Me enteré de esta película por una revista de cine que la calificaba de “deliciosa comedia”. Tenía pensado ver esta película, su segunda parte (“Verano de una familia de Tokyo”), y resulta que hay una tercera.

A ver por donde empiezo: es ridícula, el humor es absurdo (con la peor interpretación de la palabra), bobo. Los diálogos también son simplones.

Y en cuanto a la trama, trata de una familia en la que viven tres generaciones juntas. La tercera generación está sólo de adorno, como una silla o una mesa. Los conflictos se quedan como a medio hacer: o no se resuelven o la resolución (del único gran conflicto que mueve la película) parece un chiste de mal gusto. Se plantean cuestiones que quedan en la superficie. Me ha resultado una película cobarde, insulsa, simple.