Profunda película sobre la relación de padres e hijos. Toca muy profundo el corazón y moviliza los sentimientos. La identificación con Julieta es muy evidente. Las dos actrices que interpretan a Julieta están fantásticas, una nos muestra a la Protagonista joven, llena de vitalidad y belleza, la otra nos trae a la Julieta vencida, cansada, agobiada. El actor argentino Darío Grandinetti acompaña muy bien. Es muy recomendable verla 2 veces y sacar conclusiones diferentes, prestando atención a los detalles que se nos escapan en la primera visión.

Yo creo que si no viste las películas anteriores no se entiende. No me quedó claro quién es quién, y por qué hacen lo que hacen. Lo pasé mal, me sentí como "afuera de todo".

La película es aceptable, pasable, mediana. La historia es interesante pero se hace lenta, anodina, y se queda a mitad de camino. El personaje de Daniel Mantovani por el cual Oscar Martínez recibió el Gran Premio al Mejor Actor en el Festival de Venecia no tiene matices, no cambia nunca su tono, no se ríe a carcajadas, ni llora como loco, ni se enoja. Parece carente de emociones, y eso, a mi juicio, le quita la posibilidad de demostrar todo lo buen actor que es. Me llamó la atención que a pesar de todo lo que le sucede, no se enoja, no patea el tablero, todas las respuestas las da en el mismo tono monocorde.
Dady Brieva a veces parece medio tonto, o se hace. Y el personaje de Andrea Frigerio apunta alto y se desdibuja totalmente. Lo que sí me encantaron fueron las actuaciones de los actores que no son conocidos, y que hacen pequeños papeles. Por ejemplo el hijo del repartidor de diarios que invita al Escritor a comer a su casa, y el hombre mayor cuyo hijo discapacitado reclama una silla de ruedas. Es muy bonita la chica Belén Chavanne.

Les cuento: durante la película no sabía qué pensar. Tengo experiencia en thrillers y generalmente adivino quién es el asesino, a veces me llevo sorpresas, pero siempre elijo un camino. En esta peli, durante toda su duración no supe darme cuenta quién era el bueno y quién el malo. Eso es un mérito muy grande para una peli de suspenso y terror. Nunca llegué a darme cuenta, hasta el final, de cómo iba a terminar. Bien por eso.
Y luego, al finalizar la peli, me quedé sensibilizado durante varias horas. Me afectó. Esto también habla de lo bien hecha que está.
Hay que verla. No tengan prejuicios porque es coreana y seguro que es mala. No. Déjense llevar.
El actor que hace de chamán, ya lo había visto en New World, otra peli coreana (del sur) que recomiendo.

Es una película fría, sin emociones, sin empatía por los dramas de los personajes. No genera sentimientos en el espectador. Los personajes recitan sus líneas como autómatas, como robots. Al personaje de Luisana Lopilato le falta emoción, es demasiado controladita en todo.