Recuerdo como de pequeño las pasaba canutas viendo trozos de esta terrorífica película de miedo. Ya una vez más mayorcito la pude disfrutar sin manos en los ojos, y pienso que es de lo mejor que se ha hecho en el género, una obra maestra que sabe envejecer mejor y mejor con el tiempo. Los puntos fuertes son la fabulosa ambientación que dota de vida al hotel hasta hacerte sentir que cada mesa, silla o lámpara tiene un origen oscuro y misterioso, y como los protagonistas se encuentran engullidos por la edificación. A su vez el uso tan terrorífico e inteligente de la cámara por los estrechos y saturados pasillos, la concepción del terror, el avance a la locura y el oscuro pasado del hotel, conforman una obra ya clásica con actuaciones memorables, que con el tiempo se ha hecho aún más valiosa.