1º. Barbra escapa del zombie del cementerio a la carrera. Éste tiene como velocidad límite 2 km/h, a pesar de lo cual la sigue hasta la misma granja.

2º. Allí Barbra se da un voltio y de repente aparece Ben que también estaba allí escondido. Entiendo que la muchacha esté consternada por haber dejado a su hermano tirado en el cementerio, pero es que no dice ni mu, y se dedica a abrir la boca como gritando pero sin emitir sonido alguno, como ‘El grito’ de Munch. Ben le pide ayuda en vano porque la otra está a por uvas.

3º. Ben dice vamos a fortificarnos dentro de la casa. Pésima idea. Fuera hay cuatro zombies pasmados. Para escapar lo mejor es abrir la puerta y largarse a paso ligero, que a la velocidad que caminan los muertos vivientes ni te alcanzan. Pero no, deciden esperar a que en vez de cuatro sean cuarenta los que acechan la granja.

4º. Están todos reunidos viendo el noticiero en el que explican que si un zombie te muerde te conviertes en cuestión de minutos en uno de ellos. Pero luego la cría del sótano se tira cinco horas para hacer la metamorfosis.

5º. La madre de la niña zombie se deja matar a voluntad, porque su hija tarda una estación seca en alcanzarla con la paleta y la otra se queda ahí quieta sin hacer nada más que gritar ‘¡no, no!’