Una película apasionante y sugestiva en la que se ponen sobre el tapete la lucha de clases en la estratificada y conservadora sociedad británica, pero también los roles sexuales, y las luchas e intrigas por el poder. Dirk Bogarde está fantástico, y la dirección de Losey es excepcional y muy moderna para su época (es de los primeros en no emplear "fundidos encadenados" para enlazar una escena con otra, por ejemplo). También hay que resaltar la estupenda fotografía en blanco y negro, así como la excelente y evocadora banda sonora. En fin, que es una película "redonda" en mi opinión, que además describe muy bien ese Londres gris (aunque casi no aparezcan exteriores) previo al desenfadado "Swinging London" pop que eclosionó poco después.