Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de branhunter:
2
Acción El ex boina verde John Rambo (Stallone) lleva una solitaria y apacible vida en la jungla del norte de Tailandia, pescando y cazando cobras para venderlas. Todo cambia cuando un grupo de misioneros católicos le proponen que les sirva de guía hasta la frontera con Birmania para suministrar medicinas y alimentos a los refugiados asediados por el ejército birmano, que ha hecho de la tortura y el asesinato una práctica habitual. En estas ... [+]
4 de diciembre de 2010
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las expectativas eran altas por descubrir con que película Stallone daría más vergüenza ajena, si con el retorno de Rocky o con el retorno de Rambo. Al final la primera salió mucho mejor de lo que cabía esperar de Sylvester -lo que no quiere decir que sea formidable ni nada de eso, tan sólo que sonroja lo justo-, pero la cuarta de Rambo acumuló suficiente vergüenza por las dos. Para comprender porque es sumamente lamentable, hay que partir de lo fundamental: Rambo no es ningún mito sino un personaje creado por una mente de extrema derecha, ejerciendo funciones de héroe del militarismo en su primera aparición y de superhéroe anticomunista en su segunda y tercera parte. Lo cierto es que, por estilo de vida, Rambo podría ser perfectamente un nazi alemán decapitando judíos en Centroeuropa, pero como el hombre es de otra generación, consagró su vida a la manera de entender el mundo del republicanismo estadounidense de los años 1980.

Pero claro, un superhéroe ha de ser vistosillo y con sus más de sesenta años a Stallone ya no le cae bien el traje de mallas. Sus míticos músculos hace tiempo que son serrín y le salen arrugas hasta en las plantas de los pies, por lo que el soldado perfecto más bien parece aquí por aspecto un discípulo tardío del coronel Kurtz. Para colmo se mete en un argumento absolutamente inverosímil y de manera supuestamente involuntaria se parodia a sí mismo en diversas escenas, como la del arco, en la que parece correr perseguido por los celadores de "Alguien voló sobre el nido del cuco".

Así las cosas, los esfuerzos que hace el resto del reparto para lograr que esto sólo sea otra mala película de acción resultan fallidos. La sombra decrépita de Rambo lo cubre todo, empezando por la inteligencia, el buen gusto y la calidad cinematográfica, y el resultado es una obra, ya no crepuscular, sino podrida, pero a la que increíblemente y contra todo pronóstico no emitido desde la fría máquina de hacer dinero, le espera una secuela. ¿Tan grande es la nostalgia de la infancia, como para que miles de personas pierdan su dinero llenando los cines para ver esta bazofia?
branhunter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow