El último film de Tomas Alfredson hasta la fecha de esta crítica ha sido vapuleado por toda la crítica y a la vista está que la mayoría del publico.

Realmente me he enfrentado sin prejuicios a este film, y aunque obviamente no es perfecto lo he disfrutado mucho, es más muy por encima de la media.

A destacar la dirección de Alfredson con escenas que son un claro homenaje a Hitchcok y la actuación de Fassbender que lleva el peso de todo el film con total solvencia. A destacar un buen elenco de extras incluido un irreconocible Val Kilmer.

La película tiene una solida trama, con una original puesta en escena de cada una de las escenas, intentando huir de lo establecido en este genero. El final o culpable, lejos de dejarse ver o no, es honesto y no intenta engañar al espectador.

Como comentaba la película tiene problemas. Tiene un arranque difuso, donde se intenta definir a unos personajes sin quizás demasiado éxito. Culpa de ello puede ser el montaje, no sabemos hasta que punto el estudio ha podido influir en el director, pero a medida que transcurre el metraje, todo parece irse encarrilando, y al menos en mi caso, no me ha dado ningún problema.

Otro handicap y del que no podemos culpar a la película, es quizás estar basada en un soberbio libro, y en ese sentido poco se puede discutir.

En definitiva recomiendo olvidarse de pretensiones sobre un director con una filmografia soberbia y disfrutar de un producto muy bien elaborado (aunque menor no cabe duda), pero donde ademas encontraremos muchos guiños al genero, incluido a títulos del propio director.

Seguro que alguno más pensara como yo.