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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
6
Thriller. Drama En 1912, en Buenos Aires, una serie de niños son asesinados de manera brutal. Mateo, un niño de diez años, oculta que en sus pesadillas es testigo de los crímenes, pero, cuando la policía lo descubre, se convierte en el principal sospechoso. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2007
26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
El niño de Barro es una curiosa e intrigante muestra de cine de intriga, que parte de un punto de partrida interesante y difícil: A principios del pasado una serie de asesinatos asolaron la ciudad de Buenos Aires, pero el dato más escabroso no es el asesinato en sí, sino la crueldad con las que estaban ejecutados y el hecho de que todas las víctimas fuesen... niños.
La película esquiva con acierto la morbosidad a la hora de mostrar los crímenes y las víctimas, pero no escatima en violencia, lo que en ocasiones la hace algo difícil de ver sobre todo por la edad de las víctimas.
Si a alguien hay que agradecerle esa virtud es sin lugar a dudas a su director, que consigue hacer intrigante lo cotidiano y convertir la violecia en algo habitual. Además, en muchos de los planos demuestra que desde luego sabe como poner y mover la camara, gracias a bellísimas fotos fijas e Hipnóticos travellings o cambios de estilo de cámara (las escenas oníricas). Su labor es con diferencia lo mejor de una cinta desigual en algunos factores, ya que por ejemplo no consigue dotar de un desarrollo esencial a sus personajes, por lo que sus actos en ocasiones parecen forzados y sus decisiones poco creibles. Tampoco lo hace en la mezcla entre thriller histórico y sobrenatural, ya que ambas partes no parecen quedar bien enmarcadas. Sin embargo la atmósfera cláscia y sin embargo decadente del filme y sus excelentes intérpretes levantan el interés del filme de princio a fin.
Maribel Verdú resuelve con acierto un sufrido papel llevando de nuevo consigo el añadido del acento, los secundarios están todos más que correctos en sus papeles, pero destacan ante todo los dos jóvenes argentinos que ejercen de factor central de la función: Juan Ciancio como el protagonista, en una interpretación sensible y atromentada y Abel Ayala como ambiguo joven en un difícil papel resuelto de manera creíble y profesional.
jaly
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