Después de ver esta película, no sé si escribir una crítica de cine o un artículo pidiendo la reimplantación de la pena de muerte.

Los actores están espantosos desde todos los puntos de vista, mención especial a Óscar Jaenada y a Rodolfo Sancho. El primero debería probar a abrir la boca para hablar, y, en cuanto a Rodolfo Sancho, solo me cabe preguntarme por qué dejó la televisión por el cine. Eso sí, menos mal que trabajan Eusebio Poncela, siempre solvente, y nuestro queridísimo Paul Naschy, aunque teniendo en cuenta el cartel, estaban tan fuera de lugar en una cinta tan mala como Sharon Stone veraneando en Valdemorillos de Abajo. Dos excelentes actores como ellos podrían haber rescatado un film que naufraga cada dos por tres, pero ni Christopher Lee habría sacado a flote un guión así. Liotti muy bien, aunque su acento chirría algunas veces.

En cuanto al guión, no hay por dónde cogerlo. Se suceden los giros de trama sin sentido y las monótonas escenas recitativas que tratan de “explicar” la situación previa en vez de mostrar el presente, todo aderezado con trozos de información "nueva" que, si bien pretende enriquecer la trama, la enrevesa y la hace inverosímil, incluso tratándose de fantasía.

Cinta floja sobre un excelente cuento de Lovecraft, que quedará para los incondicionales del género. Es una pena el resultado, aunque le alabo al director Alemán el valiente intento de hacer algo original en el cine español, tanto como le critico la dirección de actores. El guionista, al exilio, por favor.

¡Iä, Iä, Shub-Niggurat, la Cabra de los Mil Cabritos!

He estado leyendo un par de críticas que ponen bien a "Druidas" y, sinceramente, me pregunto si hemos visto todos la misma película.

En mi caso, fui al cine con un amigo, pero en plan improvisado y a ver qué había. Mi amigo, a quien siempre le critico su mal gusto cinematográfico (su actor preferido es Tom Cruise, no digo más...) pretendía ver "Miss agente especial", pero yo me empeñé en ver "Druidas". Le dije de todo lo que se me ocurrió: que si el cine histórico estaba en boga, que si actuaba mi idolatrado Max von Sydow, que Inés Sastre no era tan mala...Total, que entramos a verla.

Creo que nunca he pedido disculpas a alguien de rodillas, pero es anoche, "Druidas" lo consiguió con mi amigo. Me cuesta trabajo creer que alguien que se llame a sí mismo director de cine sea capaz de parir semejante engendro, y, encima, hacerlo cobrando. Todo absolutamente es malo en esa película, pero especialmente el doblaje a sí misma que hace la Sastre, la "ejecución" del papel por parte de Lambert y un pobre von Sydow que debe estar sin pensión, o nunca habría aceptado trabajar aquí. Horrorosa, infumable y patética.

Pero eso sí, aunque parezca mentira, el actor que hace de JulioCésar no me disgustó. El resto deberían haber muerto de verdad en Alesia.

Cuando la ví, el principio me dio bastante miedo porque me recordaba bastante a "La última legión", que es una de las peores películas de romanos y adaptaciones de novela que haya visto. Sin embargo, la película va ganando en simpatía, a la vez que gana en violencia.

Es cierto que a veces peca de exagerada, con demasiados muertos y sangre a borbotones, pero no se nos olvide que estamos hablando de una historia épica, y que en todas ellas hay tres ingredientes: el malo tiene que ser muy malo, el bueno ser muy bueno y ha de haber dificultados y horrores entre uno y otro hasta la confrontación final, que ganará el bueno.

Todo ello lo cumple con originalidad y buen gusto, sin caer en tópicos sobre romanos o en explicaciones demasiado enrevesadas sobre el contexto histórico. Simplemente nos pone a los personajes delante, tras un principio un poco abrupto quizá, y les empieza a meter en terribles problemas. La persecución que hace de eje de toda la película es convincente y llega a angustiar por lo hábil, lista y maligna que es la mala de la película, tanto como escurridizos el bueno y su grupo.

El final me parece inesperado y muy original. Bien es verdad que uno se espera que pase algo, pero más bien algo parecido a que el bueno se marche con la chica en la grupa rumbo a casa, pero no que pase lo que pasa, que no desvelaré.

En conjunto, una cinta fácil de ver, sin pretensiones, entretenida y un peldaño o dos por encima de una peli medianita para la tarde de domingo lluvioso en que yo la ví.

Para no abundar demasiado en lo dicho por algunos críticos de esta página, resumiré mi crítica en unas pocas frases.

Quien crea que "La dama de hierro" es una película biográfica se equivoca completamente, y precisamente por eso no puede estar a la altura (o ser medida por el mismo rasero) que "El discurso del Rey" o "La Reina". ¿Por qué? Pues simplemente porque aquí no se toma un momento concreto de la biografía de Margaret Thatcher para que se reflejen su vida y sus valores, sino que se toman sus valores para relatarnos los hechos.

Concretamente, la película trata de la cualidad que más caracterizó a la dama de hierro, y es la firmeza en sus principios y sus valores. A lo largo del filme vemos a una mujer que, ya dsde su juventud, posee un sólido esquema ético. Y lo que nos muestra la película es cómo esa ética se mantiene contra viento y marea, ya sea ante las devastadoras huelgas de mineros de los años 70 o ante la guerra de las Malvinas.

La película puede resultar a ratos extraña, puesto que abundan las explicaciones que el personaje realiza sobre su actuación, en vez de mostrar los hechos en sí. Por eso creo que mucha gente ha pensado que era una película que se queaba corta o que estaba mal resuelta, pero si miramos el filme desde la óptica de los valores de Thatcher, encontramos una muy buena película, muy coherente, que explora el profundo sentido moral de esa mujer y, a través de él, nos relata en pinceladas la historia reciente de Gran Bretaña y de Europa. ¿Son pinceladas algo escasas? Sí. Pero el objetivo, repito, no es mostrar los hechos históricos, sino la respuesta de Thatcher ante ellos.

A mi juicio, es una película recomendable en grado sumo, destacando la magistral interpretación de la protagonista. Lo peor, la caída de ritmo alrededor de la mitad, aunque luego se recupera.