Esta película genera un cierto debate por las diferencias en las votaciones, que recorren fácilmente todos los números de la escala de Filmaffinity, y la verdad es que me sorprende. Es evidente que no es una bazofia. Por el contrario, se trata de una habilidoso metáfora de las relaciones con "el otro", que en lugar de ser otro grupo de seres humanos, son seres alienígenas. Su mensaje resuena además especialmente en estos tiempos en que cientos de gitanos de Rumanía son expulsados de Francia por decreto, del mismo modo que los alienígenas deben ser realojados en otro lugar. En el film se retrata ese desprecio que tan fácilmente sentimos por otro grupo y la forma como rebajamos su condición. Por otro lado, el refuerzo que supone que no sean ni siquiera humanos abre la puerta al desprecio por sus vida y la masacre sin contemplaciones, lo que proporciona un paisaje mucho más crudo. Sin duda, asistimos a un retrato muy realista de la condición humana.

Ahora bien, no por ello debemos considerar esta película como una obra maestra o siquiera excelente. El emergente Blomkamp sin duda construye un trabajo muy inspirado mediante técnicas de documental y asignando todo el peso de la función a un actor que brilla con luz propia en todo el metraje, pero al final dicho trabajo sufre un decantamiento hacia el cine de acción que lastra lo que podría haber sido una película solemne e inolvidable. Es más, construida como una parodia, no siempre logra mantener el pulso y cae en algunos momentos un tanto anodinos.

Pero bueno, los méritos son mayores que sus deméritos. Es un buen trabajo que quizás merecía mejores acabados, lo que impide que mi puntuación se vaya muy arriba, pero que sin duda alguna me parece interesante.

Recomendación: toda una sorpresa, vale la pena verla.