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España España · Madrid
Voto de dieterle:
6
Ciencia ficción. Terror Tras conseguir escapar con Newt y Bishop de un planeta alienígena, la teniente Ellen Ripley (Sigourney Weaver) recala accidentalmente en Fiorna 161, una remota cárcel galáctica cuyos peligrosos reclusos están absolutamente abandonados a su suerte. (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas en las que probablemente es más interesante conocer la intrahistoria de todas las cagadas, incertidumbres y luchas de poder que ocurrieron en los bastidores de su preproducción que ver y disfrutar el producto que finalmente surgió. Y Alíen 3 tuvo un parto jodido, lleno de frustraciones, mala suerte, idas de hoya múltiples, luchas de egos, con lo que la criatura nació amorfa y mal parida.

Por el guion pasaron William Gibson inicialmente, Eric Red (cuando el proyecto llego a manos del director Renny Harlin en 1989), David Twohy volvió a reescribirlo con algún aporte de Walter Hill y decidió eliminar el personaje de Ripley, todo esto luego paso a manos de Vicent Ward (el director de Navigator) en Enero de 1990.

Esta parecía que iba ser la decisión definitiva, pero en extremis, cuando ya todo estaba preparado (decorados millonarios incluidos), los productores deciden mandar a tomar por culo al visionario de Ward, al que por cierto, le importaba un carajo hacer una película con bichito asesino y se la traía floja las dos primeras entregas de la franquicia, él quería hacer una metáfora sobre la lucha entre la tecnología y el oscurantismo religioso. Ward quería llevar a Ripley a un planeta monasterio habitado por unos monjes que rechazan el uso de todo avance tecnológico y viven prácticamente en la edad Media practicando un culto hermético, fundamentalista y apocalíptico, y que están obsesionados con alcanzar un iluminación trascendental. El choque ideológico entre la dura teniente y los putos místicos estaba servido.

Cuando los productores le comentaban que que pasaba con el bicho, el muy ladino de Ward decía que bueno, que quería optar por la senda del primer capítulo de la franquicia, es decir, un solo alíen que casi no saliera hasta el final, que si el pesimismo existencial y el sentido de la fatalidad y toda la vaina. JAJJJAJAJAJAJAJA.

El muy cabroncete de Ward pasaba olímpicamente del ALIEN y a medida que se acercaba la fecha de rodaja y los productores le seguían diciendo que como cojones iba meter al monstruito en la historia, el seguía con la evasivas y los requiebros. ¡!Hijos míos!! a quien se le ocurrió llamar al puto director neozelandés para dirigir la tercera entrega de la saga?
Los aficionados sabemos( con lo que intuyo que lógicamente también lo sabían los profesionales que se jugaban la pasta en este proyecto) que Ward es un director tan visionario como excéntrico, repelente y estúpido, que lleva viviendo más de 20 años del discreto éxito de su primera película Navigator(1988) y que después solo ha llegado a dirigir 3 películas más de ficción: el mapa del sentimiento humano-1993, y dos bodrios especialmente `plastas y grimosos: Mas allá de los sueños-1998 y River Queen-2005. Claro que estas tres mierdas aun no las había dirigido cuando fue fichado por la franquicia.

Bueno, pues con todo preparado, mandan a Vicent Wad a cobrar parte del dinero por haber participado en el guión y que se vaya a tomar el pelo a otros osados y desprevenidos productores.
Con dos cojones vuelven a meter mano a la historia y convierten el planeta monasterio en un planeta-prisión-refinería de metano llamado Firiona 161, habitado por parias sociales: asesinos, violadores, perturbados mentales, que han sido abandonados en la prisión y han formado un pequeño microcosmos social con sus jerarquías.








Para evitarse problemas y nuevas trifulcas de egos, optan por fichar a un director primerizo y desconocido llamado David Fincher, que hasta entonces solo había filmado un documental del músico y compositor Rick Sprinfield y algún video clip para Madonna. Fincher ve una posibilidad única para dirigir su primera película de ficción y acepta el encargo apechugando con todas las idas y venidas del guión, y con un cambio en los decorados cuando ya estaban terminados, para convertir el convento en prisión, quedando la cosa un poco rara.

Por fin se inicia el rodaje, pero resulta que el debutante tiene los cojones pelados, y también ciertas ínfulas de autor. Fincher acepta sin problemas la inclusión del alíen en la peli, pero no quiere mostrarlo hasta el final o al menos, que solo se vea parcialmente hasta llegar a la parte final del metraje. Los productores con un dolor de huevos considerable se enrocan en la postura de que no van a aguantar más gilipolleces y que le puto xenoformo tiene que salir mucho en la peli. Aquí Fincher traga, es un primerizo con ideas y hace lo que puede, resultado, el bicho se ve perfectamente desde los inicios de la peli y yo creo que es de los peores diseños de Alíen de toda la franquicia. El suspense también se va a tomar por culo.

También a Fincher le va el rollo sórdido y el ambiente claustrofóbico y obsesivo que quiere potenciar a toda costa, nuevas disensiones con producción. Lo peor es que se enamora de la idea religiosa y mesiánica que tuvo Ward. Nuevas disensiones, hostia puta!!! El planeta ya no es un convento si no una puta prisión. Fincher consigue volver a la idea del culto apocalíptico, por tanto los presos hijos de puta que han sido abandonados en el planeta prisión formando su propia jerarquía social, terminan también teniendo un culto propio que tampoco se define mucho a lo largo de la peli.

A las dos semanas de rodaje se va al carajo el director de fotografía que inicialmente empezó la peli, y lo sustituye Alex Thompson, cuya imágenes oscuras y sucias aparece adaptarse mejor a las pretensiones de Fincher.

Una vez terminado el rodaje y la peli acabada, se vuelven a rodar nuevas escenas negando a David Fincher la supervisión del montaje final. Fincher abandona el proyecto renegando de toda autoría sobre la peli, como era un novato supongo que se lo pensó dos veces y decidió que su nombre figurase como director del engendro.

La película sufre severos remontajes hasta que finalmente se estrena con 1 año de atraso sobre la fecha inicialmente prevista.
dieterle
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