Sin grandes pretensiones, Holofcener nos muestra la historia, las inquietudes y los miedos de dos personas divorciadas que deben rondar ya los 50 años, con conversaciones ingeniosas y divertidas.

Quizás lo que más destacaría son las interpretaciones tanto de los protagonistas como de los secundarios y la química entre ambos que se respira durante todo el film. Siempre es un gusto ver a Gandolfini y esa naturalidad asombrosa que tenía para transmitir emociones con una simple mirada, gesto, sonrisa...!qué actorazo!

En definitiva, una película sincera, humilde y honesta donde, como bien demuestran nuestros protagonistas, muchas veces sobran las palabras.