Una primera hora excelente se ve anulada por una segunda parte llena de excesos artificiosos que no aportan nada más y desembocan en sopor e incluso desagrado.
Un alarde interpretativo bastante narcisista en ese segundo tramo, con dos actores queriendo demostrar que lo son, en lugar de contarnos una historia y punto.
Lo mismo le pasa a la película. Quiere demostrar que es buena y original. Pero eso no es lo importante. Cuenten una buena historia con interpretaciones e imágenes al servicio de esta y será un buen film.
Pero esos delirios finales provocan mi más absoluto escepticismo.
Lo mejor el expresionismo y Dafoe.
Lo demás exuda pretensión, que no consecución.

¿Un 5 una película que consigue lo que pretende y mucho más?
Divertir, emocionar, hacernos jugar y sentir la magia navideña...
Es una excelente comedia familiar pero como se desprecia este tipo de cine , la gente le da un 5.
Una pena. Se echan de menos estas películas inocentes y entretenidísimas.

Malos tiempos para la risa.
No se ría usted sin antes cuestionarse si es ofensivo el chiste. Este parece ser el padrenuestro de hoy en día para el humor. Así, esta película está condenada al fracaso porque sus creadores se tiran de cabeza al absurdo, a la escatología, a lo vulgar y al genial chiste tonto de remate. Y ese es un tipo de humor fantástico, que nos ha hecho reír toda la vida.Hasta ahora.
Ahora hemos perdido el sentido del humor. Si te ríes de un pedo eres una persona despreciable. Así de nazis nos hemos vuelto con el humor.
Y la peli es muy honesta. El mensaje es muy claro. Vamos a coger a Holmes y a Watson y vamos a convertirlos en un par de idiotas de tomo y lomo. Y, hala, a hacer el gamberro.
Pero no. Ahora somos todos tan elevados intelectualmente que no podemos permitirnos el mal gusto de hacer chistes sobre onanismo. Como si usted no se tirara pedos ni le diera a la zambomba como todo hijo de vecino. Y es peligroso tal grado de hipocresía. Si empezamos a negar nuestra humanidad, ¿de qué vamos a poder reírnos?
Yo me reí, y mucho. Y aplaudo la valentía de este humor sin complejos que nos libera y nos recuerda lo ridículos que somos. No se libra nadie. A aguantarse.

Disecciona la estupidez moderna con situaciones tronchantes e ingeniosísimas.
Diálogos divertidísimos, actuaciones totalmente creíbles, guiones de 10...
Larry David nos demuestra lo imbéciles que somos los seres humanos y, encima de que lo denuncia, él siempre pierde. Más real imposible.

Acertadísima sátira de la imbecilidad de nuestro tiempo. Quita COVID y pon un meteorito y tenemos um paralelismo perfecto. Poderosos con atraso mental, una especie de Steve Jobs que simboliza la soberbia, periodistas mongólicos, adictos a las redes, científicos sin personalidad, supuestos héroes patéticos, militares estafadores, etc. No deja títere con cabeza. El humor es mordaz y con muy mala uva.
El guion está muy bien estructurado, el montaje es original y los actores están todos divertidísimos. Meryl Streep vuelve en plena forma después de hibernar con la pandemia. Se merece premios a mejor papel cómico.
El mensaje es claro: los necios que eligen lo que es verdad ponen en peligro la existencia de los que persiguen la verdad a través de la razón y de la ciencia.