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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
7
Drama Paul Javal (Michel Piccoli), un dramaturgo francés, acepta reescribir algunas escenas para "La Odisea", una película que se va a rodar en Capri bajo la dirección del renombrado director alemán Fritz Lang (Fritz Lang). En un primer encuentro con el productor norteamericano, el arrogante Prokosch (Jack Palance), el escritor deja que su mujer, la bella Camille (Brigitte Bardot), se vaya en el coche con el productor a la finca de éste. Este ... [+]
11 de noviembre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alberto Moravia escribió la novela en 1954, poniendo en práctica una de sus obsesiones favoritas, la de destripar las relaciones de pareja acomodada, burguesa y envidiable para todos, salvo para los condenados a entenderse.
Jean-Luc Godard ahonda en los conflictos de pareja, como por cierto llevaba años haciendo magistralmente Antonioni (La aventura, La noche, El eclipse), poniendo también el acento en el hastío, la soledad que produce la obligada compañía y la imposible detección de las causas del desamor cuando no se evidencian síntomas, salvo el bostezo y la desgana.

Las crisis, en ámbitos tan delicados como el de los temas amorosos, entre las gentes de la alta sociedad y profesionales cualificados, suelen ser de difícil composición. Requerirían de tiempo y recogimiento; justo de lo que carecen los destinatarios de estos venablos envenenados; viene a recordarnos Jean-Luc, que a buen seguro había experimentado en carne propia alguno de los desvaríos que tienen lugar cuando no hay tiempo para explicaciones y las dudas se consuman en añicos irrecuperables.

El maestro francés aprovecha la presencia actoral del propio Fritz Lang para firmar un alegato contra el secuestro del arte y sus creadores, presos tras las barras de oro de la industria y a espensas de los caprichos repugnantes de cualquier productor empapado en dólares y petróleo. Y pone en boca del gran realizador unos versos sentenciosos de otro alemán ilustre:

Para ganarme el pan, cada mañana
voy al mercado donde se compran mentiras.
Lleno de esperanzas,
me pongo a la cola de los vendedores.

Bertolt Brecht
Sinhué
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