No sé hasta qué punto todos los métodos que se describen en la serie son realistas, factibles o pueden tener validez legal ante casos del nivel de gravedad que se tratan. Pero están tan bien narrados y resultan tan convincentes y explícitos que el espectador se los cree en todo momento.

El guión tiene los ingredientes necesarios: intriga, buenas tramas, giros y hasta "cliffhangers". Las actuaciones no se quedan a menos, a Ekman (el personaje que interpreta Tim Roth) se le coge cariño ya en el primer o segundo episodios, con su peculiar caracter entre House y Colombo. A sus compañeros de equipo, lo mismo (el personaje incapaz de mentir es todo un acierto de carisma).

Por último, tanto la música como la realización de la serie es de calidad: escenarios bien preparados y creíbles (el edificio donde Ekman y su equipo tienen su "base", por ejemplo) así como una banda sonora que también recuerda mucho a House: temas básicos de intriga y canciones cantadas para dar el toque de dramatismo al final.

En definitiva, espero que las tramas se compliquen y que empecemos a entrever cómo es la vida personal del doctor Paul Ekman en los próximos capítulos, su misterioso pasado y qué problemas comporta el hecho de estar siempre predestinado a interpretar los gestos y emociones de todo el mundo, incluso de su propia familia.

Muy buena serie, con futuro prometedor.

Entusiasmado me hallo con esta joya del cine, con esta película maravillosa, brillantemente ejecutada, transgresora, única. Comento algunos de sus -innumerables- aciertos en el apartado de spoilers.

El Buen Pastor es una película donde Robert De Niro (un grandísimo actor donde los haya) demuestra que lo suyo probablemente sea la dirección de cortometrajes. Sí, seguramente por que este largometraje se haya alargado de tal forma que daría tiempo suficiente a meter un 'spin off' de El Señor de los Anillos en medio. Y muy seguramente saldríamos todos ganando. De Niro nos presenta una historia relacionada con uno de sus -digo yo- temas apasionados, recreando una trama muy al estilo americano pero de una poca fluidez que en ocasiones haría cabecear a un enfermo de narcolepsia. Las idas y venidas de la narración, que nos hacen viajar por varios contextos (algunas veces para mostrarnos cómo Damon se lía con alguna pobre desgraciada de turno) adelante y atrás, atrás y adelante, provocan que nuestro cerebro trate de procesar demasiada información para llenar huecos y hechos inexplicables de la película. Tampoco ayuda demasiado que los personajes principales parece ser que no envejezcan, mientras los demás (hijos, hermanos, vecinas...) sí lo hagan, lo cual nos lleva a pensar que justo durante los acontecimientos de la película Indiana Jones ya había encontrado el Santo Grial. A veces hasta agradeceremos que para Angelina Jolie no pasen los años.

En cuanto a las actuaciones, Matt Damon (un habitual ya por estos terrenos) muestra durante toda la película exactamente la misma expresión de "qué diantres hago yo llevando sombrero, por qué no se lo pone Di Caprio" así que siempre lo vemos frunciendo el ceño y mirando estrábicamente a un horizonte misterioso, quizás al talonario que De Niro dejaba encima de la mesa de producción.

Por su lado, Angelina Jolie parece algo más inspirada a pesar de no despuntar excesivamente. Incluso un Robert De Niro con necesidad urgente de dieta anticalórica consigue transmitir algo, aunque sus intervenciones sean dos y cada una de dos minutos.

Siguiendo algún elemento perdido de "Infiltrados" e incluso la increíblemente sobrevalorada "Syriana" (mezclar esta producción con la criticada podría producir auténticos efectos caóticos en el sistema digestivo) pero con una temática bien distinta y con tintes -o manchurrones- de Historia, El Buen Pastor no acaba de transmitir nada -a excepción de las reacciones ya comentadas- ni tampoco aporta nada. Sus idas y vueltas, sus elipses temporales o sus bucles casi infinitos de escenas que tratan de involucrar al espectador en un conjunto de sentimientos no logrados que bien podrían ser explicados en un cortometraje, dejan que la película sea para ver en casa, un domingo por la tarde y mientras uno disfruta de los anuncios de Damm Bier o de Oraldine.

Recomiendo Robert De Niro. No recomiendo falsas incursiones en el cine pseudo-patriótico-histórico-conspiracional como es este caso. Veremos si en su próximo film nuestro querido De Niro consigue, de verdad, quitarnos -y quitarse- el sombrero.

Después de ver los primeros 40 minutos de película (que ya bastaron para abandonar toda esperanza) seguía pensando en si todo esto es una especie de broma de mal gusto que nadie se atreve a descubrir.

Respeto todas las opiniones posibles y variadas, pero no entiendo como pseudo-películas como esta Babel o la anterior -aún peor, aunque parezca imposible- Syriana consiguen llegar tan lejos y recibir tantos y tanto galardones y premios por parte de crítica y público.

Estamos delante de una especie de espectáculo 'friqui' donde se pretende ligar a varias personas de diferentes comunidades sociales en una historia con un guión tan pretendidamente rebuscado que acaba siendo más simple que el de un episodio de Heidi. Se juntan entonces una serie de escenas la mayoría totalmente inconexas que no sé si lo que tratan de alcanzar es un sentimiento de "oh, qué poesía visual tan sugerente, qué forma tan lograda de conseguir una empatía total con la razón de ser y los miedos profundos de los humanos, qué tragedia tan commovedora" o bien eso es una explicación que el director inventó durante la rueda de prensa para conservarse cierto orgullo.

Tampoco entiendo esa falta de música, incluso de sonido (la primera canción que se escucha en la película es un tema de corte 'tecno' y algunos actores parece que se les haya bajado el volumen, por no decir la falta de vitalidad en las escenas, que nos hacen sentir a nosotros también como auténticos sordomudos). La fotografía puede que se salve en instantes, pero los interminables planos -como el de la fiesta de la boda- en el que vemos durante más de 5 minutos a gente mayor bailando tiene para mí un sentido totalmente nulo.

La dirección cuesta valorarla: un sinfín de escenas cortadas y pegadas mientras diversas personas no actores/actrices hacen lo que mejor saben hacer: ser sí mismos. No le veo sustento por ninguna parte, no veo necesarios los planos soporíferos que pasan a cámara lenta para que aún lo sean más, no entiendo por qué una atractiva chica japonesa tiene que enseñar sus partes nobles en un restaurante ni qué hace Brad Pitt perdido en un despropósito que ignoro completamente por qué se tiende a compararlo con la espléndida Crash.

No la aconsejo ni a mi peor enemigo. ¿Hay que engendrar bodrios insufribles para mostrar al mundo los aspectos de sociedades distintas o los problemas y ilusiones de los seres humanos? Porque creo que el peor problema (cinematográficamente) al que algunos nos enfrentamos es a tener que aceptar que películas como ésta son auténticas obras maestras.