Con las horas contadas
6.8
2,232
Cine negro. Intriga
Frank Bigelow irrumpe en una jefatura de policía para denunciar que ha sido víctima de un asesinato: por motivos que desconoce, alguien le ha dado a beber un veneno que lo matará en breve. (FILMAFFINITY)
5 de marzo de 2008
5 de marzo de 2008
41 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
D.O.A. (Muerto al llegar) ó Con las horas contadas es un film negro interesante de un director (Rudolph Maté) interesante y con un excelente actor de reparto encumbrado a primera figura y haciéndolo bien. Pero no busquen obras maestras del género porque haberlas no háilas.
La película es claramente una serie B, barata y buena, diferente y original, pero que en su propia originalidad lleva su penitencia, porque superada la sorpresa inicial de que el denunciante sea el propio asesinado, lo único que queda por saber es si habrá milagrito y el muerto, con el que acabamos encariñados, acabará encontrando el antídoto maravilloso ó si por el contrario sus maratones por las populosas streets de San Francisco resultarán inútiles. Eso es lo que realmente importa, incluso por encima de la identidad del asesino.
No desvelaré ni una cosa ni la otra porque en ello reside el atractivo de este film que hay que incluir sin ninguna duda dentro del género de cine noir: Policías, malvados, vamps de más ó menos pacotilla, ambientes urbanos, garitos, luces de neón, nocturnidades, luces y sombras y sobre todo el tópico por excelencia: Un buen tipo metido en líos por avatares de impredecibles destinos. No le falta de nada. Incluso se marca algunos puntos con la segunda visita a un especialista diferente para corroborar el diagnóstico. Esto que, en la vida ordinaria, suele ser normal, se olvida con facilidad en las películas ó se da por sobreentendido aunque nadie lo entienda.
Otro elemento positivo: la fotografía de Ernst Laszlo, quien ha trabajado con muchos de los grandes, Wilder (Stalag 17), Lang (Mientras la ciudad duerme) ó Stanley Kramer (Vencedores ó vencidos) y que nos regala una fotografía en B/W de calidad.
¿Negativo?: Tal vez ese tono general de inutilidad. Un cierto absurdo. ¿Para qué tanta carrerita? Esa sensación de que el pescado está todo vendido desde el principio. ¡Ah! y también esa novia-secretaria de Frank Bigelow, sosa, sosita, sosa, justificando plenamente las dudas prematrimoniales de su jefe y sus canitas al aire.
Repito: Original e interesante. ¿Obra maestra?: No.
La película es claramente una serie B, barata y buena, diferente y original, pero que en su propia originalidad lleva su penitencia, porque superada la sorpresa inicial de que el denunciante sea el propio asesinado, lo único que queda por saber es si habrá milagrito y el muerto, con el que acabamos encariñados, acabará encontrando el antídoto maravilloso ó si por el contrario sus maratones por las populosas streets de San Francisco resultarán inútiles. Eso es lo que realmente importa, incluso por encima de la identidad del asesino.
No desvelaré ni una cosa ni la otra porque en ello reside el atractivo de este film que hay que incluir sin ninguna duda dentro del género de cine noir: Policías, malvados, vamps de más ó menos pacotilla, ambientes urbanos, garitos, luces de neón, nocturnidades, luces y sombras y sobre todo el tópico por excelencia: Un buen tipo metido en líos por avatares de impredecibles destinos. No le falta de nada. Incluso se marca algunos puntos con la segunda visita a un especialista diferente para corroborar el diagnóstico. Esto que, en la vida ordinaria, suele ser normal, se olvida con facilidad en las películas ó se da por sobreentendido aunque nadie lo entienda.
Otro elemento positivo: la fotografía de Ernst Laszlo, quien ha trabajado con muchos de los grandes, Wilder (Stalag 17), Lang (Mientras la ciudad duerme) ó Stanley Kramer (Vencedores ó vencidos) y que nos regala una fotografía en B/W de calidad.
¿Negativo?: Tal vez ese tono general de inutilidad. Un cierto absurdo. ¿Para qué tanta carrerita? Esa sensación de que el pescado está todo vendido desde el principio. ¡Ah! y también esa novia-secretaria de Frank Bigelow, sosa, sosita, sosa, justificando plenamente las dudas prematrimoniales de su jefe y sus canitas al aire.
Repito: Original e interesante. ¿Obra maestra?: No.
27 de febrero de 2012
27 de febrero de 2012
29 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine negro de serie B, bajo presupuesto, actores semidesconocidos y argumento enrevesado; y a pesar de ello, ésta es una película para el recuerdo gracias a una realización entusiasta, pero sobre todo, a la ingenuidad casi delirante que recorre la película de principio a fin y que la dota de una singularidad especial.
Comisarías con pasillos vacíos, kilométricos; clientas recostadas en plan seductor con la secretaria/novia al lado; permiso explícito de ésta para flirtear lo que haga falta; miraditas de chicas (acompañadas o no) con las que se va cruzando el protagonista; médicos de vodevil sin el menor tacto psicológico, venenos luminosos… y sin embargo la película mantiene el tipo, milagrosamente no cae en la parodia ni en el ridículo, e incluso nos deja algunas secuencias memorables, gotas de gran cine en ese océano de incongruencias, y es que solo por ese plano secuencia del protagonista corriendo desesperado por las calles en medio de la multitud merece la pena ver esta película… y recordarla.
Comisarías con pasillos vacíos, kilométricos; clientas recostadas en plan seductor con la secretaria/novia al lado; permiso explícito de ésta para flirtear lo que haga falta; miraditas de chicas (acompañadas o no) con las que se va cruzando el protagonista; médicos de vodevil sin el menor tacto psicológico, venenos luminosos… y sin embargo la película mantiene el tipo, milagrosamente no cae en la parodia ni en el ridículo, e incluso nos deja algunas secuencias memorables, gotas de gran cine en ese océano de incongruencias, y es que solo por ese plano secuencia del protagonista corriendo desesperado por las calles en medio de la multitud merece la pena ver esta película… y recordarla.
14 de abril de 2020
14 de abril de 2020
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas veces puede uno encontrarse un ritmo tan frenético, y además con lógica, con sentido, con sentido por la urgencia y las prisas. Y el ritmo empieza pronto con el señor Bigelow tomando una copa con una rubia en un club llamado “El pescador” oyendo música swing. Bigelow no es que quiera pescar el pez gordo, no es el menda clásico del cine negro, no es policía, no es un detective privado ni es un periodista investigando. Es una especie de administrativo en algún centro oficial. Y su físico por tanto no es el típico alto, espigado y atractivo que va cautivando a las rubias en los ambientes turbios del cine negro con su pinta cínica y fría, es Edmond O´Brien, y tal vez por eso angustia verlo correr por las calles desesperado, cruzando como loco entre los coches en unas secuencias que serán difícil de olvidar.
Muerto al llegar, habla del hombre que de repente va a dejar algo inconcluso y debe acabarlo. Lo de menos igual es esa denuncia a la policía porque está tan desesperado que lo importante es que él sepa qué ocurrió, lo importante es que sus tremendos esfuerzos alcancen la recompensa.
Muerto al llegar, también habla del amor cuando uno no puede explicarse. Cuando uno ama a una mujer y no sabe -en este caso es que no tiene tiempo ni fuerzas- explicar el entuerto en el que está metido. Muerto al llegar, es impotencia, fatalidad y violencia. No perderse a ese sádico criminal, Neville Brand, impartiendo violencia y el tiroteo en la farmacia. Muerto al llegar es una grandísima película, un entuerto increíble.
Muerto al llegar, habla del hombre que de repente va a dejar algo inconcluso y debe acabarlo. Lo de menos igual es esa denuncia a la policía porque está tan desesperado que lo importante es que él sepa qué ocurrió, lo importante es que sus tremendos esfuerzos alcancen la recompensa.
Muerto al llegar, también habla del amor cuando uno no puede explicarse. Cuando uno ama a una mujer y no sabe -en este caso es que no tiene tiempo ni fuerzas- explicar el entuerto en el que está metido. Muerto al llegar, es impotencia, fatalidad y violencia. No perderse a ese sádico criminal, Neville Brand, impartiendo violencia y el tiroteo en la farmacia. Muerto al llegar es una grandísima película, un entuerto increíble.
30 de mayo de 2009
30 de mayo de 2009
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya sé de dónde sacaron la premisa de "Crank" sus creadores: DE AQUÍ.
¿Y el film? Veloz como una bala. Corto. Lioso (madre... se pierde uno ante el laberinto de nombres que se dan en la película... algo típico del cine negro). Y bastante entretenido. Aunque es cierto que cae en unos cuantos clichés y que no está a la altura de los clásicos del género.
Lo mejor: La premisa y el ritmo rapidísimo de la historia, típico de la serie B.
Lo malo: La relación del protagonista con su secretaria (tópica, forzada) y el abrupto final.
¡Ah! Y no me olvido de mencionar la aparición del Bradbury, edificio inmortalizado en "Blade Runner".
¿Y el film? Veloz como una bala. Corto. Lioso (madre... se pierde uno ante el laberinto de nombres que se dan en la película... algo típico del cine negro). Y bastante entretenido. Aunque es cierto que cae en unos cuantos clichés y que no está a la altura de los clásicos del género.
Lo mejor: La premisa y el ritmo rapidísimo de la historia, típico de la serie B.
Lo malo: La relación del protagonista con su secretaria (tópica, forzada) y el abrupto final.
¡Ah! Y no me olvido de mencionar la aparición del Bradbury, edificio inmortalizado en "Blade Runner".
14 de diciembre de 2012
14 de diciembre de 2012
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo pocas películas con un inicio tan original. Edmond O'Brien, el fatal protagonista que tiene las horas contadas, se presenta en comisaría para denunciar que un asesino anda suelto, algo bastante habitual dentro del género. Lo que no es tan habitual, lo podemos leer en la sinopsis, es que él mismo es el asesinado, aunque por estar envenenado hay un hilillo de vida que le mantiene aún en pie, al menos hasta que el veneno haga su fatídico trabajo.
En este caso (yo no haría lo mismo) el condenado se dedica a buscar y rebuscar, la película se dirige hacia todo lo que tiene que ver con el curioso homicidio y realmente no se aleja de lo corriente en el género. Con ello quiero decir que no deslumbra pero mantiene un interés por saber lo sucedido. Durante el correcalles aparecen muchos nombres, demasiados, de manera que es difícil seguir el hilo, no al estilo de máxima complejidad de, por ejemplo, "El sueño eterno", pero hay cierto laberinto entre las idas y venidas de nuestro protagonista que no ayuda demasiado. También opino, como otros, que la secretaria enamorada (y bastante pesadita la pobre) está metida con calzador, vamos, que no hacía ninguna falta su presencia.
"Con las horas contadas" me ha hecho recordar la máxima que tantas veces había llegado a oír decir a mi madre siendo yo un jovenzuelo, aquello de que vigilara por las noches porque me podían poner "cualquier cosa" en la bebida. Pues eso, además de irse de juerga con unos desconocidos (primer error) comete la imprudencia de perder de vista la copa...
En este caso (yo no haría lo mismo) el condenado se dedica a buscar y rebuscar, la película se dirige hacia todo lo que tiene que ver con el curioso homicidio y realmente no se aleja de lo corriente en el género. Con ello quiero decir que no deslumbra pero mantiene un interés por saber lo sucedido. Durante el correcalles aparecen muchos nombres, demasiados, de manera que es difícil seguir el hilo, no al estilo de máxima complejidad de, por ejemplo, "El sueño eterno", pero hay cierto laberinto entre las idas y venidas de nuestro protagonista que no ayuda demasiado. También opino, como otros, que la secretaria enamorada (y bastante pesadita la pobre) está metida con calzador, vamos, que no hacía ninguna falta su presencia.
"Con las horas contadas" me ha hecho recordar la máxima que tantas veces había llegado a oír decir a mi madre siendo yo un jovenzuelo, aquello de que vigilara por las noches porque me podían poner "cualquier cosa" en la bebida. Pues eso, además de irse de juerga con unos desconocidos (primer error) comete la imprudencia de perder de vista la copa...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Nuestro hombre sabe que está envenenado, sabe que no tiene cura y se lanza a una carrera por averiguar lo que ha sucedido... Y al final, claro, muere de repente, demasiado tajante, no es que esperara verlo agonizar, pero ha sido un final muy seco. Yo no haría lo mismo, puede que antes de esperar a la muerte iría yo a buscarla, puede que me hubiera ido de juerga loca, bacanal loca, puede que el cobijo de los seres queridos...
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