Con la tontería he escuchado esta película dos veces, porque el otro día fui a ver otra de Marguerite Duras, "El nombre de Venecia, en Calcuta desierta", que era todo el rato imágenes de un casoplón en ruinas y de fondo música de los años 30 y voces en off de gente en una fiesta de pijos colonialistas en la India de la época, hablando de cotilleos y del calor que hace. Pues resulta (me enteré luego) de que "El nombre de Venecia..." es la banda sonora de "India Song".

Digo bueno, vamos a ver "India Song" y me enteraré mejor del asunto. Primero de todo, me doy cuenta de que "es la banda sonora" en este caso no quiere decir simplemente que están los temas musicales, sino que todo el sonido es exactamente igual. Es decir, se oye lo mismo en el mismo orden pero con otras imágenes. Segundo, no se clarifica mucho más el argumento porque "India Song" es igual de críptica. Se cambia la casa en ruinas por paisajes de la India (que son en Francia pero bueno) y, eso sí, van apareciendo personajes pero no hablan. Las voces que se oyen son otros hablando, o ellos hablando en otro momento, o gente pensando o vete tú a saber.

A pesar de todo lo dicho y que bastantes espectadores se largaron (curiosamente no se largaron tanto de "El nombre de Venecia...", quizás ya sabían a lo que iban) y de los que se quedaron hasta el final algunos increpaban a su acompañante por enredarles para ir a ver esto, la película, de hecho las dos pelis, tienen su gracia si te la planteas como que vas a escuchar un poema musical y dejas que las taciturnas vidas de los personajes-fantasma te arrastren al terreno de la decadencia y la depresión. También puede ser que sea un tostón insoportable pero los que la aguantamos entera digamos que no está tan mal para salvar nuestro ego.

Gustará a: Rothschilds, mohos, melancólicos,
No gustará a: leprosos, vicecónsules, Gandhi