Que "Bocadillo" fuese una broma para hacer este documental no implica que este documental sea meritorio.
Que a lo largo de todo el metraje nos repitan una y otra vez que "así vemos como funcionan las cosas por dentro" no quiere decir que lo veamos de verdad (lo poco interesante está censurado). No hay nada más allá del "buah tío, la vamos a liar". Esta película, y todo lo montado a su alrededor, no nos enseña nada, es todo fogueo. Al menos "Bocadillo" tiene el valor de ser una absurdez.

Todos los puntos positivos de la película se lo llevan su excelente e intachable animación y dos escenas musicales de una intimidad y emotividad inusual en este tipo de películas. Pero a partir de ahí todo se reduce a una trama expuesta a viva voz por los propios personajes, los cuales explican al espectador todas y cada una de las cosas que van a pasar o han pasado, unos personajes maniqueos que no aportan absolutamente nada a la historia del cine y una nada disimulada tendencia al adoctrinamiento familiar (y también religioso, aunque se puede entender que es así por necesidades del guión). Lejos queda Toy Story 3, el principio de UP o la primera mitad de Wall-E, aquí las emociones se describen en los diálogos, el protagonista se pasa toda la película actualizándonos cómo se siente, "estoy triste", "quiero ser músico", "me siento traicionado", etc... y resulta muy molesto el empeño de la película en remarcarte que "lo más importante es la familia", una frase sacada literalmente de la película que no dicen menos de 5 veces. Esperaba mucho más de una cinta tan premiada y alabada por tantos.

Es ya un hecho que las películas estrenadas en Netflix no son excatamente el cine que estamos acostumbrados a ver. Tienen todos los ingredientes necesarios para hacer cine, pero siempre les sale otra cosa. Son productos entretenidos, pero aún estoy a la espera de ver una película notable en esta plataforma.
"Aniquilación" es como tantas otras anteriores de Netflix, una película con buenos actores y actrices dentro de un guión convencional que relata una historia diferente, novedosa y/o peculiar. Noto muchas ganas de dejar contento a todo el mundo y crear un producto carente de honestidad, donde prima lo visual por encima del relato y los agujeros de guión llegan a ser insultantes.
Hay un deseo expreso por "hacer cosas molonas" en vez de mostrar lo que la historia necesita para llegarnos. Es realmente molesto.

Duncan Jones perpetra una película que va de muchas cosas y no va de nada. Nadie sabría a ciencia cierta decir de qué va esta película. No sé si el director quiere hacer un cine nuevo con el que no conecto o simplemente es un incompetente que tuvo suerte haciendo "Moon", porque no se explica la diferencia. Un film en el que todo está metido con calzador y que le falta el respeto al espectador contínuamente, apostando por el efectismo en detrimento de la narrativa. Es una total pérdida de tiempo especialmente hiriente porque esconde sus cartas y descubres muy avanzada la cinta que estás viendo un producto tremendamente mediocre.

Detroit es una película que me ha resultado muy confusa, con varios estilos en uno que no ha terminado de engancharme. Parece una peli coral, pero de repente no lo es, parece un falso documental pero de pronto no lo es, parece una denuncia de los abusos policiales en los conflictos raciales de 1967 en Detroit pero es en realidad un blanqueo descarado que esquiva con descaro las responsabilidades institucionales y culturales y se centra en culpar a unos pocos "malvados". No es una peli desastrosa, tiene secuencias muy buenas, pero es un desastre, pues parece hecha de retales inconexos, donde el tiempo se contrae y se estira a voluntad dependiendo de la secuencia y acabas desconectando, por lo que al llegar a los momentos emotivos ya nos parecen ridículos. Creo que Bigelow ha intentado hacer algo nuevo que a mí personalmente no me gusta.