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España España · Madrid
Críticas de dieterle
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Críticas 22
Críticas ordenadas por utilidad
6
2 de mayo de 2013
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento predilección por la carrera de directores que una vez lo tuvieron todo, éxito comercial y crítico, dinero, prestigio y terminaron cangándola y sumiéndose totalmente en el olvido. William Friedkin en los inicios de los años 70 estaba en la cresta de la ola, había dirigido “ French Connection” en 1971 y El E exorcista en 1973. Dos auténticos bombazos repletos de oscars y con un éxito de público alucinante. En 1977, enfermo de narcisismo y por el consumo excesivo de coca, se le ocurrió dirigir “Carga Maldita”, un remake de la estupenda película francesa “El salario del miedo”. La película fue un fracaso absoluto, y se gasto una pasta gansa en realizarla. Película maldita donde las haya, vista hoy en día, no me parece una mala película, pero sufrió todo tipo de cortes, y la situación de endiosamiento de Friedkin no ayudo en nada a sacar el proyecto adelante.
A partir de aquí, su carrera se va a la mierda, a pesar de todo, en la primera mitad de los 80, dirige 2 excelentes pelis: “A la caza” de 1980 y “Vivir y morir en Los Ángeles” de 1985. A partir de aquí, la mediocridad más absoluta salvo quizás esta peli de 1987, que retrata de forma dura y realista las andanzas de un asesino en serie. “Desbocado” es una buena película injustamente olvidada, que fue un fracaso total y no le permitió al amigo William relanzar su carrera.
dieterle
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7
2 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora que los países mediterráneos de Europa se acercan irremisiblemente al tercer mundo, ahora que más de seis millones de personas comienzan o no ser ciudadanos en su propio país, ahora que los políticos nacionales se desentienden del porvenir sin futuro de muchos de sus conciudadanos, películas como esta son más necesarias que nunca. Película durísima sobre la emigración ilegal, sin buenrollismos ni pajas mentales. Ahora que estamos siendo despojados de nuestros derechos más elementales podemos empezar a comprender mejor historias como la de la protagonista de esta película, que huye de la realidad de su país de origen (nunca se nos llega a decir del todo cuales son las causas de forma explícita) para terminar siendo tratada en el país donde pretende exilarse, como un trozo de carne sin derechos ni dignidad alguna. Crudo film servido en frío, con contundencia, sin concesión alguna a la galería, la puta realidad sin anestesia de ningún tipo. Excelente fotografía de colores fríos, de grises y azules apagados. Con una interpretación despojada y minimalista de su actriz principal, la francesa Anne Coesens. El mundo grotesco, violento y asfixiante de los centros de retención de ilegales, es diseccionado de forma quirúrgica, quedándose el espectador alucinado de la miseria y violencia institucionalizada e impersonal que la vieja Europa ha estado ejerciendo sistemáticamente sobre ciertas personas desarraigadas y huidas de sus propios países. Ahora nos va a tocar a nosotros, a nuestros parados, a nuestros discapacitados, a nuestros mayores pensionistas. A todos aquellos de nosotros que no tengamos los medios, la formación, la oportunidad de huir hacia otro sitio. Brutal y espeluznante película belga, que despierta y zarandea los fantasmas de la precariedad, la necesidad y la deshumanización tanto de los de fuera como de los de dentro. Ahora que nos llega el gélido aliento de la irremediable certeza de millones de proyectos de vida congelados en su mejor añada. Ahora que nos tratan como ilusos y nos mienten como si fuéramos publico de rondalla. Ahora que nuestro país no puede mantenerse en pie con unos políticos que han tirado la razón por la ventana, como si fuera un trasto viejo, caduco y apolillado. Tipos que manejan el país a oscuras acompañándose de una sórdida homilía de desprecios sucesivos hacia la ciudadanía.
Qué pena que en España no se hagan películas sociales de denuncia con la mala hostia y la rabia que tiene esta película belga. Qué pena que los estómagos agradecidos de nuestro cine estén todo el día huyendo de la denuncia frontal, solo afilan las garras ante problemas lejanos, distantes o genéricos que no hacen pupa, cuando se trata de hablar sobre lo que está ocurriendo actualmente en Europa, disparan con balas de fogueo o simplemente no desenfundan.
dieterle
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6
2 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas en las que probablemente es más interesante conocer la intrahistoria de todas las cagadas, incertidumbres y luchas de poder que ocurrieron en los bastidores de su preproducción que ver y disfrutar el producto que finalmente surgió. Y Alíen 3 tuvo un parto jodido, lleno de frustraciones, mala suerte, idas de hoya múltiples, luchas de egos, con lo que la criatura nació amorfa y mal parida.

Por el guion pasaron William Gibson inicialmente, Eric Red (cuando el proyecto llego a manos del director Renny Harlin en 1989), David Twohy volvió a reescribirlo con algún aporte de Walter Hill y decidió eliminar el personaje de Ripley, todo esto luego paso a manos de Vicent Ward (el director de Navigator) en Enero de 1990.

Esta parecía que iba ser la decisión definitiva, pero en extremis, cuando ya todo estaba preparado (decorados millonarios incluidos), los productores deciden mandar a tomar por culo al visionario de Ward, al que por cierto, le importaba un carajo hacer una película con bichito asesino y se la traía floja las dos primeras entregas de la franquicia, él quería hacer una metáfora sobre la lucha entre la tecnología y el oscurantismo religioso. Ward quería llevar a Ripley a un planeta monasterio habitado por unos monjes que rechazan el uso de todo avance tecnológico y viven prácticamente en la edad Media practicando un culto hermético, fundamentalista y apocalíptico, y que están obsesionados con alcanzar un iluminación trascendental. El choque ideológico entre la dura teniente y los putos místicos estaba servido.

Cuando los productores le comentaban que que pasaba con el bicho, el muy ladino de Ward decía que bueno, que quería optar por la senda del primer capítulo de la franquicia, es decir, un solo alíen que casi no saliera hasta el final, que si el pesimismo existencial y el sentido de la fatalidad y toda la vaina. JAJJJAJAJAJAJAJA.

El muy cabroncete de Ward pasaba olímpicamente del ALIEN y a medida que se acercaba la fecha de rodaja y los productores le seguían diciendo que como cojones iba meter al monstruito en la historia, el seguía con la evasivas y los requiebros. ¡!Hijos míos!! a quien se le ocurrió llamar al puto director neozelandés para dirigir la tercera entrega de la saga?
Los aficionados sabemos( con lo que intuyo que lógicamente también lo sabían los profesionales que se jugaban la pasta en este proyecto) que Ward es un director tan visionario como excéntrico, repelente y estúpido, que lleva viviendo más de 20 años del discreto éxito de su primera película Navigator(1988) y que después solo ha llegado a dirigir 3 películas más de ficción: el mapa del sentimiento humano-1993, y dos bodrios especialmente `plastas y grimosos: Mas allá de los sueños-1998 y River Queen-2005. Claro que estas tres mierdas aun no las había dirigido cuando fue fichado por la franquicia.

Bueno, pues con todo preparado, mandan a Vicent Wad a cobrar parte del dinero por haber participado en el guión y que se vaya a tomar el pelo a otros osados y desprevenidos productores.
Con dos cojones vuelven a meter mano a la historia y convierten el planeta monasterio en un planeta-prisión-refinería de metano llamado Firiona 161, habitado por parias sociales: asesinos, violadores, perturbados mentales, que han sido abandonados en la prisión y han formado un pequeño microcosmos social con sus jerarquías.








Para evitarse problemas y nuevas trifulcas de egos, optan por fichar a un director primerizo y desconocido llamado David Fincher, que hasta entonces solo había filmado un documental del músico y compositor Rick Sprinfield y algún video clip para Madonna. Fincher ve una posibilidad única para dirigir su primera película de ficción y acepta el encargo apechugando con todas las idas y venidas del guión, y con un cambio en los decorados cuando ya estaban terminados, para convertir el convento en prisión, quedando la cosa un poco rara.

Por fin se inicia el rodaje, pero resulta que el debutante tiene los cojones pelados, y también ciertas ínfulas de autor. Fincher acepta sin problemas la inclusión del alíen en la peli, pero no quiere mostrarlo hasta el final o al menos, que solo se vea parcialmente hasta llegar a la parte final del metraje. Los productores con un dolor de huevos considerable se enrocan en la postura de que no van a aguantar más gilipolleces y que le puto xenoformo tiene que salir mucho en la peli. Aquí Fincher traga, es un primerizo con ideas y hace lo que puede, resultado, el bicho se ve perfectamente desde los inicios de la peli y yo creo que es de los peores diseños de Alíen de toda la franquicia. El suspense también se va a tomar por culo.

También a Fincher le va el rollo sórdido y el ambiente claustrofóbico y obsesivo que quiere potenciar a toda costa, nuevas disensiones con producción. Lo peor es que se enamora de la idea religiosa y mesiánica que tuvo Ward. Nuevas disensiones, hostia puta!!! El planeta ya no es un convento si no una puta prisión. Fincher consigue volver a la idea del culto apocalíptico, por tanto los presos hijos de puta que han sido abandonados en el planeta prisión formando su propia jerarquía social, terminan también teniendo un culto propio que tampoco se define mucho a lo largo de la peli.

A las dos semanas de rodaje se va al carajo el director de fotografía que inicialmente empezó la peli, y lo sustituye Alex Thompson, cuya imágenes oscuras y sucias aparece adaptarse mejor a las pretensiones de Fincher.

Una vez terminado el rodaje y la peli acabada, se vuelven a rodar nuevas escenas negando a David Fincher la supervisión del montaje final. Fincher abandona el proyecto renegando de toda autoría sobre la peli, como era un novato supongo que se lo pensó dos veces y decidió que su nombre figurase como director del engendro.

La película sufre severos remontajes hasta que finalmente se estrena con 1 año de atraso sobre la fecha inicialmente prevista.
dieterle
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8
18 de abril de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tío George es un plasta de tomo y lomo, nos hace comulgar con dos precuelas previas para finalmente en la tercera contar lo que quería y debía contar. Si la “Amenaza fantasma” era una película horrenda y absurda, si “El ataque de los clones” era un galimatías sobre las pesquisas burocráticas de jedis republicanos, sistemas galácticos secesionistas y aristócratas de carácter absolutistas. Si en el fondo habíamos pasados por 260 minutos carentes de cualquier aliento épico, quedando exhaustos y desquiciados por una historia de amor entre Anakin y Padme que nos producía una diarrea indigesta. Si las neuronas de los fanáticos de la franquicia se habían desperdigado medio muertas por las salas de cine de medio mundo. ¿Por qué narices fui a ver al cine la tercera entrega? .Porque resultaba inevitable, igual que la muerte, igual que tomar coca-cola de vez en cuando, igual que comer fast food basura alguna vez al año, igual que tragarse algún episodio al a la semana del reality de gran hermano. Es ineludible someterse alguna vez al mes a una lobotomía frontal para tratar de desconectar del mundanal ruido. El amigo George, después de purgarnos con dos películas que constituían un extenso publirreportaje sobre las virguerías técnicas de que es capaz su empresa Light and Magic, decide ponerse las pilas, dejar de marear la perdiz y contar de una puta vez lo que debía de haber contado 260 minutos antes.
“La venganza de los sith” al fin da lo que promete, y confirma el poderío de Lucas como el gran forjador de imágenes fantásticas del cine moderno de ciencia ficción light y bajo en calorías. Esta tercera entrega se vuelve más oscura y trágica, con un aliento shakesperiano algo charcutero pero tremendamente efectivo. Aunque el guión sigue adoleciendo de algunos fallos, la historia termina por coger brío y demostrar que a LUCAS no hay quien le tosa a la hora de crear de la nada, un universo imaginario en constante expansión. Por fin Lucas pone el punto y final a su magna obra catedralicia con una entrega digna de la poética pulp de la space-opera que le hizo famoso hace ya la friolera de treinta y seis años.
dieterle
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5
1 de mayo de 2013
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo algún buen policiaco barcelonés rodado con cierta fuerza. “Los atracadores” – 1962 de Francisco Rovira Veleta era estupenda; y también tenía su punto quinqui, sórdido y violento “Fanny Pelopaja” 1984 del mediocre Vicente Aranda. Las primeras novelas de Vázquez Montalbán sobre el detective barcelonés Pepe Carvalho eran de mi agrado, y presentaban un formato de novela negra que casaba muy bien con la ciudad de Barcelona y sus bajos fondos. Posteriormente a Montalbán se le fue la hoya, y la serie Carvalho degeneró hasta extremos ridículos.
Esta peliculita rodada al alimón en catalán y castellano nace con esa vocación de thriller a quemarropa, corto y con filo. Vocacionalmente feista: imagen con grano, personajes sórdidos y corruptos, perdedores genéticamente programados para volver a perder, exteriores urbanos y lumpen de Hospitalet de Llobregat y Granollers, etc.
Después de todos estos flirteos con el derrotismo, el muy cabrón del director termina haciendo un cuento de hadas con final feliz, mas pringoso que el Blandi Blup y el moco verde. JAJAJJAJAJA, ¡!!que sensación de coito interrumpido y de eyaculación precoz!!!. Menudo mamoncete estoy hecho, no me di cuenta en los primeros 30 minutos de metraje que esta peli era un thriller de palo, mas falso que el cartón piedra, y claro me la metieron doblada y me quedé un poco chinao.

Esto no pasaba con el cine quinqui de los 70s, cuando las pelis del vasco Eloy de la Iglesia (El pico, El pico 2, Navajeros) o del catalán José Antonio de la Loma (Perros callejeros, Yo el vaquilla) aún siendo malas(a mi me molan), al menos daban lo que prometían. Estos tipos, cuando apuntaban al menos apretaban el gatillo. Por lo menos uno no tenía que presenciar gatillazos como los de esta peli titulada 25 quilates.
dieterle
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