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España España · Madrid
Voto de chechu:
6
Fantástico. Acción. Terror Una nueva raza de vampiros, los Reapers, surge para atacar tanto a los humanos como a los de su propia raza, causando el terror. El Consejo de la Sombra, un grupo de vampiros que teme por su supervivencia y que tiene su sede en Praga, contacta con Blade para que acabe con ellos. (FILMAFFINITY)
6 de marzo de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera de las películas dedicadas al vampiro que vio la luz nos asombró con una estética muy bien lograda, una perfecta ambientación del mundo vampírico, y unos personajes muy carismáticos. En cambio, nos decepcionó por la simpleza de su guión y el aroma videoclipero del que estaba impregando. El director de ésta, su secuela, pretendió ahondar más en esta historia vampírica, pero aportándole su propio estilo. La verdad es que en vez de mejorar lo visto hasta ahora, lo empeoró.

la trama da un vuelco sustancial en el sentido de que ahora Blade ya no lucha contra los vampiros, sino que se alía con ellos para enfrentarse a una serie de bichos mucho más malos, una copia barata de los depredadores. Ahí, Blade ya no sólo tendrá que vérselas contra el malo de turno; sino que tendra que vérselas con los sentimientos encontrados que supone ayudar a sus mortales enemigos.

A la hora de analizar el resultado de esta secuela, es necesario referirse a la decepción que supone compararla con la primera. El mayor éxito de la primera, el retrato del mundo vampírico, queda totalmente destruido: las únicas referencias que se hacen a los vampiros es un patriarca con poco aspecto de vampiro, las discotecas atestadas de vampiros, y un grupo de vampiro-geos con tecnología puntera. El otro éxito de la primera parte, el carisma de los personajes, se pierde conforme Blade se parece más a Bruce Lee que a Blade, "resucitan" a Whistler para no aprovechar las virtudes de su personaje, y los malos resultan menos llamativos. Eso si, gran acierto en el personaje femenino.

Dejando a un lado las comparaciones con su predecesora, nos encontramos ante tres graves problemas. Las múltiples incoherencias argumentales que se producen, los largos diálogos en idioma vampírico sin subtitular, y el mismo tono videoclipero de su antecesor. Tampoco se entiende muy bien, el aumento de las coreografías de artes marciales en un personaje sin formación en esas artes, ni por qué deben de mantener un paralelismo con el argumento de la primera.

En cuanto a los actores, practicamente todos desaprovechados a excepción de la chilena Leonor Varela. Se echa muchísimo más en falta un mayor peso argumental para Kris Kristoferson.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
chechu
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