar de ello, se impone la brevedad. Políticamente el filme no consigue deshacerse de su condición de mero panfleto al servicio de la ideología nacionalista catalana. Como artefacto artistico tampoco acaba de funcionar del todo, pues el director y los guionistas se limitan durante la mayor parte del metraje a hilvanar de manera poco hábil una sucesión de estampas en las que nos muestran la retórica inflamable del malogrado Companys y su supuesto protagonismo, siempe positivo, en la resolución de diversas encrucijadas históricas. Más allá de esta tergiversación histórica (mucho tendrían que decir los anarquistas si pudieran producir, distribuir y estrenar largometrajes), esta manera de narrar resulta bastante frustrante cuando no inaceptable en un director que dio titulos estimables en los años 60 (sin ir más lejos ‘La ruta de los narcóticos’ o ‘Los culpables’) y que aquí no es más que una sombra de lo que fue.
De este juicio negativo solo se salva la última media hora de la cinta. En ésta el maniqueísmo infantiloide (típico de la ideología nacionalista) se atenúa, el acercamiento humano a la persona se impone a la contrucción del santón patriota y tanto el guión como la dirección mejoran un tanto aunque no lo suficiente como para redimir a este título del purgatorio de la mediocridad.
jokinr
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de marzo de 2016
18 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Josep María Forn es un cineasta de claro perfil nacionalista catalán. Por lo que no puedo esperar una película independiente a la hora de narrar unos hechos históricos que son expuestos de forma sesgada, intentando glorificar a un político con más sombras que luces, y que la propaganda independentista ha tergiversado, de la misma forma que tergiversa o se inventa la historia de Cataluña. Habría que recordar que, Forn en 1975 fundó y presidió el Instituto de Cine Catalán desde donde impulsó la producción de cortometrajes y noticiarios. De 1987 a 1991 fue director general de cinematografía del departamento de cultura de la Generalidad de Cataluña. En 1994 fue elegido presidente del Colegio de Directores de Cine de Cataluña. En 2001 recibió la Cruz de San Jorge (por los servicios prestados… a la causa).

El film nos muestra sólo una parte de su vida, la huida, pasión (desconozco si hubo tortura), juicio político que me parece injusto, así como su fusilamiento, que favorece al independentismo para presentarlo como un mártir. Campanys había sido Ministro de Marina de España y en 1934 se rebeló contra La República declarando unilateralmente el Estado Catalán. Pero todo esto se comenta de puntillas en ese juicio que se nos presenta casi como un simulacro. La película tiene una buena factura técnica y artística, un claro testimonio de aquellos tiempos de la transición democrática en que los españoles habíamos votado afirmativamente una constitución para restañar heridas y mirar hacia un futuro unidos y en convivencia pacífica, que precisamente en Catalaluña la respaldó en más de un 90%, sí, esa constitución que ahora los independentistas quieren socavar porque ahora no les gusta, con el cuento infundado de que “España nos roba”, ojo, hablo de los independentistas no de todos los catalanes.

La película, tampoco alude a las circunstancias en que se decidió la rebelión militar de Franco, eso tampoco se enseña en las escuelas catalanas y en los libros de texto. Que la 2ª República era un caos absoluto, en Cataluña los grupos anarquistas asesinaban sin piedad, tenía una gran influencia del comunismo stalinista, que en poco tiempo se instalaría un régimen, un gobierno satélite de la Unión Soviética en España, con el liderazgo de Carrillo y la Pasionaria. Eso también es historia, así como que unos pistoleros del PSOE asesinaron al líder del partido conservador del parlamento, el monárquico pero demócrata José Calvo Sotelo, eso sí que es historia.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de abril de 2024
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo único triste en esta película es que no tengan más protagonista los miles de muertos por las diferentes causas durante la Guerra Civil en Cataluña. Luis Iriondo hace una buena interpretación pero mesurada del Lluís Companys que sale en las fotos con sus aspavientos teatrales de ira en los mítines.

En la Transición casitodo el mundo quería concordia y llegar a acuerdos, tocaba lavar la cara y santificar a Companys presidente de la Generalitat que había sido fusilado en 1940 por los franquistas cuando estando en el exilio ya no suponía supuestamente ningún riesgo para la Dictadura. En fin, una película prosaica con una estética muy de su época, que sólo tiene tensión cuando llega el clímax al final.

El drama de los independentistas catalanes durante la Segunda República es que ni todo el cúmulo de traiciones, cobardías y debilidades contra la Segunda República les hizo conseguir su soñada ruptura independentista, quedaban en evidencia y necesitan atribuir sus errores a sus enemigos. De todos modos, hay chispazos de verdad edulcorada en esta obra.

Si el autor lo hubiese retratado, hubiese quedado como una obra dura, dolorosa pero habría sido una OBRA MAESTRA de gente íntegra defendiendo una causa imposible en la época, pero aquí los independentistas son unos virtuosos sublimes, cultos, y unos auténticos demócratas, frente a los que defendían una España plural que tienen los defectos posibles: son brutos, unos sádicos, normalmente militares descerebrados o unos políticos falsos que incumplen sus promesas a los "catalanes", porque apenas se respeta la verdad histórica de la diversidad entre los catalanes de la época.

Por ejemplo, Domingo Batet que le perdonó la vida en 1934 y que tuvo que soportar sus desplantes y conspiraciones aparece como un vacilante cobarde; cuando en 1936 tuvo que aceptar su derrota por defender la causa republicana, y en realidad murió fusilado valientemente por los sublevados en 1937, cuando pudo cambiar de bando y salvar la vida.

Sin embargo, hay chispazos de verdad en esta obra como cuando retratan a Companys como a un pijotero de la clase patricia rural necesitado de causas radicales: primero, anticlerical y republicano, y después independentista. También se retrata pero no contundentemente, como se exilió dejando en la estacada a muchos que habían muerto o se habían arruinado por extender una guerra que ya estaba perdida.

De hecho, hay varios documentales más sinceros, dramáticos y divertidos con imágenes de los vaivenes de traiciones entre los líderes de las distintas facciones cuando ya la causa republicana estaba perdida en Cataluña.
Alfonso Marlowe
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de septiembre de 2013
10 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama biográfico e histórico sobre la figura del Presidente de la Generalidad de Catalunya, Lluís Companys i Jover rodado en 1979, en plena Transición Democrática por un director que conoce bastante bien la realidad política y la historia de las últimas décadas: Josep Maria Forn (La Piel Quemada; Ho sap el Ministre?; Subjúdice) y que unos años después rodaría “El Coronel Maciá” (2002), que también revisaba la figura de otro Presidente de la Generalitat, el anterior a Companys: Francesc Macià.

“Companys procés a Catalunya” sigue de manera cronológica los últimos meses de la vida del que fuera presidente de la Generalitat durante la II República, golpeada brutalmente por la rebelión militar del 18 de Julio 1936, inicio de la Guerra Civil. En un preludio en que vemos a un Lluís Companys huyendo en la noche hacia el exilio, del Palau de la Generalitat, a oscuras, constata que otros tiempos pasados fueron mejores y el “flash-back” es recurrente para comprender de la magnitud e importancia de su cargo en esos tiempos convulsos. Hasta que el 13 de agosto de 1940 es detenido por los alemanes, extraditado a España, interrogado en Madrid y llevado de incógnito al Castillo de Montjuic, en Barcelona, donde sería ejecutado la madrugada del 15 de octubre 1940 en un juicio que por ser militar, no pasaba ni de sumarísimo en su recia disciplina. Es decir: su fusilamiento fue orden directa de unos de los dictadores cómplices de la fastidiosa como absurda irrupción del fascismo en Europa junto con Hitler y Mussolini: Francisco Franco.

Durante ese proceso la película alterna momentos del pasado en que vemos a un Lluís Companys (interpretado por el actor vasco Luis Iriondo, de gran parecido) en sus primeros contactos con la política y apoyando a abogados sindicalistas como Francesc Layret y Salvador Seguí con quienes quería formar una fuerte alianza para hacer frente a la derecha monárquica española. Pocos años después llegó a "President" con un clamor popular que lo avalaba. A la vez se alterna su largo exilio a un incierto país como Francia, partido en dos: por los nazis y el régimen de Vichy de Petáin. No sería lugar seguro para él, con una orden de búsqueda y captura en su cabeza, pese a su insistencia de quedarse al lado de su hijo Lluiset internado en un centro psiquiátrico. Y no tuvo la suerte de otros políticos como el entonces "conseller" Josep Tarradelles, la ministra anarquista Federica Montseny o el lehendakari José Aguirre.
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow