Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Críticas de Juantxo
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
2
27 de abril de 2016
25 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
El pasado 22 de abril Toro saltó al ruedo cinematográfico. El género y el estilo despiertan mi interés, y un tráiler y un póster imponentes lo avivan. El reparto, formado por un triplete más sonado que la BBC o la MSN: Sacristán, Casas y Tosar. Parece que la aparición de alguno de estos tres en un filme nacional está obligada por decreto del Ministerio de Cultura. Ante la avalancha publicitaria y el despliegue mediático (algo que ya viene siendo tradición en nuestro país con las producciones de A3media) el visionado parecía obligado. El segundo largo de Kike Maíllo despertaba expectación, para su alegría y también para su desgracia.

Anoche era el día, voy al cine para verla. El Toro salta al ruedo y una corrida de 100 minutos da comienzo. Pasan dos minutos y tengo un dejavù. Presiento que quieren contarme una historia que he oído mil veces. Un tipo bueno, y duro, (véase Mario Casas) huyendo de un destino trágico y oscuro que le persigue. Un amigo/primo/hermano egoísta y vividor que arrastra al tipo duro al fango del que huye pero que en el fondo es un buenazo (véase Luis Tosar). Un patriarca despiadado y con un peculiar fetiche, a elegir, (véase José Sacristán) que dirige un oscuro negocio, en este caso el siniestro mercado de las gambas congeladas (o eso creo, no me quedó muy claro). Pero no nos pongamos negativos, hay que darle una oportunidad que esto acaba de empezar.

La historia avanza y la cosa es peor de lo que esperaba. La película avanza por los puntos previstos saltando de tópico en tópico sin titubear ni un instante. Una extraña mezcla entre Hollywood y folclore español me tiene desconcertado. De entre la trama surgen esporádicamente algunos destellos que parecen interesantes. Falsa alarma. Los pocos aciertos de Toro resultan ser los posos de las películas que bebe: unos créditos iniciales a caballo entre 007 y True Detective o la iluminación neón y los momentos gore violentos (o al menos los que pretenden serlo) apestan a Drive y Only God Forgives de Nicolas Winding Refn. Ni rastro de originalidad. No me malinterpretéis. No está mal tener referentes e incluso imitarlos, pero ya que vas a copiar las fórmulas al menos hazlo bien.

La trama escrita por Rafael Cobos y Fernando Navarro desde luego es ya insalvable. Pero no perdamos la esperanza. En este año, donde The Revenant triunfó en los Oscar con un importante vacío argumental, todo parece posible. Sin embargo en este caso no existe despliegue actoral, sino más bien todo lo contrario. Tosar, en un papel que ya ha interpretado mil veces, alcanza el aprobado y se salva con una actuación correcta pero sin matiz alguno. Sacristán irreconocible y abúlico, no transmite ni un ápice de temor en sus arrebatos. Y Casas. Existe una regla no escrita en el mundo del cine que dice que a un actor limitado se le puede engrandecer con diálogos escuetos y una actuación más respirada que hablada. Toda regla tiene una excepción. Casas lo confirma en Toro.

Me rindo. Ante el espectáculo visual cierro los ojos y cuento los minutos que quedan para salir. Para mi desgracia, la música es peor todavía. Joe Crepúsculo realiza una extraña mezcla de cornetas y pasos de semana santa que pretende ser inquietante, pero resulta más bien cómica. Cuando suena La Pared de Bambino no puedo aguantar más y abro los ojos. Para mi sorpresa me encuentro con Tosar taconeando a ritmo flamenco. Reviso el ticket de la entrada, pero no, esto no es Torrente 6.

El principal fallo de Toro es que todos sus movimientos son decepcionantemente previsibles. En cada plano se puede percibir la intención que tiene Maíllo, pero sin embargo no te provoca en ti la reacción que pretende. Ni rastro de tensión o drama. Precisamente en una película debería suceder lo contrario: reacciones inesperadas en el público que se ve atrapado y no percibe la mano del director tras las imágenes.

Al fin las luces se encienden, el espectáculo ha terminado. El resultado es claro. La película embiste una vez tras otra con un ímpetu digno de reconocimiento. El espectador capotea sin dificultad estos torpes envites. ¿Qué te queda cuando una película no es eficaz en su realización u original en sus planteamientos? Pues eso: un Toro que yace sin vida en el ruedo pese a sus honorables intentos y un espectador que se lleva dos orejas, el rabo y 100 minutos menos de su vida. Grotesco espectáculo el de esta noche. Me declaro abiertamente antitaurino.
Juantxo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
14 de febrero de 2016
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar tengo que afirmar, como consumidor compulsivo de series, que nunca una serie me había sorprendido de la manera en que Utopía lo hizo. Los tres primeros capítulos de esta serie me subyugaron por completo. Utopía es una apuesta tremendamente atrevida, una que se salta con descaro todo tipo de convenciones y limitaciones políticamente correctas que siempre existen en un contenido televisivo. Es precisamente en esta osadía inicial donde Utopía encuentra su principal activo, te sorprende porque difícilmente viste algo igual antes. Sin embargo este fulgurante arranque también actúa como una gran responsabilidad, la serie plantea unas expectativas que deberá cumplir con el paso de los capítulos. Es precisamente entonces cuando se condena, pues le es imposible mantener el listón tan alto. Utopía no cumple las expectativas creadas, especialmente en la segunda temporada.

Utopía te desborda con preguntas en los primeros capítulos. Tus ojos ven como la acción se desarrolla de manera frenética, pero no entiendes nada. "Algo gordo está pasando" te repites durante esos primeros tramos que te mantienen con la intriga. Después llegan las respuestas, y con ellas el principal problema de la serie. No se puede decir que las respuestas no sean adecuadas o incoherentes, sin embargo el guión no responde con la solidez que requerían las expectativas creadas. Mi inevitable reacción al ver las soluciones que la serie planteaba a sus conflictos fue: "¿Y tanto lío por esto?". En definitiva, si algo falla en esta serie es la inconsistencia del guión durante la segunda parte, aceptable pero no sobresaliente.

Fallos de guión aparte, todo el resto de la serie funciona a la perfección. Utopía crea un universo particular que se sustenta en dos pilares fundamentales la música original de Cristobal Tapia de Veer y la fotografía y la imagen que crea una estética única. La excéntrica música de Cristobal Tapia de Veer concuerda perfectamente con el carácter inquietante, morboso y enigmático de la serie. Por otra parte, la curiosa estética de Utopía es difícil de definir, llena de colores vivos y fosforito en un mundo gris, una contradicción que hace de la imagen uno de los principales valores de la serie.

En términos generales Utopía es una serie, a pesar de sus fallos, digna de ver y tremendamente respetable, como todo experimento audiovisual que trata de innovar y trazar un camino alternativo a otras fórmulas más "comerciales". Si estás buscando una serie diferente que te sorprenda, Utopía es sin duda más que recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juantxo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
6 de febrero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La euforia final tras el inmediato visionado de la película no se desvanece, pero si se modera tras un repaso mental ya en frío. The Revenant es indudablemente uno de los relatos fílmicos más potentes del panorama reciente, una película más que notable, pero en ningún caso sobresaliente o maestra. Iñárritu se concentra en buscar (incluso en mayor medida que en Birdman) el virtuosismo, en la depuración de la técnica cinematográfica hasta límites insospechados. En esta búsqueda colaboran de manera magistral los dos principales ejes de la película: Lubezki y DiCaprio. Revenant constituye una plataforma ideal para que estos dos colosos muestren todo su talento individual, el concierto de jazz en el que dos brillantes solistas tienen la oportunidad de lucirse, y lo hacen.

Sin embargo, esta búsqueda de Iñárritu se vuelve en su contra, cuando el virtuosismo se convierte en obcecación. El principal problema del largometraje es que deleita (y de qué manera), pero en muchos momentos no transmite. La sucesión de fotografías imposibles y vaivenes agonizantes del protagonista ahogan por completo a la trama, al dejarla sin espacio. La estética acaba por comerse al contenido. El guión no consigue transformar el ritmo novelesco en ritmo cinematográfico, a la película probablemente le falta síntesis y puntos de conflicto y brilla por su ausencia la tensión dramática.

En conclusión, el vacío que se percibe en la pantalla durante muchos puntos de la historia sería probablemente imperdonable para cualquier otro filme, sin embargo en este caso la película utiliza otro gancho para captar al espectador, y el inigualable preciosismo visual de la obra lo compensa. Esta película será sin duda memorable y recordada durante años, pero no por el filme en sí, sino por la clase magistral impartida por Lubezki y DiCaprio, cuya aportación pasará de manera inmediata a los anales de la historia del cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juantxo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    En familia (Serie de TV)
    1980
    Brian Cooke (Creador) ...
    Circus Kane
    2017
    Christopher Ray
    3,0
    (46)
    Chicken
    1996
    Grant Lahood
    4,1
    (49)
    Perras callejeras
    1985
    José Antonio de la Loma
    3,5
    (755)
    arrow