Todos los puntos positivos de la película se lo llevan su excelente e intachable animación y dos escenas musicales de una intimidad y emotividad inusual en este tipo de películas. Pero a partir de ahí todo se reduce a una trama expuesta a viva voz por los propios personajes, los cuales explican al espectador todas y cada una de las cosas que van a pasar o han pasado, unos personajes maniqueos que no aportan absolutamente nada a la historia del cine y una nada disimulada tendencia al adoctrinamiento familiar (y también religioso, aunque se puede entender que es así por necesidades del guión). Lejos queda Toy Story 3, el principio de UP o la primera mitad de Wall-E, aquí las emociones se describen en los diálogos, el protagonista se pasa toda la película actualizándonos cómo se siente, "estoy triste", "quiero ser músico", "me siento traicionado", etc... y resulta muy molesto el empeño de la película en remarcarte que "lo más importante es la familia", una frase sacada literalmente de la película que no dicen menos de 5 veces. Esperaba mucho más de una cinta tan premiada y alabada por tantos.