El buen pastor

"Inteligente, complejo y perturbador retrato de la CIA."

"Excelente guión (...) una película que avanza con deliberada lentitud (...) Damon domina de cabo a rabo la película. (...) A no ser por algunas oscuridades finales, sentiría uno la tentación de decir que es un peliculón."

"En todos los sentidos grande y sólida. (...) larga, pero tan elocuentemente narrada que se abre con claridad ante el espectador. (...) Matt Damon está perfecto (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)."

"Interesante, ambigua y meticulosa (...) resulta demasiado mimética con 'El Padrino' (...) Puntuación: ★★ (sobre 5)."

Hay multitud de interesantes películas sobre el mundo del espionaje, pero “El buen pastor” es una de las pocas que parece "estar" dentro de la trama, contada desde dentro. Las innumerables artimañas, los secretos y la forma de vivir, pensar y actuar de alguien dedicado a tan singular oficio se ven reflejadas con una complejidad y una inteligencia pocas veces vista en otros filmes pretéritos. Sin duda una de las películas del año, esta formidable narración, fría y distante, y al mismo tiempo fascinante, tiene en el hierático rostro de Damon y en los secundarios menos conocidos (especialmente el "Dr. Fredericks" Michael Gambon, Martina Gedeck –de “La vida de los otros”-, que aquí interpreta a la secretaria Hanna Schiller, y “Oleg Shtefanko”, que da vida a “Ulyses”) una potencia descomunal. Cierto es que le faltan escenas memorables para haber sido una gran obra maestra, al estilo -sin pretender compararla- de "El Padrino" (una insuperable historia jalonada por media docena de momentos cumbre del cine), pero aquí el relato lo es todo, y no es poco. Muchos esperarían acción, y se sintieron decepcionados. De Niro, por suerte, es una mente aparte de estos tiempos de cine fácil y comercial. De Niro narra, y narra, y narra… y casi sin querer tú te vas hundiendo poco a poco en el putrefacto y espeso lodo de uno de los más perversos inventos de los gobiernos modernos, incapaz ya de salir. De Niro te susurra al oído, lentamente, y tú te lo crees todo, viendo “A CIA Tale”, la segunda película y la segunda lección de cine de uno de los grandes. Misión cumplida, Bob. En ti sí se puede confiar.