Me parece un tema demasiado complejo como para aportar opiniones así que me ciño al documental:

Como proyecto (el fílmico y el de la ONG) me parece maravilloso. De 10. Como documental...creo que se queda cortito, como hecho con prisas, con un guión con muy poco jugo. No se indaga ni profundiza en nada (cuidao! que también hay que tener en cuenta la dificultad del asunto) y menudos debates se pueden abrir con semejante situación. Está claro que el tema da para mucho y que se quisieron basar en el rescate pero igualmente me supo a poco.

El acercamiento del tema para el público general creo que ha sido lo más importante de este documental y es que eso es lo que sabe hacer muy bien Jordi Évole. Abre muchas preguntas, no cierra ni indaga en ninguna posible respuesta, pero si la idea era meter la espinita en nosotros supongo que lo habrá conseguido.

Tuve una sensación rarísima entrando a ver esta película en el cine con un montón de palomiterxs listxs para el entretenimiento. Incluso se les escapó alguna risina cuando se le ve el canalillo a un rescatador que estaba agachado para ayudar en un rescate.

Me cuesta explicar porque me ha gustado tanto. La única (mala) analogía que se me ocurre es la que da la sensación de comer un plato del cual no tienes ni puta idea de que está hecho pero que petas del gusto cuando te lo comes. Se introducen los elementos de forma suave para que nada chirríe en lo que aparentemente puede asustar por obvia: 'film sobre un negro gay en un ambiente problemático con madre yonki'. Pero no lo hace, no juzga, se siente viva. Te permite decidir si querer o no juzgar a los protagonistas y huye de esa necesidad sensiblera, tan común en cualquier peli con aire social, de dirigirte emocionalmente hacia lo que piense el director.

La banda sonora es un claro ejemplo de esta suavidad: sin resultar especialmente original está por encima de la media por el buen gusto y huye de lo obvio. No la volveré a escuchar pero sin lugar a dudas recordaré las sensaciones.

Me ha molao. Se va construyendo de forma sólida y dice poco, pero lo dice bien.

Es rara. Deliciosamente diferente. Esos planos como de festival de películas hechas con teléfono móvil. Esa música que recuerda a las BSO de Tarantino para hacer las transiciones entre los diferentes cambios de tiempo. Lo del sentido del humor hortera que dicen que se pone de moda y eso... pues creo que no. Creo que no pretende ser una forma de realzar lo 'merdellón', es más visión una visión irónica de lo que parecen unos pequeños triunfos con corta vida.

A mi me parece una historia triste, una existencia de unos personajes que se nos presenta mediante una ventana como optimista pero no nos engañemos: llevan una vida inestable y en la que todo parece que vaya a acabar francamente mal.

Me parece una propuesta muy original, diferente y sobretodo: rara. Paco León juega con el espectador de una forma que no sé yo hasta que punto es consciente de la rareza de su obra, pero oiga: enamorado ando.

Podría parecer que Amy es un producto más de la gran maquinaria publicitaria que es la industria de la música pero no es así.

Me sorprende (o no si pensamos lo actual que es) la cantidad de imágenes privadas que se tienen de ella y disfruto de poder descubrir su vida con solo leerle la cara en sus diferentes facetas. En cada fotograma del film podemos prácticamente verla y eso es de agradecer.

Me empalaga el edulcorado final buscalágrimas con violines +soft piano con las fotos.

Amy es dulce, auténtica, débil, influenciable y definitivamente un genio.

Asco a la masa, mucho, asco a la absurdidad de los fans.