Hay algunos momentos, especialmente en las últimas películas, en los que Pixar deja ver sus trucos de forma más evidente y comienzan a ser algo repetitivos. En Buscando a Dory esto se hace muy evidente en los primeros cinco minutos con sus diseños extra edulcorados y sus presentaciones dignas de las tragedias más intensas de Disney…

… y sin embargo siguen siendo unos maestros de la animación a la hora de traernos historias conmovedoras, más profundas de lo que solemos estar acostumbrados, y todo ello con elementos que ya hemos visto anteriormente. La inventiva de los artistas del estudio es tal que aun consiguen ofrecernos experiencias frescas y que se sienten innovadoras.

Cada nueva obra es una nueva montaña rusa de emociones capaces de hacernos reír a carcajadas y llorar profusamente, y esa capacidad de hacernos sentir es lo que hace aún más genial al estudio.
Otra gran obra sin duda.