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Críticas de Lafuente Estefanía
Críticas 1.747
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
26 de mayo de 2024
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Drama bélico ambientado en una de las islas del océano Pacífico donde la patrulla del teniente Anderson (Widmark) debe localizar en medio de la selva, a la desesperada, los cañones japoneses que bombardean continuamente a las tropas americanas.
El guion es bastante simple, lo mismo que la realización que sigue un ritmo un tanto lánguido y cansino.
Mejor la galería de personajes que muestran todo un abanico de caracteres y de mentalidades entre los contendientes, "Durante muchas generaciones el objetivo de mi pueblo no ha sido tratar de vivir mejor, sino saber morir".
Las escenas bélicas resultan pobretonas como corresponde a una cinta hecha con gran modestia de medios, sin embargo luce la parte dramática que aborda temas tan importantes como el miedo, la cobardía o el desgaste mental de la batalla.
Nos quedamos con el personaje de Doc (Malden), un ayudante sanitario que diagnostica una migraña psicológica debida al miedo, que dejará un bello testamento antibelicista y patriótico que subrayan sus compañeros con un padrenuestro en una emocionante escena.
Una obra interesante que reúne a un puñado de grandes actores cuando la alopecia no había hecho todavía acto de presencia.
No se la pierdan los aficionados a las "Hazañas bélicas".
Lafuente Estefanía
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9
25 de mayo de 2024
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¿Y qué culpa tendrá LIna Lamont (Hagen) de ser la gran superestrella que reina en la pantalla? Guapa, triunfadora y pareja sentimental para la prensa rosa de Don Lokwood (Kelly), el galán del momento.
Total, porque es rubia teñida, algo simple y tiene la voz de caña rajada, "No canta, no baila y no sabe hablar". Para nosotros, que siempre hemos ido con los indios, es el gran personaje de la cinta.
Todos contra ella, contando y cantando contra la rubia. Y ella contra todos. Casi les puede.
No nos gustan los musicales, mucho menos los bailables, nos horroriza el repiqueteo del claqué ... y sin embargo estamos ante una obra maestra.
Una obra maestra que se asienta sobre la base de una gran historia, sobre un gran momento histórico, el gigantesco paso del cine mudo al sonoro. Visto desde dentro de la industria y visto desde fuera en las salas de exhibición entre el público.
La trama romántica es uno de tantos triángulos amorosos, pero la escena musicalizada que muestra la carrera artística de Don y de su íntimo amigo el músico Cosmo (O'Connor) es de lo mejor de toda la historia del cine. Desde las actuaciones tabernarias hasta su llegada a Hollywood y su ascenso al estrellato a base de golpes y de mamporros bien reales.
¡Cuánto atractivo tiene el cine dentro del cine para quienes solo lo conocemos desde la sala de butacas y de alguna que otra lectura!
Y aquí nos mezclamos, de acuerdo, entre canción y baile, con actores, músicos, guionistas, directores, realizadores, cámaras, extras, decoradores, periodistas, fans ... Nos metemos dentro de los propios estudios, en el tuétano del cine, seguramente en el momento más importante de su historia.
Porque la cinta es histórica. Como la realización, interpretaciones, colorido, ambientación, vestuario, personajes ... Soberbio el de Lina pese a quien pese.
Es cierto que llueven las canciones como chuzos, que hay cierta inundación de claqué, pero todo se soporta ante una de las grandes obras de toda la cinematografía.
Y, aunque la hayan visto muchas veces, vuelvan a verla. Pero esta vez miren con otros ojos a Lina, por favor, háganlo "cantando para la rubia".
Lafuente Estefanía
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6
24 de mayo de 2024
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"Si bebes, no conduzcas", nos decía Stevie Wonder en los anuncios de la Dirección General de Tráfico de 1985 mientras cantaba en el asiento de atrás de un descapotable.
Si bebes no fusiles le podríamos decir a Julián Carrasco (Diestro), un coronel de las fuerzas mexicanas borracho y maltratador, te puedes llevar por delante a tu propio hijo sin enterarte.
Ambientada en los movimientos revolucionarios de 1914 contra el dictador Huerta que motivaron su caída, la cinta muestra con gran verismo la represión policial, las redadas, encarcelamientos, ejecuciones sumarias y el terror de esos momentos. Como la venalidad y falta de escrúpulos de banqueros y autoridades civiles y militares.
Drama bien llevado, que mantiene hasta el final la tensión, con el problema del alcoholismo en el estamento militar como fondo. Tema más grave de lo que parece, no se olvide la importancia que en la guerra ha tenido siempre el "coñac asaltaparapetos".
Flojea el guion que achaca al alcohol la culpa del posible drama, cuando en realidad la responsabilidad está en la corrupción y el soborno.
Cinta interesante que recomendamos para conocer el viejo cine mexicano y los estragos del alcohol en la milicia. Si bebes, no fusiles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
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6
22 de mayo de 2024
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Tachán, tachín, tachán tachín, taratachantachín ... Y nosotros de niños canturreábamos por lo bajo cuando sonaba esta simpática melodía en el cine: "Stan Laurel, Stan Laurel, se limpia el culo con un papel. Y Oliver y Oliver, hace lo mismo que Stan Laurel".
Así ocurría en alguna sesión rara que todavía ponían cintas de relleno de "El Gordo y el Flaco".
Tiempos inocentes de humor ingenuo y risa sencilla. Tortazos, bofetadas, saltos, caídas, botes y rebotes.
Humor candoroso que lleva a la cárcel a dos personajes más simples que el mecanismo de un sonajero, para encontrase allí con el Tigre de los delincuentes y con policías superdesagradables.
Lo mejor la expresividad de nuestros dos queridos personajes y alguna escena como la clase en la escuela carcelaria, las escenas del algodón y la ordenada entrada al refectorio hasta llenarlo de bote en bote.
Sobran sin embargo canciones.
Si tienen oportunidad, de bote o de rebote, no dejen de conocer a los simpáticos e inocentones Stan y Oliver.
Lafuente Estefanía
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8
22 de mayo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen personaje este Eddie Felson (Newman), que tan bien acertó a dibujar con tanta antelación Antonio Machado en los versos de su poema "Del pasado efímero".
Porque del pasado efímero llega "Este hombre del casino provinciano / que ... tiene mustia la tez, el pelo cano, / ojos velados por melancolía; / bajo el bigote gris, labios de hastío / y una triste expresión, que no es tristeza".
Soberbio Newman. Y elegante, "Aún luce de corinto terciopelo / chaqueta y pantalón abotinado / y un cordobés color de caramelo, / pulido y torneado".
Y jugador, que "Solo se anima ante el azar prohibido, / sobre el verde tapete reclinado". O ante el reto de una juvenil promesa del juego de las nueve bolas y un taco, Vincent (Cruise), acompañado de Carmen (Mastrantonio), su enigmática novia.
El guion desde luego es flojo con altibajos mal explicados.
Mejor la realización que cuenta con un buen elenco. Convincente Tom, discreta en un papel que no termina de concretarse ella, excelso Paul. Acertadísima dirección de actores, buena puesta en escena con excelente ambientación donde el humo del tabaco se mueve en una atmósfera de carambolas, retruques y retrocesos.
Banda sonora a la altura de la realización. Curioso el cartel que aparece en uno de los decorados, anunciando la ópera "Carmen" con Plácido Domingo encabezando el reparto.
Aunque el refrán se burle de este juego, "Burro de noria y jugador de billar, mucho trasponer y poco andar", no se pierdan a este Eddie Felson de toques machadianos.
Lafuente Estefanía
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