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España España · Barcelona
Voto de alex:
10
Drama Paul Javal (Michel Piccoli), un dramaturgo francés, acepta reescribir algunas escenas para "La Odisea", una película que se va a rodar en Capri bajo la dirección del renombrado director alemán Fritz Lang (Fritz Lang). En un primer encuentro con el productor norteamericano, el arrogante Prokosch (Jack Palance), el escritor deja que su mujer, la bella Camille (Brigitte Bardot), se vaya en el coche con el productor a la finca de éste. Este ... [+]
4 de enero de 2009
26 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
La lenta e irreversible descomposición de una pareja. Pocos directores han tratado este tema con tanta elegancia y sutileza. Aun estoy alucinado y convencido de haber visto una película extraña, pero también excepcional e inolvidable.

En primer lugar habría que mencionar a Brigitte Bardot y su tremendo atractivo hoy casi olvidado. Junto con "La Verité" es esta, seguramente, una de sus mejores películas, en una filmografía por lo demás escasa en grandes titulos.

Otra de las cosas fascinantes de esta película es esa mezcla entre vida y cine, realidad y ficción, con la inclusión de Fritz Lang interpretándose a si mismo y los ecos de la relación que tenía por aquella época el propio Godard con su musa Ana Karina, de cuya imagen parece apropiarse Bardot cuando se enfunda una peluca negra.

En su fascinante e inusual puesta en escena llama la atención el predominio de planos generales y su relativo estatismo, tan alejado del nervioso desenfado que caracteriza a la mítica opera prima de Godard "A Bout de souffle". Ese empequeñecimiento de los personajes en medio de los escasos pero muy bien escogidos escenarios (magníficamente fotografiados por Raul Coutard) podría ser una elección estilística con la cual Godard querría subrayar la soledad de los personajes y/o cierto distanciamiento en su forma de mirarles. Aunque, por otra parte, con lo que pesaban las inmensas cámaras de cinemascope, intentar un estilo "a lo A Bout de souffle" hubiera sido imposible. Me han fascinado esos decadentes estudios cinematográficos invadidos por la vegetación y que se supone son los míticos estudios Cinecittà, aunque en realidad son los menos conocidos y ya desaparecidos estudios Titanus.

También el maravilloso apartamento donde se produce el largo y fascinante "set piece" central entre Bardot y su marido en la ficción, Piccoli, filmado con una planificación alejada de los modos narrativos habituales en el cine comercial. Es magistral el modo que tiene Godard de crear una larga escena con mínimos elementos y moviendo un par de personajes en un espacio cerrado, y ademas dándole a todo un aire espontaneo y con pizcas de extravagancia. En cuanto a esa extraña casa junto al mar, construida en Capri por el escritor Curzio Malaparte, hay que decir que Godard ha sabido sacarle un tremendo partido.

Sería injusto, por otra parte, olvidar la influencia de Antonioni y su trilogía de la incomunicación, no solo en la concepción abstracta de esos espacios, sino también en el pausado ritmo narrativo y en el propio argumento (una adaptación de un texto de Moravia). Debo señalar, así mismo, que la evocadora banda sonora compuesta por Georges Delerue es, en mi opinión, uno de los elementos más sobresalientes e inolvidables de la película (¡Y pensar que en la versión italiana la sustituyeron por otra de tipo jazzistico, y además recortaron el metraje!).

En conclusión, vi "El desprecio" hace años y me gustó, pero ahora, al verla de nuevo en HD, me ha encantado, porque su narrativa no del todo lineal me estimula y porque visualmente es aun más excepcional de lo que recordaba. Y, también porque, como entonces, la he encontrado poética, distinta, desolada, y fascinante. Arte con mayúsculas.
alex
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