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Voto de Chagolate con churros:
8
Drama Pablo (Alfredo Mayo), un amigo de Julián (López Vázquez), acaba de casarse con Elena (Geraldine Chaplin), una sofisticada extranjera. Julián se obsesiona tanto con ella que empieza a cortejar y a tratar de cambiar el aspecto físico y los hábitos de la enfermera que atiende su consulta, ya que se parece bastante a Elena. (FILMAFFINITY)
28 de mayo de 2010
42 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
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Existen suficientes pistas (marcadas con luces de neón) sobre el propósito de Saura de retratar las dos Españas (Gea) que por aquel entonces cohabitaban de mala manera en un mismo territorio. Dos mundos diferentes llenos de obsesiones, engaños y envidias.
Las dualidades empiezan con el reencuentro de Pablo (Alfredo Mayo) y su esposa desenfrenada Elena (Geraldine Chaplin). Y como reacción de esa dualidad española surge el componente psicológico de Julián, y aunque Saura seguirá marcando las dos Españas, lo mejor es centrarse en esa obsesión medio onírica y medio real que Julián acaba por desatar, que es en definitiva, lo que deja el poso definitivo a esta película.

Julián (J. Luis López Vázquez) usa unas tijeras con las que va cortando revistas de moda. Ojos pintados, labios de carmín, pestañas postizas, minifaldas y medias de colores (Eros). Radiólogo de profesión y mesurado de formación. Ana (G. Chaplin) trabaja con él. Formal y de falda larga. Aunque la obsesión está presente desde el inicio mismo, Saura tiene la suficiente pericia para hacer que dicha obstinación bulla lentamente, hasta que como una olla express, el silbido nos anuncia que la comida ya está lista.

Y antes de bullir, nos ha enseñado los ingredientes. A modo de flashback (la boda de Pablo con una niña del pueblo en su infancia) y el voyeurismo tras la cerradura o en los baños con mujeres de escasa belleza. Simbolismos que quedan desperdigados pero no desordenados hasta llegar a las escenas finales de tambores y deseos de gran fuerza visual.

Con su anterior película (La caza), Saura marca un punto de inflexión en su incipiente carrera. Durante unos años, la España, la sexualidad (casi siempre reprimida) y la muerte (casi siempre violenta) conformarán una terna indivisible en la filmografía de Saura.
Chagolate con churros
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